Enrique Dussel y Francisco Zambrano: la descolonización del pensamiento

Nuevamente el gran periodista uruguayo-venezolano del parche la noche de este martes 23 de octubre de 2018 ha tenido como invitado especial al filósofo, teólogo e historiador argentino-mexicano Enrique Dussel (Provincia de Mendoza, Argentina, 1934 y exiliado en México desde 1975). Su programa "Dossier", de gran audiencia en el país por Venezolana de Televisión, VTV, también en América Latina y el mundo por la cadena multiestatal Telesur, nos ha obsequiado una ocasión de oro para ver y oír la disertación de este maestro de la Filosofía Latinoamérica, quien ha vuelto a Caracas por estos días para participar en las sesiones de la III Escuela de Pensamiento Descolonial.

Al ver sentado en el set del Estudio 3 de VTV donde su productor el Prof. Walter Nelson Martínez (1941) hace su reconocida emisión con ese invitado tan especial, de inmediato recordamos a uno de nuestros más distinguidos profesores, admirado y controvertido; lo recordamos nosotros sobre todo como uno de sus alumnos en seminarios de postgrado, por ejemplo: Problemas clásicos de la filosofía y Filosofía moderna en un Diplomado en Didáctica de la Filosofía (2016) y otros cursos libres de formación continua sobre Diálogos platónicos o Problemas Epistemológicos Contemporáneos: Antecedentes Kanteanos y su Crítica de la razón pura, de hasta dos o tres años de duración en esas mismas áreas desde el año 1998 del que participáramos (pero por cuestiones técnica-administrativas el certificado de la Subdirección de extensión concedido validaba sólo 16 horas teórico-prácticas); igualmente fuimos parte de su staff de docentes supernumerarios en los cursos: Introducción a la Filosofía, Filosofía de la Educación, Ética y Docencia, Epistemología y Educación, Filosofía del lenguaje del Instituto Pedagógico de Barquisimeto.

Nos referimos al Prof. Francisco Zambrano (Trujillo, 1956-Barquisimeto, 2016), acérrimo crítico de las tesis de don Enrique Dussel, porque consideraba forzado que se pudiera hablar en sentido estricto de una filosofía latinoamericana sin recurrir a las categorías y métodos de razonamiento y argumentación de origen europeo, sea que se hablara de los presocráticos, clásicos greco-latinos, modernos y contemporáneos. Una vez nos dijo personalmente, ya que dirigió algunas lecturas de autoformación, que una cosa era ser estudioso de las ideas de América Latina y el Caribe (tipo Salazar-Bondy o Castro-Leiva) y otra ser filósofo, asimismo era cosa diferente ser profesional de la filosofía que ser un pensador original. Pues la historia enseña que grandes fundadores de sistemas filosóficos no necesariamente habían cursado la carrera universitaria; por eso en la práctica administrativa de cursos universitarios de pregrado él a veces prefería contratar profesores egresados en historia y ciencias sociales que a egresados en filosofía, peor si habían estudiados en seminarios de la iglesia: engreídos de la escolástica pero sin conocer realmente esa corriente y sus autores, dogmáticos de catecismo y en general militantes de la derecha política. No era en verdad persona de trato fácil, irónico y sarcástico se supo crear sus propios enemigos.

Zambrano como renovador de los estudios filosóficos en nuestro Instituto Pedagógico de Barquisimeto, al menos desde 1993-2016, cuando como simples estudiantes nos recomendó encarecidamente leer y estudiar la obra Paideia: los ideales de la educación griega, de Walter Jagger pero una sección lo protestó porque era un libro de muchas páginas (¿) y retomara después con grupos más selectos en 1998-2007, los suspendiera para por apremios con fines de concluir su tesis doctoral, iniciada primeramente en la Universidad Simón Bolívar pero concluidos en la UCV por habérsele vencido el tiempo de la escolaridad y nuevamente los retomara con seminarios especializados y defendiera brillantemente su tesis de 2010; en 2011 nos convocó nuevamente para compartir su investigación sobre el tema de la verdad en Blaisse Pascal, con especial referencia a las obras De veritates, Proslogium de san Anselmo de Conterbury, Summa Teológica y la Suma contra los gentiles de san Tomás de Aquino, Confesiones de san Agustín, a los intercalaba comentarios de la obra Política de la Liberación , Vol. II. La Arquitectónica, del Dr. Enrique Dussel, el neomarxismo y la filosofía de la praxis. Asuntos muy arduos y abstrusos, sólo comprensible para los iniciados pero que disfrutamos mucho, en unas sesiones que como siempre decíamos nos reconciliaba con la academia, más allá de los apremios administrativos, protestas y huelgas por un salario medianamente equiparable a la cesta básica.

Ello le permitió al Prof. Zambrano crear una especie de escuela de filosofía ad hoc; claro, con admiradores y detractores, a veces incluso de entre sus mismos exalumnos. Su deseo más grande era crear una especialización y maestría en filosofía de la educación o didáctica de la filosofía, para lo cual el referido Diplomado vendría a ser un paso previo, pues como muchos recordarán en tiempos cuando nuestras universidades estaban llenas de estudiantes día y noche se impusieron los estudios para graduados administrados con fondos propios, esto es con pago de matrícula pos los participantes, como en cualquier universidad privada: Maestría en… enseñanza de la Química, Biología, Física, Geografía, Literatura, Historia, entre otras disciplinas.

Volviendo al asunto de Enrique Dussel nos decía el Prof. Francisco, con bastante seriedad y circunspección, como se dice, que la obra de este pensador de pretensiones autonomistas, paradojalmente siempre recurría a "la caja de herramientas" de la filosofía clásica europea, incluso cuando cita a Hegel o Marx; un ejemplo concreto lo vino a representar sobre todo en sus 14 tesis éticas (2016), de reciente publicación y con un amplio registro mítico, tal vez por su condición de teólogo cristiano católico y cocreador de la Teología de la Liberación; (que por cierto logra explicar muy bien el colega y buen amigo Dr. José Gregorio Girálico López en su seminario de Ética y Filosofía social).

En fin, a Zambrano la obra de Dussel que le hubo de causar mayor admiración fue una titulada: "Para una erótica latinoamericana" (2014) y publicada en Venezuela por la editorial "El perro y la rana", donde observara una posición antrópica, esto es, una concepción específica antropológica o del hombre y la mujer situada en un contexto sociohistórico concreto, el nuestro americano caribeño y con una específica cosmovisión, vivencia de las dimensiones ética, estética y preferencias políticas mediadas por la equidad y el reconocimiento del otro; como diría Michel Foucault de la biopolítica. O sea, la relación específica de la vida y la política o el arte de gobernar, además del cuidado de sí mismo mediante la alimentación, la atención a la salud, la belleza y los desarrollos que hoy se llaman ecológicamente sustentable. Todo lo cual requiere de autocontrol, conscientes de que lo que está en juego no es poca cosa, sino como suele decir Walter Martínez de la supervivencia de la propia especie humana en la única nave espacial que tenemos.

 



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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