¿Es una copia de Claudio Fermín o de Teodoro Petkoff?

La fatuidad y la petulancia de Jesús Farías Tortosa

"No debemos permitir que se instale la obscena división jerárquico-social del trabajo. Un gerente que anda con corbata, aire acondicionado,, chofer, escoltas y un súper sueldo. Y los demás son obreros. Ese es el capitalismo, compadre, cuidado". Hugo Chávez (*)

Es enorme el esfuerzo a realizar para ver-oír una entrevista de Jesús Farías en VTV, que es casi el único medio donde este sujeto interviene desde donde, con ese tono al estilo Claudio Fermín que tanto ironizaba Cabrujas, intenta defender las políticas económicas del gobierno. Por medio del "Guasap" nos remitieron esta entrevista a Farías de hace año y medio (mayo del 2021) siendo que el "flamante diputado" mantiene esa posición, a pesar del desastre que en materia económica-salarial vive el pueblo venezolano, en el que una minoría de eso que llaman "la clase media alta" y de la burguesía venezolana disfruta a plenitud las bondades de la dolarización de los precios, mientras que nuestro pueblo oprimido mayoritariamente pasa verdaderas penurias.

Creemos que en el fondo, Farías es la repetición, con voz menos altisonante, menos producción intelectual y menos protagonismo político, de Teodoro Petkoff en el fracasado gobierno de Caldera II. Teodoro mandaba al carajo a todo aquél que osara cuestionar las políticas neoliberales de lo que se llamó entonces la "Agenda Venezuela". Y así como los presidente cuartorrepublicanos Rafael Caldera, Luis Herrera, Jaime Lusinchi y Carlos Andrés Pérez estuvieron mal asesorados por sus ministros de economía y asesores neoliberales de entonces, así está el gobierno actual con asesores y diputados con discursillos de izquieda, pero orientando políticas de franco corte neoliberal, al estilo de Farías y otros escondidos tras bambalinas.

Y cuando lo oímos hablar con esa suficiencia, esas ínfulas de premio Nobel tropicalizado revisamos su currículum a ver cuántas obras, artículos científicos o de opinión, o publicaciones tiene tan "eximio" personaje de la "econopolítica" venezolana encontramos que nada, nada hay más allá de alguna intervención en la Asamblea Nacional buscando el aplauso fácil de diputados del partido de gobierno, que quieren oír lo que el tipo les dice y por supuesto, eso genera la obvia ovación, como en el circo se aplaude a un trapecista cuando no se cae, a un payaso cuando nos hace reír o hasta a un tigre-león-elefante cuando hace lo que el manejador con su látigo le indica.

Acudiendo al lenguaje de Chávez y de Maduro, Jesús Farías se convierte en el jalabolas mayor, cuando argumenta que "Maduro es un presidente obrero, que dirige una fuerza proletaria, revolucionaria" etc etc.. Pareciera el diputado Farías anda buscando de nuevo un ministerio, que ya lo Fue entre el lapso de enero de 2016 a junio de 2017 (¿Qué hizo en ese año?). O acaso una embajada, en virtud de ser hermano menor del canciller Carlos Rafael Faría Tortosa designado como ministro de Relaciones Exteriores desde marzo de 2022.

Sin embargo, tal como se aprecia en el siguiente video: https://youtu.be/5Sqoa4-UmXE, podemos ver a Farías quien con voz apergaminada y fingiendo ser un docente universitario, lanza denuestos a camaradas como el diputado Tony Boza, al economista Juan Carlos Valdés, a la Dra. Pasqualina Curcio, la abogada María Alejandra Díaz, al también diputado del PCV Óscar Figuera y a todo aquél que ose plantear políticas económicas diferentes a la ya fracasadas del gabinete económico del presidente Nicolás Maduro. Todos ellos caen en el "veredicto" de Farías quienes les condena por ser (y tomo literalmente sus apotegmas): "Engañadores… demagogos… grupitos ínfimos de la ultraizquierda…..PERVERSOS… mentirosos…. GENTUZA… COBARDES que no se terminan de quitar la careta… miserables MI-SE-RA-BLES que persisten en el engaño, la oferta fraudulenta… posición decadente…criminal.. el discursito negacionista… sino fuesen tan cobardes dirían que al gobierno hay que derrocarlo….discursito ambiguo…hay una "FIGURILLA"…por cierto MUY MEDIOCRES….algunos son "intelectuales" que tienen UNA VOZ NECROSCÓPICA… ataques solapados…son una vocecita que no la escuchan… CHAPUCERÍAS…. Chapucería y más chapucería"… Tantos epítetos en una breve entrevista de 20 minutos. Tanto insulto para no decir nada, tanta bazofia, tanta frase emética, es algo encomiable, digno de replicar, como dice el pueblo: ¿"Te mandaron o viniste solo"?

