Caracas, 19 de marzo de 2020.- Alguien me comentó que daba la impresión que la tierra, como ser vivo, estuviese reaccionando ante las agresiones a las que es sometida inmisericordemente por el ser humano, una especie de autodefensa del planeta.
En otras dimensiones, en las del poder mundial, parece que algunos, los corporativos, los de alto vuelo, estuviesen jugando al control poblacional.
Es casi simple sino fuese tan grave, es la lucha de la vida contra la muerte, es el enfrentamiento de dos conceptos que no pueden combinarse, no pueden integrase porque se repelen, sobre todo socialmente hablando.
Las distintas disciplinas científicas suelen prestarse conceptos, combinarlos y adaptarlos a su campo de competencia.
Eros versus Tánatos.
Unos se identifican con la vida, al mantenimiento, el crecimiento, el fortalecimiento de la especie humana, su sobrevivencia y por eso luchan, los otros parecen haber integrado a su visión del mundo que ellos son los escogidos, que al final de cuentas sobrevivirán los mas aptos, ellos, darwinismo social en su concepción más extrema.
Estos últimos, con un desprecio absoluto hacia quienes luchan por el bienestar general, muchas veces apuestan a la muerte aunque sea inconscientemente, se creen intocables y dotados de una composición orgánica que los hace prácticamente invulnerables.
Craso error.
En esta batalla contra el coronavirus que a todos nos afecta, ellos, los del otro bando, el de los intocables, los que piensan que todo este fenómeno no es mas que una invención del gobierno para controlar como sea al país, de los que se quejan por tener que usar una mascarilla que al fin de cuentas es para su propia protección y que piensan que ellos no pueden contagiarse, han adoptado una actitud por demás alarmante, casi apuestan al fracaso de la campaña de frenar al amenazante coronavirus.
Comentarios irónicos, cargados de una energía pesada, análisis destructivos y poco o cero reconocimiento de los países que aparentemente han logrado frenar la pandemia, léase China y desvalorización absoluta del desarrollo farmacológico de otros, como Cuba, que están proponiendo una batería de vacunas y drogas para combatir al COVID-19.
Y sus jefes pensando solo en el negocio, en la ganancia como eje fundamental de su acción quienes están dejando pasar un tiempo clave, durante el cual se va incubando el virus y se arriesgan al enfrentamiento de la aparición de casos masivos.
Para los cuales ningún país está suficientemente preparado, vean el caso de Italia y España.
La lucha es de la vida contra la muerte.
Eros versus Tánatos.
En esa lucha por supuesto que estamos parcializados y apostamos a la vida.
Solo le deseamos a los que se anotan en el otro bando que reflexionen, que piensen y sientan, el ser humano es perfectible y susceptible a cambios.
