Me había despedido por algún tiempo pero resulta que ayer sintonicé en VTV, el programa “Al Momento” de MARIA TERESA GUTIERREZ y me encontré a la camarada Lina Ron, en una especie de polémica entre ella y Albornoz en la cual Lina decía muy firmemente que el triunfo no nos debería volver a colocar en el estado de seres santificados que perdonan y vuelven a perdonar y la respuesta de los perdonados es incrementar la zancadilla, el golpe artero, las conspiraciones, las calumnias y traicionar y volver a traicionar. Estoy cien por ciento de acuerdo con ella que es precisamente lo que el Comandante nos ha expresado cuando repite aquellas palabras del libertador: “ detrás de cada conspiración o traición venia otro perdón”, lo que trajo como consecuencia la perdida de la Republica y termino expulsando al padre de la patria en una ultima traición que lo llevó a la muerte. Esta nueva oportunidad que nos dio, primero Dios y luego el carisma inobjetable del supralider,como lo llamó Lina, tenemos que aprovecharla para tomar medidas impostergables, una de ella ha de ser extremadamente prioritaria que es darle un parado definitivamente a los medios conspiradores y traidores a la Patria que mienten calumnian, y dañan día a día la mente de un pueblo al que han logrado desprender del cuerpo de la patria para convertirlo en su esclavos mediáticos que como títeres actúan al son que les toquen. Son los mismos a los que llevaron a guarimbas,a marchas asesinas, a golpe de estado. Por ello hay que simplemente, en base al mandato contundente del pueblo, proceder de una vez por todas a limpiar el espectro radioeléctrico venezolano de esa escoria que tanto daño le ha causado al tejido social. No puede haber más perdón porque sería el mismo pueblo el que se tomaría la justicia por su propia mano con el correspondiente perjuicio para la Revolución y otra cosa que podría pasar sería que ese pueblo que ama tanto al comandante, se canse algún día y vaya perdiendo la fe, ello seria fatal para el proceso y dañaría muchos de los planes que existen para el futuro. Por eso, bien sea por la vía del referéndum, que en el caso de aquellos medios a los que se les vencen las concesiones no creo necesario o por la vía de simplemente no renovárselas por el mal uso que de ellas hicieron.
Estoy seguro y como yo ese más de 60 por ciento de venezolanos, en cuyos hombros logró un nuevo triunfo esta Revolución que el día que esa medida se tome, se oirá a lo largo y ancho del país un estruendoso aplauso y vítores de alegría porque al fin se hizo justicia y se extirpó ese cáncer que viene corroyendo la voluntad y las conciencias de tantos venezolanos victimas de la disociación.
El Comandante tiene la palabra aun sin fórmula de juicio porque además de consuetudinaria flagrancia ha habido ensañamiento y delante de muchos testigos que somos todos los que votamos no sólo por la reelección del Presidente sino también para que se tomen medidas contundentes dentro de la democracia y la constitución, y una de ellas es precisamente la de despejar de tanta basura nuestro espacio radioeléctrico con la potestad que la Ley le da al Gobierno sobre dicho espacio.
Por otro lado, entre Albornoz y Lina se tocó, sin profundizar, el punto del partido único de la Revolución que propuesto por el Comandante, es una ingente necesidad, Albornoz como que pistoneó un poco, y eso lo destaca hoy alguna prensa, esa prensa que con pinzas saca de contexto las cosas que le convienen. Pero realmente ya es bueno que los líderes de los partidos del cambio se definan ante la propuesta del líder, que ha demostrado no equivocarse en la estrategia que hasta ahora ha sabido implementar para tantos y contundentes triunfos. Si todos somos revolucionarios, tenemos los mismos principios socialistas y tenemos los miemos objetivos, no se concibe que el movimiento esté dividido en estancos porque se corre el peligro de que surjan ocasiones en que cada quien quiera inclinar la balanza para sus intereses muy particulares. Si en la Asamblea Nacional, hasta ahora, se ha demostrado unidad de criterio y de disciplina, no creo sea nada difícil lograr la conformación de un movimiento al rededor del líder y bajo el cobijo de principios que hasta la presente observamos como comunes a todos los movimientos que confluyen en el bloque del cambio, ¡ A DEFINIRSE PUES, ANTES QUE SEA EL PUEBLO QUIEN INICIE LA PRESION!
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