(Reflexiones de la tertulia literaria "La Mesacoja")

El Discurso de Angostura y los problemas clásicos de la filosofía

Cada cual y a su modo, se podría decir, celebra con su familia, amigos y allegados estos 200 años del Congreso de Angostura, 1819-2019: viendo los actos oficiales por tv en la Casa del Congreso, aplaudiendo o criticándole, leyendo algún libro o revista, participando en actos culturales en escuelas, liceos y universidades, que supongo han hecho o harán por estos días. Aunque hoy muchas instituciones educativas están de paro porque sus docentes, empleados y obreros exigen sueldos justos. ¡Faltaba más! O también porque con esas marchas y concentraciones muchos "politiqueros de oficio y beneficio" están haciendo el juego al "autoproclamdo" so pretexto de exigir salarios adecuados a la terrible hiperinflación que padecemos, cambio de régimen político y "ayuda humanitaria".

Sin embargo, ¡piden aumento salarial es al presidente Nicolás Maduro!, ¿no es que el "interino" es su "presidente" ?, ese actual Capitán General o Procónsul del nuevo imperialismo del que se sienten sus lacayos y quien coordina la "ayuda humanitaria" que al final no es ni una cosa ni la otra. Curioso paralelismo el que protagonizan ciertos "docentes" que seguramente como disfrutan de la "licencia sindical" ni enseñan nada ni ellos aprenden nada de esas "luchas". Simples burócratas que si no interfirieran en el "acto educativo" tan gravemente ganaría mucho el sistema educativo venezolano, pero sobre todo su falencia mayor viene a ser la impostura, aparentar lo que no son. Pero eso es otra cosa. Volvamos al punto inicial.

Otra forma que tiene la sociedad civil de celebrar el Bicentenario del Congreso de Angostura viene a ser participar en alguna tertulia literaria eventual con amigos y colegas, como comentaremos más adelante en estas líneas, ya que el "Grupo Literario La Mesacoja" que dirige el Sr. Francisco Suárez en la Plaza de Libros Usados de Barquisimeto este sábado 16 de febrero de 2019 abordamos este asunto. ¡Y no sin emoción! Como señaló en varias ocasiones el Sr. Gildardo Rojas, un buen lector de La Patria Grande formado en humanidades clásicas en un seminario de la iglesia católica y como abogado en elitistas universidades colombianas que ha hecho su vida en Venezuela y en especial en la "Capital musical de Venezuela" en el comercio humildemente.

Bicentenario del Congreso de Angostura, 1819-2019. ¡Qué privilegio nos ha deparado la historia inmediata! Con razón el comandante Chávez hablaba de la belleza de la "Era bicentenario" y a sus jóvenes "La generación de oro". En cualquier caso, uno quisiera que hubiera sido en un contexto muy diferente al actual dominado, como se ha dicho ya, por una coyuntura asfixiante y de nuevos peligros para la soberanía e independencia de Venezuela. Lo hemos oído directamente de voceros del Pentágono, la Casa Blanca o demás dependencias controlados por los arcones neoconservadores de USA amenazar con una invasión a la Patria de Bolívar y demás libertadores. ¡Quién lo diría!

El llamado a una ocupación de este nuevo imperio, el norteamericano, ha repotenciado la necesidad de recurrir a la palabra de nuestros padres fundadores. Los verdaderos. No los que imagina falazmente el presidente de Colombia, un tal Márquez o Duque, en todo caso un aliado estratégico de medio pelo y bastante "ignorante"; por eso algunos y no sin razón asemejan aquellos tiempos bolivarianos con los actuales: hay que definirse, asumir posturas. Aunque el hombre apenas puede influir en la conducción y dar direccionalidad a los acontecimientos. Somos, como dijo ya Bolívar, "… una brizna de paja en el viento", una hoja en el huracán revolucionario. ¿No es Carlos Marx quien dice en "El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte" que si bien los hombres hacen la historia no la hacen como quisieran ellos sino como se lo permiten los acontecimientos?

