Nos enteramos ya tarde. Y confusamente. Por voz del alcalde del municipio Iribarren Luis Jonás Reyes Flores, quien en su programa radial al mediodía del viernes 27 de noviembre anunció muy débil y brevemente al final del espacio que vendría a Barquisimeto este 28 de noviembre de 2020 el vicepresidente del PSUV, Capitán en condición de reserva activa Diosdado Cabello Rondón. ¿Fue un “acto cerrado”? Entendimos ¿Y se convocó únicamente a las unidades electorales del partido?
Tal vez por ello quienes orbitamos esa estructura partidista sin militancia orgánica, eso que en la IV República llamaban “los simpatizantes” nos quedamos como “Parajarito en grama”, sin saber para dónde movernos, no se aclaró algo fundamental: ¿hora y lugar dónde iba a estar arengando a la militancia el conductor del programa “Con el mazo dando”? Ignoran un principio de la comunicación audiovisual: ¿qué, ¿quién?, ¿cuándo y dónde? Además, ¿no es que en la radio las cosas deben repetirse a objeto de que la idea que se transmite quede bien fijada en la mente del oyente?
Pues bien, ¿el equipo comunicacional del alcalde del municipio Iribarren o él mismo como que ignoran tales principios de la comunicación radial? ¿Confían más ahora en el poder de penetración de las redes sociales: Facebook, wasap e Instagram? ¡Cuidado! Muchos de quienes somos de muy bajos ingresos no podemos acceder a los servicios de teléfonos con Sistema Android. La radio am y fm viene a ser nuestro principal medio de información.
En fin, lo cierto fue que esta vez no pudimos oír in situ como la vez pasada, el verbo emotivo de Diosdado en Barquisimeto. La televisión y l radio, lo medio caliente de la comunicación que funcionalmente cumplen el rol de extensión de los sentidos del individuo modernamente, de creerle a “profetas” de la comunicación como Marchall Mcluham, que alcanzamos someramente a ver y escuchar pasajes de la intervención del Hijo Ilustre de El Furrial-York, primero exaltando y parangonando la lealtad del Comandante Luis Reyes-Reyes hacia el Presidente Eterno Comandante Hugo Chávez, nada menos que con la Lealtad de Rafael Urdaneta hacia Su Excelencia El Libertador, aunque lo mismo se podría decir sin faltar a la verdad de Jacinto Lara, por ejemplo.
Luego el ahora más creyente y menos “ignorante”, según palabras suyas, sino curado y sobreviviente del Covid-19, gracias a la ciencia médica aplicada en Venezuela (y a Dios, la Santísima Virgen del Valle y al Dr. José Gregorio Hernández), llamó a todos los candidatos de la lista nacional y regional al estrado; los fue nombrando uno por uno, siendo ovacionados por la nutrida concurrencia del Polo Patriótico allí presente, los juramentó con graves admoniciones llamándolos al compromiso y como quien unge con el crisma de los catecúmenos, lo exhortó a sostener hasta con la propia vida la doctrina bolivariana; la verdad, nos pareció un acto muy emotivo que los presente y oyentes de la radio-televisión debieron sentir muy hondo, meditando en las implicaciones en el plano de los valores cívicos y morales de esas palabras.
Palabras que, por una parte, uno siente que rescatan la historia heroica y romántica de Venezuela, tan vilipendiada por cierta academia, pues invitan a sentir lo que Chávez solía citar del Profesor José Luis Salcedo Bastardo: sentir la patria hasta en las vísceras; ya que, por otra parte, nada se gana con un relato histórico desvaído, como arrullo para la duermevela de cronistas soporíficos y anticuarios frente al bronce de las estatuas; la historia entendida como disciplina moral y memoria viva del pueblo sostiene las luchas del presente porque vincula el pasado con el presente, advirtiendo sus rupturas y continuidades de un mismo proyecto emancipador nuestro americano.
Diosdado Cabello Rondón de nuevo en Barquisimeto deja importantes reflexiones sobre las tareas del presente y del futuro en el marco de un proyecto histórico-político que ideó el Comandante Hugo Chávez y siguen sostenido en el contexto actual un grupo de sus más leales, junto a un pueblo que asido de esos ideales tiene fundadas esperanzas de seguir en la lucha librando batallas y obteniendo importantes victorias, tanto en el plano nacional e internacional.