I
Sin música el mundo sería monstruoso, de acuerdo con Nietzsche; de quien además es fama que fue furibundo diletante de ese arte cuyo fin está en sí mismo y sobre todo llegó a ser el más dilecto de los admiradores de Richard Wagner (Leipzig, Alemania, 1813-Venecia, Italia, 1883), compositor, director orquestal y postulador de la obra de arte total, que incluye, poesía, teatro y música en el marco del romanticismo. Luego Nietzsche rompería con él de manera intempestiva, aunque no del todo porque también muchas de sus obras literario-filosóficas como "Humano. Humano, demasiado humano" y "Así habló Zaratustra", "La gaya ciencia", entre otras, resuman una musicalidad notoria.
En cambio, en el capítulo X de "La Republica" el bueno de Platón exige expulsar a los artistas bajo el argumento azas árido que no describen objetivamente la naturaleza, sino que la imitan y exaltan. En efecto, los poetas al fragor de verbos, metáforas y símiles crean representaciones etéreas o propalan imaginarios a tenor de la afectación sensible frente a la realidad física-natural del entorno; la ciencia social, con particular referencia a la investigación de la Ciencia de Clío desde Heródoto en sus "Nueve Libros de Historia" tiende a la descripción simple y llana del movimiento de la sociedad en sus estructuras profundas.
El primero de los posicionamientos gnoseológicos se diría que constituye una mirada sensible, contemplativa del "ser que late en la naturaleza", en términos heideggerianos, mediante una aproximación subjetiva al "movimiento de la cosa"; como forma de interiorización del paisaje cuya belleza se canta y genera una identidad prosémica, porque el espacio produce sistemas de significado como parte de la infra-historia que diría don Miguel de Unamuno en "El sentimiento trágico de la vida". El segundo posicionamiento, racionalista-objetivista, halla en la ciencia su expresión más acabada, recordando en esto de pasada a Inmanuel Kant con su racionalismo crítico cuya facultad de la razón bien repartida entre todo hombre, dice René Descartes en su Discurso del Método", viene a ser el ápice de la dignidad humana; de donde se tiene entre los últimos aportes del pensamiento moderno acotan que estética y ciencia constituyen modos de estar en el mundo, intervenir sobre él dominado sus leyes, aprovechando sus posibilidades, interpretar y hasta transformar.
Ambas vías pueden contar con reconocida validez y, de acuerdo a diversas prácticas, construir y representarse el mundo. Son en sí formas de aproximarse a la realidad, con inestimables aportes en ámbitos que parecen separadas, pero, vistas bien las cosas, están inextricablemente unidas y se complementan, de tal suerte que bien se puede hablar someramente que en el binomio tradición y modernidad en Venezuela durante los siglos XIX y XX se desarrollaron expresiones estéticas y científicas que hoy son historia cuyos vectores de expresan en el presente.
Igualmente, se puede decir que la primera forma de práctica social aborda la manera de ser de una determinada región, localidad y comunidad y la segunda describe las relaciones causales de los eventos naturales y sociales. Por ejemplo, las formas de uso y ocupación del espacio, tecnologías, así como la dinámica, estructura y comportamiento de las organizaciones impulsadas por los hombres y su sociedad específica en un marco temporal provistos de los elementos propios de la cultura común pero no unánime. Porque como expresa Roger Cartier una sociedad está compuesta de diversas tradiciones culturales, heredadas de otros espacios dinámicos con obras y gestos que hacen circular, recrean o reelaboran; todo a tenor de las demandas del presente. Ya que las nuevas generaciones se hacen también nuevas preguntas sobre eventos del pasado o sus modos de ser y hacer, lo que da lugar a categorías como identidad, tradición y patrimonio que es dable reconstruir siguiendo ciertas pautas epistemológicas y metodológicas.
II
Así, hemos oído la exposición de una investigación doctoral de naturaleza documental cuyo eje central pareció tener como objetivo la reconstrucción de la cultura larense y la región centro occidental de Venezuela, tomando como referencia La Orquesta "Mavare", período 1898-2015, a partir de lo cual se ha venido perfilando cierta identidad regional y local aunada a la tradición mariana de la Virgen Divina Pastora de Barquisimeto; rasgo distintivo frente al sistema-mundo capitalista marcado por la globalización que diluye los elementos y factores identitarios propios.
