Defensa del Estado-Nación venezolano

I

- "Si, pues, añadí, lo deleitable es bueno, nadie que sepa juzgue haber algo mejor que lo que hace o le es posible hacer irá a hacer lo bueno, pudiendo hacer lo mejor; ni juzgará ser vencido en esto sea otra cosa que ignorancia; ni que mandar en esto mismo sea algo distinto de sabiduría".

Les pareció a todos.

- "Pues bien; ¿llamáis "ignorancia" a tener opiniones falsas y engañosas respecto de asuntos de gran importancia?".

También esto les pareció bien.

- "Así que, continué, nadie va de buena gana tras lo malo o tras lo que juzgue ser malo; ni, al parecer, entra en la naturaleza humana ir voluntariamente hacia lo que cree ser malo, en vez de ir hacia lo bueno. Y cuando se vea forzado a elegir entre uno de los dos males, nadie elegirá el mayor, pudiendo elegir el menor".

("Protágoras", 358ª, Platón: Obras Completas IV. Traducción: Juan David García Bacca. Coedición Presidencia de la República y la Universidad Central de Venezuela. Caracas, 1980. P. 211-212).

II

La cita del Protágoras nos invita a tender a la excelencia en lo moral y político, ir de lo bueno a lo mejor (virtud), superar la ignorancia (cavernas oscuras de las ideologías) y buscar la sabiduría (filosofía y ciencia) en el marco de un territorio amado donde se afinca el pueblo con su lengua propia que le da identidad, sus tradiciones históricas-literarias superando coyunturas difíciles donde se juega su existencia misma como individualidad y colectividad, por ejemplo, frente a una invasión perpetrada por ejércitos mercenarios extranjeros. Ello nos pone a todos en una situación dilemática, ¿qué elegir? En esa línea, ¿no habría que buscar el justo medio? "… forzado a elegir entre uno de los dos males, nadie elegirá el mal mayor, pudiendo elegir el menor", acota el filósofo.

En ese sentido, no olvidamos la vez que el maestro Dr. Federico Brito Figueroa (La Victoria, estado Aragua, 1922-Caracas, 2000) fundador de la llamada "Escuela Histórica de Caracas" bajo la perspectiva militante e insurgente o revolucionaria apoyado en la metodología económica-social, esa de la que algunos se han alejado hoy día porque al parecer creen que ya no le sacan todo el provecho que antes le sacaban; en una de esos encuentros académicos que organizaba junto a sus colaboradores y discípulos en el Instituto Pedagógico de Barquisimeto a mediados de la década de 1990 pidió, para sorpresa de la mayor parte del auditorio con su vozarrón de fumador empedernido, "Un aplauso al Estado Nacional".

¿A qué obedeció semejante arenga que elevó la emoción patria en un ambiente que en general se pretendía aséptico, según la orientación positivista o estructural-funcionalista de la mayoría de nuestros centros de educación superior entonces, en parte porque seguía las metodologías aprendidas en la academia norteamericana donde en general se formaba el profesorado? ¿Fue una excentricidad o expresión de un posicionamiento firme ante una realidad percibida como de neo coloniaje cultural, matriz que aún siguen muchos hoy en Venezuela? ¿No obedeció a que se identificaba con los procesos políticos de liberación?

Eran tiempos del campante neoliberalismo, la "globalización" y la "mundialización" que en su circulación universal de mercancías, discurso y símbolos tendían en sus proposiciones a desestimar y aun amenazar la existencia misma del Estado-Nación venezolano o latinoamericano-caribeño. La ideología del pensamiento único. Frente a semejante coyuntura había que surgir, desafiar el estatus quo, como de hecho lo hizo en 1992 la juventud militar nacionalista e inspirada en la tradición independentista o autonómica y libertaria del Libertador Simón Bolívar, demás héroes emancipadores y "el pueblo llano", expresión típica del Dr. Federico Brito Figueroa.

Esta vez la reacción nacionalista y justiciera fue encabezada por el comandante Hugo Rafael Chávez Frías, a quien por cierto "El Viejo Brito" conocería en la cárcel de Yare y fue su tutor en la Maestría en Ciencias Políticas cuya escolaridad seguía en la Universidad Simón Bolívar, pero cuyo Trabajo Final de Grado no llegó a sustentar oralmente en la forma tradicional de la academia, sino que "su tesis central o hipótesis de trabajo" la fue desarrollando por largos años en la arena política; en verdad se puede decir que pudo revisar el "estado de la cuestión" de la teoría política antigua y contemporánea con denodado esfuerzo intelectual hasta diseñar y aplicar exitosas políticas públicas de gran impacto desde la conducción del Ejecutivo Nacional (1998-2013). De suerte que luego pudo recibir algún Doctorado por Causa de Honor, en Argentina, por ejemplo, que recordemos o en alguna otra nación.

