La Pobreza en Venezuela ¿Qué hacer para reducirla?

El pasado diecisiete octubre se conmemoró el día mundial por la erradicación de la pobreza, siendo esta una condición social que afecta a más del ochenta por ciento de la humanidad y cuyos orígenes están suficientemente demostrado que se centran en la lógica del capital y todo el andamiaje formado sobre esta misma base que han proporcionado efectos negativos para la sociedad. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se entiende como pobreza la situación de aquellos hogares que no logra reunir, en forma relativamente estable los recursos necesarios para satisfacer las necesidades básicas de sus miembros.

Sin embargo, Carlos Marx, fue más allá de este simple concepto y la clasificó en tres: la primera es la material, la esencia del ser humano es buscar los medios materiales indispensables para la vida. El segundo argumento es la pobreza espiritual (cultural) e intelectual, donde el pueblo y la clase obrera son alienados por la subestructura ideológica. El tercer elemento es el efecto de dominio internacional del capital y del nuevo orden social, desapareciendo todo lo inherente y natural a ese territorio, que cae bajo la potestad de la nación colonialista, se expresa en guerras, bloqueos y hasta el uso utilitario tutelado como proveedor de materias primas específicas.

Existen varios métodos de medición de la pobreza material o índice de pobreza, todos enfocados en las consecuencias y no en las causas. La Organización para las Naciones Unidas (ONU) a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se ha inclinado por tres métodos, el primero denominado Línea de Pobreza, que pone el foco en la insuficiencia de un hogar para satisfacer sus necesidades básicas. Para ello se traza una "línea de pobreza" para establecer el ingreso de los hogares en relación con el gasto mínimo de bienes, servicios o alimentos. Al no poder pagar ese costo mínimo se considera como pobreza crítica.

El segundo método es de las Necesidades Básicas insatisfechas, se centra en el cálculo de la pobreza a través de las carencias por las condiciones de infraestructura físicas y las condiciones sociales para vivir, se basa en la existencia de vivienda digna, servicios o acceso a ellos, particularmente le agua, así como el hacinamiento que pueda tener la familia, también estudia las condiciones de escolaridad y laborales de la familia, que en total suman seis indicadores para este método, las tres primeras se refieren a las condiciones de infraestructura y las tres restantes a las condiciones socioeconómicas de las familia, Cuando en una familia no se cubre uno de esos criterios se considera que está en condición de pobreza crítica, mientras que cuando no cumple más de una se está en pobreza extrema.

El tercero, llamado Método Integrado de Medición de la Pobreza, une las dos metodologías anteriores, pues considera que estas son complementarias, contrastando las necesidades básicas y los bienes que se pueden adquirir con los ingresos por núcleo familiar y, de este modo, captando la pobreza de una forma mucho más amplia.

La ONU es un organismo multilateral formado por los gobiernos de los países del mundo, establece resoluciones que poco son respetadas como el famoso Plan del Milenio cuyo incipiente cumplimiento dio cabida a uno de los grandes discursos del Presidente Hugo Chávez en ese organismo el veinte de septiembre del dos mil seis. Estos acuerdos son mayormente violentados particularmente por aquellos países que desarrollan sus riquezas basándose sobre el empobrecimiento de otros, bien sea por colonización, guerras y bloqueos (boicot), a los que Chávez denominó el eje del norte.

En Venezuela, en respeto a los acuerdos internacionales y particularmente a las políticas de la ONU se han hecho grandes esfuerzos por la erradicación de la pobreza, llegando a adaptar el programa de gobierno como método para la erradicación de la pobreza. Así que los seis indicadores para determinar las necesidades básicas insatisfechas fueron cubiertos con creces por las acciones de atención social, las cuales describimos a continuación:

Primero: la vivienda debe tener condiciones de habitabilidad en cuanto a paredes, techo y piso. Para ello se creó la misión vivienda que permitió asignar de viviendas dignas a más de tres millones de personas con una significativa inversión de cientos de miles de dólares.

Segundo: La vivienda debe tener servicios básicos, particularmente el acceso al agua y deposición de desechos líquidos. Desde la creación de las mesas técnicas de agua, ampliación de acueductos y redes cloacales, así como la colocación de plantas potabilizadoras de agua en zonas de difícil acceso se alcanzó casi un 98% de personas con acceso al agua potable. También se amplió el acceso al servicio eléctrico a viviendas en zonas de difícil acceso con paneles solares y los propios consejos comunales desarrollaron y ejecutaron sus proyectos de electrificación a través de las mesas técnicas de energía.