Las agrupaciones musicales del estado Lara vendrían a ser construcciones híbridas, propias de un magma de la tradición musical europeo como los instrumentos, solfeo, lectura musical junto a tradiciones del mundo de la madre África y las comunidades aborígenes nativas hasta conformar un complejo cultural de gran riqueza en el plano axiológico, uno de cuyos primeros núcleos lo constituyeron las entidades religiosas como los Seminarios y Conventos cristiano-católicos; ello dio lugar a tradiciones como orquestas de cámara, popular y académica, con lugares privados de ejecución o públicos; verbi gracia, los conocidos kioscos y retretas de las plazas púbicas, que hacen parte de los retratos de la vida social en el marco de la modernidad tardía en Venezuela de 1880 en adelante, positivismo y pensamiento liberal de por medio, cuyas ideas-fuerza sabemos que entraña la promesa de paz, progreso y civilidad al modo eurocéntrico, donde la ciencia y la técnica son punta de lanza.
La música como creación estética sintetiza y expresa, del tribunal académico de ocasión, "el ser latinoamericano" en la trayectoria geo-espacial de la región centro occidental de Venezuela, hace parte de la idiosincrasia de un pueblo con representaciones e imaginarios donde se fragua una identidad particular a partir de una idea de progreso y civilidad, además la religiosidad mariana expresa una representación de las redes sociales en el contexto de la transición rural-urbana; allí, además, la Orquesta "Mavare" expresa la voluntad de expandir en el tiempo la dinámica de unos valores de pretensiones universales como es sistema de la cristiandad.
Se ha logrado crear así un tejido social con puntos de unión o conjunción donde participan las nuevas instituciones, como la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado a la que ahora está adscrita, según el testimonio expuesto; así se tiene entonces, que la musicalidad larense viene a ser una particularidad, un modo de ser, dado que históricamente esta entidad ha sido siempre un centro musical y la investigación presentada sistematizó todo ese proceso desde una perspectiva interdisciplinaria, pues, pudo observarse que lo objetivo y lo subjetivo se conjugan en un tiempo donde cohabitan además la modernidad y la tradición.
Por su parte, el informe de investigación, que consiste en sistematizar y teorizar los "Combates por la Historia" (Lucien Febvre) de una corporación científica-cultural particular: La Fundación Buría de Barquisimeto, período 1985-2017. Asociación civil sin fines de lucro de la que muchos quienes hemos egresado en Ciencias Sociales, mención historia de la UPEL-IPB y nos aproximamos a la comprensión y vivencia de lo que es en sí el trabajo de una comunidad académica, somos deudores; a pesar incluso de las diferencias que se puedan sentir y haber expresado alguna vez respecto a las ejecutorias de algunos miembros del cuerpo directivo en el campo particular de las opciones político-partidistas (adherentes de la Revolución Bolivariana y chavista pero de la que hoy adjuran o se "arrepienten" de haber dado ese paso, como mucho antes cuando apoyaron a Caldera II bajo la entelequia teórica de la existencia de una burguesía nacional como factor de modernidad, tesis que sostuvo Brito Figueroa y otros intelectuales como Freddy Carquez y Luís Fuenmayor Toro, entre otros, hasta emergiera Hugo Chávez y todos vieron en su figura la esperanza de promover un modelo político justo).
O diferencias en la perspectiva epistemológica y metodológica al abordar las investigaciones sociales e institucionales (grandes relatorías descriptivas, al modo de cuadros concéntricos, sin teorización sino elaborando lo que algunos denominan "proyección", como si se tratara de estudios exploratorios, evaluativos, transaccionales o de correlación y no interpretaciones da datos documentales que obedecen a orientaciones filosóficas sobre el mundo de la vida).
Además, algunos cultivan una historia sin más o aséptica, sin parar mientes a lo que Federico Brito Figueroa, el fundador, denominara "Historia Militante". Esto es, identificada con procesos de liberación socio político y auto determinación de los pueblos de Latinoamérica y el caribe frente al imperialismo político, económico y cultural impulsados desde los grandes centros hegemónicos como Estados Unidos y Europa en la actualidad, aspecto donde hoy Venezuela lleva la batuta y es referencia, como reconociera recientemente el vicepresidente de Bolivia, ciudadano Álvaro García de Linera.
