Era una noche tan clara que los corrales del hato se podían percibir a lo lejos; mis primos y yo decidimos tomar los capotes y las muletas para tener nuestra noche romántica de toro y de luna llena.
Eran tres poderoso orejanos, uno de color encerado que se encontraba en el corral más pequeño, todos ellos serian toreados al día siguiente como parte de la fiesta de la Virgen del Carmen; tomamos las muletas para dar pinceladas que terminaron como brochazos en un lienzo fino, no pudimos dar muchas, pero sí demasiadas a la vez para dejar al toro encerrado y avisado.
A la mañana siguiente la familia fue a los corrales para ver a mis tíos y a mi padre torear; pero con apenas dos suerte con el capote mi padre se percato que el toro lo habían tocado, era el encerado que no agarraba engaño, siendo entonces mi abuela doña Esperanza la que mandara a suspender la faena por que el toro ya estaba avisado,
Si no hubiera sido por la experiencia de papá, que desde niño probaba los toros del hato juntos a Carlos Grana el probador de toro de Gonzalo Gómez, en mi conciencia hubiera quedado cualquier cosa de las que pudieron pasar por nuestra imprudencia.
Este recuerdo vino a mi al ver el desfile que celebraba la rebelión nacionalista el 4F, justo cuando la atención de todos estaba en ‘el parte’ que daba el comandante del desfile al Presidente, y éste las instrucciones que impartía al general; cuando el tanque inusualmente se movió sin concluir la ceremonia y es en ese preciso momento de distracción que es aprovechado por un espontáneo que rompió la seguridad del Presidente, pero no así la humanidad de Baduel, ni quebrantar tampoco el compromiso de Chávez ante su pueblo que espero estoicamente cualquier cosa, hasta la inmolación con esa convicción inquebrantable de su misión en una sociedad de intereses que lo quiere devorar, como se han devorado la esperanza de nuestro pueblo durante más de medio siglo.
Ya Chávez esta avisado y no es lo que ahora algunos elucubradores de oficio pretenden decir, que todo fue un montaje para tapar la verdadera intención que tenían los que lo mandaron, motivaron, incentivaron y azuzaron la psique del espontáneo, que más que un atolondrado, puede ser una victima de aquellos que motivan y nutren su desequilibrio y ese don de escapista hacia dentro.
A Chávez este año le toca una difícil faena entre los matadores de sueños y un toro… como el que ya esta avisado.
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