Tercero: debe existir al menos una habitación por cada tres habitantes de la vivienda. Inicialmente se inició con el programa de rehabilitación física de barrios, luego la asignación de recursos a los consejos comunales para rehabilitar viviendas, posteriormente con la misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor y que hoy es convertida en Gran Misión.

Cuarto: Todo niño mayor a seis años y menor que doce debe estar estudiando. El sistema educativo que se inició con la creación de las escuelas bolivarianas que incluye la alimentación, luego la masificación de escuelas y adecuación de otras existentes, logrando un importe índice de escolaridad infantil, solo comparado con países como Cuba.

Quinto: no debe haber personas analfabetas en la vivienda, las misiones educativas como la Robinson y Ribas, llevaron al país en corto plazo a saldar esa importante deuda social y convertir a Venezuela en un país libre de analfabetismo.

Sexto: por cada tres personas, al menos una debe trabajar. Se considera desempleado al tener un año sin empleo estable. Este criterio se enlaza con el indicador de ingresos mínimos y Venezuela se había mantenido con un nivel de empleo envidiable con menos del 6% de desempleo, donde los planes laborales con las misiones Vuelvan Caras y el propio desarrollo nacional dio espacio para que existieran empleos dignos y bien remunerados, disminuyendo así las cifras de subempleo y auto empleo.

En la coyuntura actual, el bloqueo económico ha sido utilizado y reconocido por los voceros de los EEUU como método de empobrecimiento a la población, no en vano esta semana el canciller Jorge Arreaza presentó ante el PNUD una solicitud de pronunciamiento ante el bloqueo impuesto por los EEUU y secundado por el Unión Europea.

Así mismo, la disminución en la producción y la caída de los precios del petróleo han afectado notablemente al país y sus indicadores de gestión ante la pobreza, aunque los planes de gobierno se mantengan, el estado que es el principal empleador no puede soportar la nómina de trabajadores y pensionados haciendo que su salario mensual sea menor que lo establecido por día como el mínimo indicador de pobreza, aunque no se puede establecer linealmente que todo empleado público automáticamente está en condición de pobreza; es claro que a pesar de los subsidios en algunos alimentos y en los servicios, se vive en una carestía económica sin precedentes.

Serán las políticas del gobierno las que determinarán las posibilidades de salir de crisis y frenar nuevamente el crecimiento de la curva de pobreza. En esta crisis de tipo inflacionaria producto de la reducción del gasto público, proveniente mayoritariamente del ingreso petrolero, se deben crear más estímulos a la exportación a manera de captar divisas y generar empleos productivos. Así mismo, dirigir el gasto público hacia la productividad. Una nueva economía no dependiente de la renta petrolera debe emerger, el país debe apalancar su producción en áreas estratégicas como la agrícola y debe haber una política clara, ordenada y segura para la exportación. Así como otros países han logrado mantenerse exportando productos que para nosotros tienen poco valor como los plátanos y cambures (bananas), también se tienen rubros agrícolas animal y vegetal que se pueden exportar para reactivar la economía.

Paralelo a esto se deben restringir las importaciones que afectan el desarrollo de nuestra producción y que sólo favorece a un sector muy pequeño de la economía en desmedro de los productores nacionales, mientras más dólares se inviertan en importaciones excesivas menos divisas quedarán para otros rubros como materia prima para la producción. Actualmente Santa Elena de Uairén se ha convertido en el gran puerto seco del país; pero la importación de aceites vegetales, margarinas y azúcar, entre otros, a precios inferiores a los nacionales hace que las empresas pierdan su capacidad productiva y se eliminen empleos disminuyendo la economía productiva, mientras que por otro lado se benefician pocas empresas del área comercial y no productiva. Ya por el año 2000 se cometió el error de permitir la importación de veinticinco millones de pares de zapatos lo que llevó a la quiebra a varias empresas nacionales del calzado. Ese tipo de desaciertos no se pueden seguir cometiendo en una economía productiva con tanta fragilidad como la nuestra.



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Endert Gil Montserrat

Ingeniero Electricista y docente de la UPTAEB-LARA .

 endertgil@gmail.com

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