La referida tesis doctoral al parecer obvia, según lo que se oyó en la disertación, los aspectos más polémicos de la historia de esta asociación científica, aunque logra al menos destacar su importancia y "deconstruir" en términos de Jacques Derrida la noción del creador científico solitario en el campo de las ciencias humanas y sociales, en cambio su labor suele estar asociada a instituciones que fungen como mediadores culturales; paralelamente emerge que uno de sus objetivos viene a ser también la formación del ciudadano, la construcción de ciudadanía, como parte de un proyecto intelectual que abarca ya un periplo de treinta años.
Un lugar de la memoria la Fundación Buría recogido en vivencias, revistas y libros, además de los procesos atientes a la formación de una comunidad de investigación que, aun cuando tengan opinión política (ahora muy contraria al actual proceso bolivariano presidido por el presidente Nicolás Maduro, conservan una autonomía relativa y algunos hasta se han podido ver haciendo acto de presencia en los congresos de historia regional y local que organiza ahora el Centro Nacional de Estudios Históricos, como se sabe muy contrario a la perspectiva de la Academia Nacional de la Historia sino que es parte de la práctica de las teoría rivales.
Finalmente llama la atención que no se hizo historia comparada o señalar cuales han sido los estudios similares que le preceden sobre asociaciones científicas y culturales de similar factura, tanto en Venezuela como en el mundo, solo se tomaron como referencias los aportes sobre comunidades discursivas de Mora García y otro trabajo sobre don Tomás Straka, que ignoramos del todo, aunque uno sabe que tampoco es mucho lo que se puede decir en cuarenta minutos que sintetizan un informe de más de doscientas páginas y revestidos de una incómoda toga y un birrete, mugre del detritos medieval que sobrevive hoy en la academia, decía Ignacio Burk; se olvidan muchas cosas en ese momento, como nos pasó personalmente el día que hiciéramos nuestra presentación doctoral, cosa que aún nos apena y sobre eso no se pueden recargar las tintas.
Lo cierto es que en Venezuela existe la Asociación Cultural Humboldt, con sede en Caracas, donde funcionan también las asociaciones nacionales de academias, fundadas a finales del siglo XIX que extienden la tradición de organismo de ese tipo y según el desarrollo de las ciencias y las artes den Italia, Alemania, Francia de Inglaterra. En efecto, S. Bromley (1975) en el tomo VI de la "Historia del Mundo Moderno" (Cambridge University Press", Editorial Ramón Sopena S/A. Barcelona) acota que:
"Sobre las sociedades científicas del siglo XVII recayó la tarea de organizar la ciencia como profesión. En general, las universidades como tales daban pocas facilidades para la investigación e instrucción científicas; las sociedades científicas, por el contrario, al igual que hicieran las sociedades literarias anteriormente, fueron fundadas por universitarios para que en ellas se albergasen los nuevos conocimientos al margen del sistema universitario tradicional. Las primeras sociedades surgieron en Italia, pero en 1700 habían dejado de existir. Fuera de Italia surgieron dos grandes instituciones nacionales al objeto de fundar unos centros en donde se pudiese llevar a cabo la investigación científica organizada. Estas dos instituciones fueron la Royal Society y la Academie de Royale des Sciences. Su preeminencia demuestra cómo la supremacía intelectual de Europa la compartían por igual Gran Bretaña y Francia. En Alemania existían dos sociedades científicas menores, pero aún no tenían academia nacional. Fueron la Royal Society y la Academie des Sciences las que servirían de modelo a las numerosas academias que posteriormente se fundarían en Europa y América" (p. 25).
La Fundación Buría, entonces, más allá de las acusaciones de ser un grupo cerrado y donde apenas algunos miembros son convocados y los demás son sólo amigos/as que van a llevar incienso, cargar las sillas y mesas cuando hay los eventos bianuales, es un referente cultural; todo de manera autogestionaria porque nunca han contado con financiamiento del gobierno o del erario público y se entronca con aquella tradición europea sobre asociaciones científico-literarias, a falta de mayor información es única en Venezuela.