Vamos al grano, pues. Como algunas otras piezas de la creación intelectual del Libertador Simón Bolívar (Caracas, 1783-Santa Marta, Colombia, 1830) el Discurso de Instalación del Congreso de Angostura (Angostura, 1819, hoy Ciudad Bolívar, Oriente de Venezuela y a orillas del gran Río Orinoco) suele ser abordado bien desde diversas perspectivas:

histórica-literaria, con fines de "reconstruir" documentalmente o a partir de testimonios y vestigios el estado de la cuestión ideológica-política y militar del proceso de la emancipación venezolana y latinoamericana-caribeña; la diplomática, pues, Bolívar parece que era muy consciente de la trascendencia presente y futura de ese evento para la comunidad internacional a la que quería insertarse con plenos derechos la nación creada o a crear; la ciencia política, por que lanza grandes postulados atinentes a la organización del Estado-Nación y hasta desde la perspectiva de los imaginarios y las representaciones sociales, dado que sugiere lo que hoy se llama: crear una nueva subjetividad republicana, de una nueva ciudadanía; para lo cual entendía como fundamental la educación de profundos contenidos cívico-morales, científicos-técnicos y estéticos como forma esto último de exaltar y valorar las bellezas paisajísticas de lo nacional, continental o local, si cabe este último término en el marco de la geografía de la sensibilidad y nuevas sensibilidades con gustos, colores, sabores y demás, propios de la gastronomía, por ejemplo.

Así, oyendo las intervenciones del Dr. Julio Batista, médico oftalmólogo andino "barquisimetido" y del historiador Profesor Arnaldo Guédez, tocuyano de pura cepa, reconocidos servidores de la comunidad universitaria de la UCLA en sus respectivas especialidades, ambos de grata conversación y erudición, que hicieron referencia al sustrato filosófico greco-romano de Simón Bolívar en la construcción del Discurso de Angostura se nos ocurrió que esa pieza oratoria puede ser vista desde la perspectiva de lo que el Profesor Francisco Zambrano (Ciudad Trujillo, 1956-Barquisimeto, 2017) solía llamar en sus clases "Problemas clásicos de la filosofía". A Saber, la ontología, antropología, epistemología y axiología.

En efecto, la ontología (la realidad de la realidad) o eso que Michel Foucault diera en llamar "Ontología de lo actual", entendiendo por tal una cierta auscultación del movimiento de la cosa social describiendo los atributos o variables influyentes o determinantes del comportamiento del hombre y las instituciones sociales en un período de tiempo determinado o, siguiendo a José Ferrater-Mora en su famoso Diccionario de Filosofía el "ser" del "ente", en este caso del Estado-Nación en proceso de constitución para dar el salto político a la construcción de un gobierno autónomo, la "tiranía doméstica" que decía Bolívar el Libertador; con un territorio cuyo elemento fundamental es el pueblo (antropología filosófica), la gente americana, un "nosotros" particular, no europeo, ni africano ni indígena propiamente tal, no es una "emanación" de Europa sino una especie de "especie intermedia", un ente antropológico mestizo o propiamente hibridado física y culturalmente.

Comprender lo anterior supuso realizar una ruptura amplia en los planos gnoseológicos, epistemológicos y axiológicos, ello porque las viejas categorías resultaban insuficientes por lo que hay que vivir y experimental ciertas rupturas o reconsiderar ciertas continuidades tanto en las teorías del conocimiento como en la teoría de los valores hasta tal punto de proponer unos nuevos marcos sociales e institucionales, aunque Bolívar parece quejarse amargamente del formalismo de la modernidad liberal-burguesa; sobre todo porque permite desarrollar una actitud que limita la subjetivación de la ley, la escasa internalización de sus contenidos, de tal suerte que las nuevas repúblicas tienen que, como hubo de pedir al Congreso de Angostura, fomentar la educación, la cultura y la ciencia: mecanismos expeditos para alcanzar los fines del hombre y la sociedad, que no es otro que felicidad social, una expresión que al menos deviene de Boecio, tenido por "el último romano y el primer escolástico" por su obra "Consolación de la filosofía". ¿Notaron cómo el Discurso de Angostura esta "plagado" de problemas clásicos de la filosofía?.




 



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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