"… de nada le sirve a uno ser una persona encantadora. Lo novelesco y lo romántico son privilegio de los ricos y no profesión de los desocupados. El pobre debe ser realista y prosaico".
(Oscar Wilde. "El modelo millonario". En: "Cuentos". Ediciones Aguilar. México. 1977. P. 337).
No se puede negar que la señora Michelle Bachelet es una persona encantadora y seguramente muy digna de los altos cargos que ha desempeñado en su país natal, el largurucho país austral que dice en una canción el cantor venezolano Ali Primera y ahora en el plano internacional Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas; pero su target pareciera ser el de las clases medias, esas a las que en Chile no les pudo responder con propiedad en lo referido principalmente a la democratización y la gratuidad de la enseñanza superior. Siempre con su tonito conciliador buscó la aquiescencia terminó su primer y segundo período presidencial pero el sistema educativo siguió igual: elitista y privatizado, con su target muy clase media. Ergo, de nada le hubo de servir ser esa persona encantadora que es. Sólo es una buena burócrata, la pobre.
Pero como según aconseja Oscar Wilde en el epígrafe de este suelto "El pobre debe ser realista y prosaico", nosotros que somos parte de la pobrería venezolana y latinoamericana nos tomamos la libertad de preguntar si esa buena mujer no es sino el brazo de la oposición venezolana y del imperialismo; porque ¿cómo es que si nuestro país está extremadamente limitado en el plano económico-financiero no sólo por errores en el diseño de políticas sino muy asfixiado por el bloqueo de sus cuentas internacionales, más la apropiación de muchos de los activos de PDVSA por parte de USA y los amigotes del Ingeniero de treinta y pico de años, en el informe recientemente presentado por la Bachelet no diga nada que semejantes medidas son un atentado contra los derechos humanos?
Invitada por el gobierno nacional a parte de chulearse pasajes, hospedajes, comidas… Todo de primera en un país donde dizque no hay sino miseria, la referida funcionaria (bien pagada en dólares); se reunió con tutiri mundachi, del gobierno y de la oposición venezolana, pero en su registro etnográfico, o fenomenológico (informe final) privilegió fue las versiones de las ONGs opositoras venezolana, esos organismo también bien pagados con verdes por la CIA; con razón el autoproclamado lo ha celebrado por todo lo alto, dice que lo allí contenido es parte de su éxito (del pitiyanqui Guaidó, se entiende, que cada vez están más unidos y otras sandeces por el estilo; Noticiero Venevisión, 5 de julio de 2019, 7 y 30 pm).
Suponemos que la comisionada en muchas de las observaciones sobre derechos humanos tiene razón, porque en Venezuela domina más bien una precaria tradición en el respeto a la dignidad humana por parte de ciertos cuerpos de seguridad del Estado; cuestión muy lamentable comentada inclusive por esos grandes periodistas que han sido los dos Rangel, Eleazar Díaz y José Vicente; pero el error fundamental de la Bachelet ha sido obviar que las sanciones a Venezuela promovidas por el segmento más radical y pitiyanqui de la oposición y aplicadas por sus amos imperialistas USA, CEE, Grupo de Lima, ciertas colonias del caribe) han sido la más grave violación de los derechos humanos a la población venezolana.
El gobierno bolivariano tendrá que corregir, tomar medidas para lograr el pleno respeto a la vida, que es valor superior en su ordenamiento jurídico como reza la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; sin embargo, si no hay cooperación en el plano internacional con fines de flexibilizar ese asunto de las sanciones financieras que ciertamente impiden la comercialización de cualquier tipo de bienes, los derechos humanos tendrán muchas limitaciones. Aunque eso creemos es mucho pedir a una funcionaria como la Bachelet, porque no lo comprendió y aplicó medidas cuando era presidenta en su país (gratuidad de la educación en todos sus niveles y modalidades), menos lo podrá hacer respecto a Venezuela.
Volviendo a citar al gran Oscar Wilde en su cuento ya dicho la doctora Michelle Bachelet parece seguir el consejo de que para la educación de la población y otras actividades "Es preferible contar con una renta saneada a poseer todos los atractivos de este mundo. Tales los grandes axiomas de la vida moderna que Hugo Erskine no logró asimilarse nunca. ¡Pobre Hugo!" (ídem).