Navidades y Año Nuevo: Consideraciones apresuradas de un minicronista sin techo

I

Como ya es sabido desde hace ya buen tiempo padecemos una crisis horrenda en lo económico, político y moral, expresión de un modelo social anterior dizque del pacto elitista democrático, aquel con desigualdad de oportunidades, pero abundancia en las vitrinas y auto mercados, salarios que alcanzaban para todo, carro, casa más o menos bien dotada; ay, que es nostalgia de muchos. Ahora transitamos la falta de consolidación de otro nuevo en desarrollo, el de la democracia participativa, también llamada revolución bolivariana, socialismo del siglo XXI que, a su vez, ha generado reacciones adversas en sectores nacionales e internacionales cada vez perores, con agresiones de rivales poderosos con aliados internos en Venezuela y países vecinos. Por eso hoy, se nos dice y es de creer, nuestros salarios los consume la inflación, persiste como herencia de Obama-Biden un tremendo bloqueo comercial-financiero, escasez y precariedad en los servicios públicos. Y este año terminó de "aliñar" esta situación el abismo mortal de la pandemia covid-19.

Todo lo cual tiene diversas manifestaciones como "epifenómenos" de la "ontología de lo actual", como diría Michel Foucault. Un militante pertinaz de la perspectiva interpretativa-vivencial y la historia crítica, lamentablemente entre quienes cultivan las ciencias sociales entre nosotros parece tener pocos seguidores; con excepción de ciertos grupos de la academia universitaria que transitan los "áridos" caminos de la filosofía como en el Instituto Pedagógico de Barquisimeto, donde destacan en el Área de Teoría Educativa de su Departamento de Formación algunos de sus profesores.

II

En lo concreto y más allá de la anécdota, recordamos que en el Curso de Lenguas Extranjeras en un curso seguido en la UPEL-IPB, dictada por la Dra. Rosaura Hernández, Francés para Doctorado, nivel comprensión lectora para principiantes, trabajamos un texto de Foucault titulado "El cuidado de sí mismo"; muy adecuado para estos días por cierto, ya que en él reflexiona ese gran investigador social sobre los cuidados de la salud, fundamentado en dos o tres aspectos: la dieta alimentaria, los ejercicios y la medicina en el mundo de la Grecia Clásica; aparte de introducirnos precisamente en lo que hemos dicho ya denomina él la antología de los actual. Esto es, una visión crítica de la realidad socio-histórica y su comprensión uniendo estrategias racionalistas y pasionales-afectivas, ¿qué aplicación práctica pueden ofrecer tales consideraciones filosóficas hoy?

Mis consideraciones como mini cronista sin techo en Venezuela hoy que a continuación paso a explicar acompañado más por la pasión que la razón es que el cuidado de nosotros mismos es fundamental, pero se requiere de la cooperación del gobierno nacional, gobernaciones y alcaldías, aunque la falta de respuesta efectiva de tales entes es particularmente notorio; las solicitudes no tienen respuesta, porque es en los planos de la economía y la política donde las referidas manifestaciones de la crisis catastrófica que padecemos han sido más prominentes y cada ciudadano y su familia, también parece haber intentado diversas salidas, todas de sobrevivencia; haciendo trabajos precarios, vendiendo cosas en los mercados populares, por ejemplo, pero, ¡bendito sea Dios! la pandemia confinó a todos al calor del hogar, como en aquella vieja serie de televisión "Hogar, dulce hogar".

III

Entonces en lo particular pudimos descubrir más aún las carencias en éste, lo insuficiente de su dotación en cuanto a mobiliario y equipos electrodomésticos, algunos dañados como la nevera de la casa de nuestra casa familia, demasiados libros para un espacio pequeñísimo y caluroso en el día, también que literalmente las goteras del techo en las noches de lluvia y tormenta de octubre-noviembre de 2020 no nos dejaron dormir; y por su puesto el montón de libros mojados. Como solución se nos ocurrió introducir cartas en oficinas de atención al público de la Alcaldía del Municipio Iribarren, capital Barquisimeto y la Gobernación del estado Lara, bajo la gerencia del abogado Luis Jonás Reyes Flores y Almirante Víctor Pereira, respectivamente; pero lo hicimos con tanta ilusión que luego nos advirtieron: "Desengáñese compadre, que esos no atienden caso individuales, además porque corresponde al programa "Barrio nuevo tricolor", cosa que no está prevista para este sector que habitas con tu casa familiar, aparte que no es tuya; lo que estás es frito"; son funcionarios cercanos al pueblo sólo formalmente, un embuste de la propaganda por los medios. Ahí no obsequian láminas de acerolit o cinc. Es inútil …

La verdad ha pasado los meses y no se ha tenido respuesta. Tales gerentes parecen esperar que la familia de uno sea damnificada del todo, que una lluvia con tormenta o un ventarrón vuelva mierda la casa familiar, para atender estas "solicitudes". ¿Así es que se gobierna?

Fuimos a una ferretería a ver si como, hacía uno antes (de hecho, la casa en referencia fue construida por mi hermano en 1980 con su sueldo de obrero de la Zona Industrial 2 de Barquisimeto) podíamos con nuestros primeros 25% de los aguinaldos de las navidades 2020 como profesores, podíamos adquirir, aunque fuera unas tres (3) tapas de cinc. Ilusión inútil, como dice la canción. Cada una tiene un costo de once dólares, ¡imagínese!, el bono me alcanzaba solo para una y arriesgarme a parar 15 días sin comer. Imposible. Entonces dudamos de la de la pertinencia de los referidos organismos públicos. ¡No sirven para nada nada!