"Andando el tiempo", otra frase típica del maestro Brito, Chávez fue también, a la distancia y fuera de los claustros universitarios "discípulo" de este reconocido historiador que se desvivía por comprender la dinámica de la estructura económica y social de Venezuela y sustentar una teoría-práctica para la acción transformadora sociales e institucionales caracterizada por el capitalista-dependiente. En ese sentido ambos, maestro y discípulo, fueron unos grandes apasionados del Estado-Nación, uno de cuyos elementos fundamentales como por cierto acaba de recordar ahí en VTV el actual Ministro del Poder Popular para la Educación, Aristóbulo Iztúris y que ha motivado este escrito, es el territorio; un bien deleitable, bueno y bello por todas las riquezas materiales y paisajísticos-espirituales que ofrece a su gente. No cayeron en la ignorancia y el engaño. No se guiaron por opiniones falsas, como recomienda Sócrates por intermedio de Platón en el diálogo citado aquí en el epígrafe.

III

En breve, frente a una eventual invasión como horrenda mueca del imperialismo, porque la guerra es el peor mal (Simón Bolívar, dixit) y la entrega de todos los recursos del territorio nacional a las trasnacionales made in USA, que es su fin último; ya que, por cierto, éste como ha dicho el mismo Trump, no da nada sin esperar nada a cambio, sin un buen retorno de la inversión hecha. Sus negocios siempre son leoninos. Se queda con la más grande y mejor parte del botín.

La eventual invasión daría origen, nos comenta un amigo con quien discutíamos estas cosas, a una guerra larga de resistencia, como en Irak, Libia u otras naciones invadidas por USA para llevarles la democracia o restaurarla. Eso sería el mal mayor, ¿cuál es el mal menor? Rendirse no es, sería la extrema cobardía, la felonía y la desvergüenza, los pueblos llevan en sí el coraje de su propia sobrevivencia, decía el comandante Chávez. Lo justo es dialogar, establecer acuerdos consensuados. ¿Por qué entonces algunos andan celebrando por las calles la grosera injerencia de Estados Unidos y la Comunidad Económica Europea? Gente así, ¿son cobardes o valientes? ¿Moderados y virtuosos ciudadanos o temerarios promotores de la violencia y la muerte? ¿Qué no dijo el diputado Guaidó al New York Time, respaldando a un vocero de la Casa Blanca, palabras más, palabras menos, que la intervención militar norteamericana en Venezuela sería una "acción rápida" con poco derramamiento de sangre?

Como mediación el tarambana Jefe de Estado español Pedro Sánchez, neo socialista cercano a la agrupación Podemos, ha propuesto un "Grupo de Apoyo". Por cierto, Pedro Sánchez graduado de Doctor dudosamente en cierta privada Universidad española, Camilo José Cela o Rey Juan Carlos, es por eso un sujeto de baja catadura moral, semejante a muchos aquí en Venezuela que pagan para otros les hagan las tesis porque administrativamente requieren ese pergamino, aunque sea con fines de pavonearse, pero no por eso dejan de ser zafios, zainos y ladinos. Menos mal que el actual presidente de México, AMLO, con suaves maneras lo puso en su lugar. Así demuestra palmariamente que Pedro Sánchez fue formalmente acreditado en el gremio de los "doctores" pero cuando hablan se advierte que puede ser muy poco docto, en cambio un "meditador" apoyado en las más nobles tradiciones libertarias del pueblo puede ser un estadista veraz y honesto.

La defensa del Estado-Nación es obligante porque como afirma Michel Foucault (en su obra "Seguridad, territorio, población: Curso en el Collége de France: 1977-1978. 1ra ed. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. 2006):

"El soberano ejerce poder sobre un territorio a partir de una localización geográfica de su soberanía política: es algo que tiene que ver con una naturaleza o, mejor, con la interferencia, el enredo perpetuo de un medio geográfico, climático y físico con la especie humana, en cuanto que ésta tiene un cuerpo y un alma, una existencia física (y) moral; y el soberano será quien tenga que ejercer su poder en ese punto de articulación donde la naturaleza, en el sentido de los elementos físicos, interfiere con la naturaleza en el sentido de la naturaleza humana" (p. 44).



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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