Hay que felicitar, de veras, a Ernesto Villegas, por la "acrobática" y
preclara forma en que conduce las entrevistas de la mañana en VTV.
Pero con el entrevistado de hoy (viernes 02/02/07), "Jorgito"
Rodríguez, vicepresidente Ejecutivo, ocurrió algo de lo que debemos
estar pendientes.
Yo le digo "Jorgito", porque como activista que soy de la revolución,
fui nacido, criado y desarrollado en el "Haras" Liga Socialista, donde
la imagen de su padre Jorge Rodríguez alumbrará por siempre nuestras
conciencias. Por supuesto, al hijo del líder le decimos, aún,
"Jorgito"; incluso por el inmenso cariño que nos inspira. A "Jorgito"
lo ama todo aquél que fue y es militante de la gloriosa Liga
Socialista, aún sin que se le conozca personalmente.
Pero en la entrevista de hoy le observamos a Jorgito un (quizás)
velado sesgo intolerante en sus palabras, que nos pone a correr de
temores porque sería lo último que esperaríamos de una gran promesa
para esta revolución como lo es el hoy médico siquiatra.
Cuando Ernesto, en esa correcta "manía" de auscultar al entrevistado
(muy triste sería que dedicase el programa a "complacer" pareceres y
caracteres) le dice a Jorgito que Chávez pudiera ser apreciado como
"impositivo" por la no "discusión abierta" de la propuesta del
socialismo (o del PSUV), la respuesta de Jorgito fue "¡eso lo piensas
tú!...
Lo cierto, Jorgito, es que la pregunta no era "el parecer" de Ernesto
Villegas, sino la "descuartización" de un tema donde hasta muchos de
los propios chavistas abrigan dudas. Se trataba de responderle, no a
Ernesto (por lo que la acotación de "eso lo piensas tú", además de
indelicada, resultó "maltratante" al entrevistador), sino a una
audiencia propia y extraña que tiene todo el derecho a esperar del
segundo hombre del país, la explicación más sosegada, profunda y
permeable. Para eso son los líderes…, para conducir. Y Jorgito está
allí porque ha sabido hacerlo; por lo que ese sesgo de intolerancia (y
si mi percepción fue errada pido disculpas) resultaría harto
preocupante.
En una entrevista (salvo que la conduzcan "disociados sicóticos" como
M.A. Rodríguez, "Mingo" ó Roberto Guisti), el moderador es sólo "un
medio", y no un "fín"; por lo que, salvo que Jorgito creyese que
Ernesto tiene posiciones preconcebidas y prejuiciada allí, no es
"elegante" que el entrevistado lo "fulmine" en lo personal.
Para nosotros los bolivarianos el mundo es ancho ahora; pero ello
implica que también deben ser más anchos nuestro corazón y nuestra
mente. Debemos manejarnos bajo la premisa aquella de que "el
gobernante siempre falla", para que tengamos la grandeza de evaluarnos
y autorregularnos cada minuto de nuestras vidas. Quizás como personas,
en nuestro ámbito privado, no tengamos (ni haga falta) hacerlo; pero
cuando somos "funcionarios públicos al servicio de la revolución
verdadera (como lo es la revolución bolivariana) jamás debemos pensar
que nos la estamos comiendo.
(jeramedi@yahoo.es)