¿Qué harán con esas cartas el funcionariado de la alcaldía de Iribarren y gobernación del estado Lara? ¿Las leerán las autoridades? Me han dicho que no, sus "altas funciones" gubernamentales no se lo permiten. Tienen toda una laberíntica burocracia con funcionarios muy atentos de las áreas de áreas técnicas e infraestructura, pero solo aparentemente, éstos dizque que filtran todo al alcalde y gobernador, en actitud de perdonavidas, según. Tampoco estamos seguros que tales altos funcionarios tengan que responder las solicitudes que uno hace, aunque el presidente Maduro se los recordó ayer en una reunión transmitida por la radio-televisión, pero uno no sabe.

Si no dan respuesta a cartas del tipo que se comenta, ¿será que pasarán entre otras tantas embaladas al reciclaje? ¿Será que creen que uno está mamando gallo? ¿Para qué exigirán número de cédula, además de la dirección y teléfono, si no van a llamar a uno? Peor aún, ¿para qué existirán esas tales instituciones? ¿Pura ilusión? ¿Será mejor escribir a la Presidencia de la República? ¿podrán desde esas alturas del poder solucionar el problema de un mini cronista sin techo? Hasta la duda ofende, como dice el actor que interpreta a Simón Bolívar, en "Bolívar, el hombre de las dificultades", una película interesante de la Villa del Cine.

IV

Pero bueno, estamos aún en diciembre próximos a la Noche Vieja y estas navidades sin estrenos, ni hallacas ni pan de jamón, se nos han presentado como de costumbre, deseando tener más para consumir; y hemos aprendido ya nuestra edad cincuentona que importan mucho las vivencias más íntimas, como quien redescubre la trascendencia de la espiritualidad más simple y hasta la importancia de una mayor religiosidad; también a dedicar los pocos ingresos quincenales, y sobre todo los bonos del Carnet de la Patria, a lo fundamental. Bonos que ha sido una respuesta (algo es algo, dice la gente), como parte de lo que el presidente Maduro y la diputada Cilia Flores han llamado "Hacer de tripas corazones", porque nuestro salario ha sido destruido (1).

Sin embargo, estas navidades han sido más alegres de lo que creíamos: hace poco pudimos disfrutar en la Plaza Bolívar de Barquisimeto de unas bellas interpretaciones de la Orquesta y Coro de La Típica Municipal, otras canciones como aguinaldos y parrandas en la radio y tv; asimismo nuestros templos parroquiales han abierto. Cosa que a muchos emocionó hasta el llanto y las oraciones por el cese de la pandemia (2) y la superación de la crisis venezolana se juntaron y, aunque hoy los sacerdotes ya no usan incienso, porque tal vez se habrá vuelto escaso y muy caro, seguramente tales peticiones se han elevado al cielo, como palabras y gemidos muy sentidos, en términos de san Pablo en una de sus cartas (3). Si bien el obispo Víctor Hugo Basabe ha pedido mucha prudencia y aplicación estricta de los protocolos de bioseguridad y volvió a protestar contra el gobierno, como siempre por su twitter, porque autorizó la realización de las festividades mágica-religiosas de La Zaragoza como todos los 28 de diciembre en Sanare, municipio Morán, por eso es que lo queremos tanto.

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  1. Estas navidades 2020 nos han mostrado, asimismo cómo avanza la labor científica en el desarrollo de la tecnología inmunológica, cómo son de amplios y profundos los esfuerzos de los hombres de ciencia y la magnanimidad de ésta, así como la preocupación de la mayoría de los jefes de estado y estadistas mundiales, ahí el presidente Maduro, la verdad se ha dicha, no se queda atrás.
  2. Aunque la vacuna se irá a aplicar hacia abril 2021, ha dicho el presidente Maduro y ya firmó un convenio con Rusia para adquirir la Sputnik V; bueno, no todos tienen esa talla, porque algunos como Trump y trumpistas como el muñeco del vecino país apellidado Márquez o Duque y también el del inmenso país carioca, el iluminado Bolsoaro, entre los más cercanos geográficamente, dejan mucho qué desear; qué curioso que, como pedía hace años Gastón Bachelard, tales figuras públicas no hayan desarrollado el espíritu científico, como tampoco mucho de nuestro pueblo venezolano que incumple las medidas de bioseguridad. A pesar dizque venera tanto al Dr. José Gregorio Hernández, algo que seguramente lo horrorizaría porque según testimonios era muy estricto en las exigencias de los protocolos sanitarios.
  3. Coño, olvidé que lo fundamental de este escrito es solicitar un techo para la casa familiar, porque, además, como tengo muchos libros se han mojado y perdido muchos, cosa muy triste para alguien que al menos como lector, éstos no son solo adornos como una bella biblioteca que tenía una amiga hace años cuyos volúmenes no se podían siquiera tocar, sino que constituyen herramientas de trabajo o distracción. Aunque lo mejor sería una casa larga y grande, como sugería Humberto Eco que corresponde a quien guarda muchos libros y el estipendio como catedrático universitario y gran escritor se los permitía a él en Italia, claro; pero eso aquí no es más que un sueño, ah mundo.



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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