Todas las grandes multinacionales alrededor del globo, traicionarán a todos sus trabajadores, que honorablemente y moralmente han defendido y aun defienden a las empresas donde laboran, a más no poder. Se sentían y se sienten protegidos y resguardados por estas grandiosas y poderosas multinacionales. Pues la descarada y declarada, Nueva Orden Mundial, dictaminó y moldeó a sus inocentes, fieles y obedientes trabajadores, en que los acontecimientos y modalidades del siglo XXI, vendrán con desconocidos estatutos, sin responsabilidades o compromisos, con sus trabajadores, y mucho menos los sindicatos.
Las doctrinas de ELLOS, ya están dictaminadas, todos perderán sigilosamente las mayorías de sus derechos, amparos y beneficios, que lograron obtenerlos a través y durante casi un siglo, de jaleos, convenios y sacrificios. Los viejos y nuevos puestos de trabajos, caminarán por encima de un débil y putrefacto cordón. En cambio los venideros, continuos y cabalgantes despidos, serán tan simples como oprimir un botón. Los años de trabajos, las seguridades sociales y los seguros médicos, pasarían a las historia de los recuerdos. Gracias directv, en llevarlo a la práctica.
El gobierno nacional, tendría que tomar medidas contundentes y drásticas, cuando la empresa norteamericana AT&T, (directv) pretenda volver a introducir sus encantados, contagiados y complacientes entretenimientos, en más de seis millones de hogares venezolanas. Esta compañía conjuntamente con su complot, tendría que sufragar con multas e intereses por cada día, horas y minutos, que los inocentes, pero viciosos anónimos, padecen de sus acostumbradas dosis rutinarias.
Mientras el mundo se comprometió a auxiliarse mutuamente por las pestilencias, el gobierno con su administración, que invadieron a esta gran nación EEUU, sanciona y prohíbe la colaboración y peor aún, impide al gobierno de la RBV, que maneje o utiliza sus fondos, en los bancos internacionales. No es una casualidad, que saquen del aire a esta droga de entretenimiento, al inocente pueblo, chavista o antichavista, todos subordinados en plena pandemia y encierro de cuarentena. Los días pasarán, los inocentes niños, adolecentes, mujeres y hombres, dependientes sufrirán, las entretenidas rutinas de pasado dolorosamente se olvidarán y las nuevas e independientes prácticas aparecerán.
Lo más sorprendente es la loca desesperación, de los enemigos número uno de la humanidad y claro está, del rebelde y anarquista pueblo venezolano, por ELLOS, a quienes no se pueden nombrar, pero su embajada y trabajadores fueron expulsados del territorio de los grandes libertadores. Sus desilusiones y desesperaciones evolucionaron drásticamente, a estar dispuestos a eliminar el primordial lavador y moldeador del cerebro humano, que el mundo haya conocido, los medios de comunicaciones visuales, especialmente la televisión por cable, repletos de mensajes subliminares, alterando la sensibilidad y mejor aun, unificando con las mismas dolencias, de la lamentable división del noble pueblo venezolano, sean chavistas o antichavistas. Mil gracias, directv.
Chevron, pago su dosis al narciso Trump, por ello sigue trabajando en nuestra tierra, pero sería ingenuo por parte del gobierno nacional, que no tenga plan B, ya que llegara el día menos esperado y no está muy lejos, se esfumará como lo hizo directv, pareciera que no llegaron a un acuerdo del costo de la vacuna, que el ambicioso actor de la casa blanca pretendía, para seguir aporreando en la libre y valerosa RBV.
Otra vez gracias por el ejemplo que directv chipoteo en la RBV, fue visiblemente, silenciosamente, y disimuladamente, pero quedo al descubierto, el novedoso y desconocido modus operandi, de la Nueva Orden Mundial. Se liberaron de todas las sedes e inmuebles en los últimos años y meses, que generaban literalmente gastos para la empresa, evadiendo los egresos y provisiones de los servicios sanitarios, los suministros de las oficinas, muebles, escritorios, sillas oficinas, computadores, impresoras, monitores, ordenadores, papeles, y otros útiles indispensables. Los cuidados, transportes y muchos otros gastos se diluyeron con los antiguos derechos naturales que poseían los trabajadores. Todos trabajarían en sus casas, costeando los gastos de la empresa en donde labora, y el mal creado y blandengue hasta ahora, el Coronavirus, ya nos acostumbró a quedarnos en casa.
Nada es casualidad sino al contrario es causalidad.