Y luego, cual guapetón de barrio, cual "Koki de la Cota 905" dispara así: "La indexación salarial, jajajajajajaja, ¿a quién se le ocurre semejante disparate?....Para ellos la solución es sacar un conejo de la manga, del sombrero como si fuera un mago y dicen, no, impriman dinero inorgánico…..Esa es una chapucería y niegan la necesidad del desarrollo de la economía….No han presentado ni una sola propuesta, es falso que alguna "gentuza" por allí haya presentado alguna propuesta… Presentaron algunas ideas locas, alocadas que nosotros en la comisión consideramos tan incoherente, tan divorciados de la realidad y tan tendenciosas…. No se puede ni siquiera comentarlo…lo hago porque de algo tenemos que hablar, ¿verdad Pedro?"…

Cumpliendo la penalidad de ver y oír a Farías recordamos tanto el magistral artículo de José Ignacio Cabrujas acerca de Claudio Fermín y lo traemos al tiempo presente (donde dice Fermín, léase Farías): https://espaja.com/verifications/cabrujas-escribio-que-claudio-fermin-es-un-sustituto-del-azucar.

J. I. Cabrujas sobre Claudio Fermín - 27 de octubre de 1991 (-extracto-)

"...Suelo imaginarme a Fermín, oloroso a Man Power, a las cinco de la mañana y después de una breve ducha. Debe ser de esas personas (en el caso de que Fermín sea una persona) que se rasuran con maquinita Remington desde los dieciocho años...

...Más que un hombre, Fermín es una teoría, un sustituto del azúcar, un apotegma viviente y demostrable, aunque no demasiado tangible. La palabra es en su caso, sonido, frecuencia, kilohertzio básico. Los ojos enlomados, pestañudos, confieren a su rostro cierta serenidad hipnótica, cuando no un apreciable tono Valium…. Uno lo escucha y no se entera, porque en el fondo sería como pretender escuchar un gesto. Nada lo altera, nada lo irrita,...

...Fermín no habla. Fermín suena. Sus palabras se deslizan en aceite, en rolineras mullidas,... Tantantan, tantantan, talan, ta tan....

... Pregunta el entrevistador sobre alguna trifulca… y Fermín responde:

—Zum, zum, zum, zum, zum, zum, totolon, tototon, toton, ton....

...Todo es ojo entornado, sonrisa leve, aire de camarero chino. Fermín no para: su voz repasa octavas, trinos, cadencias y… —Chumpiti, chum.., chumpitichum...tutun.,.tutun. (Sonrisa). Zan, zan, zan, zan...sasam, saman... (Sonrisa). Chos, chos, chos...chochom, cho... (Ceja). Fatafam, fatafam, fatafam .... (Sonrisa) y tram-tram.

... Nada dice, nada expresa, nada lo compromete y hasta el momento no le conozco la menor explicación de sus intenciones... se limita a condicionar cualquier pregunta: ¿No cree usted, mi estimado periodista, que tacatan, tan, sería mejor que... ruqui, ruquirun... sum, sum?"

Para desmentir a Farías les dejo también el video donde el diputado y economista Tony Boza, plantea el tema de la indexación económica https://www.youtube.com/watch?v=9kJ7vb7pnKY y la respuesta que le dio Valdés a Farías que la vemos como una real clase ante el destemplado y realmente "chapucero" Farías. Ambos, Boza y Valdés, (también lo ha hecho Pasqualina Curcio) sin ofensas, con respeto y con evidentes demostraciones del manejo técnico-político de la situación hacen sus propuestas que ojalá sean oídas, visto también el fracaso de Farías y sus asesorías neoliberales. Y también la información acerca de la propuesta presentada acerca de la indexación salarial: https://www.ghm.com.ve/presentaron-propuesta-legislativa-para-indexar-la-economia-venezolana-al-dolar/.

RESPUESTA DE JUAN CARLOS VALDÉS (O sea, una clase para Jesús Farías)

"El tema salarial en Venezuela ha generado interesantes polémicas, que nos ha obligado a revisar teorías económicas, categorías, conceptos y definiciones. Nos hemos visto en la necesidad de revisar desde lo más básico hasta lo más complejo; sobre todo por lo atípico de nuestra crisis. Pero toda crisis es una oportunidad, y en nuestro caso es una oportunidad para descubrir nuestras potencialidades para salir de esta crisis y además fortalecidos. El debate del salario se está dando al interior de las fuerzas revolucionarias, lo cual era de esperarse: con una oposición autodestruida y los revolucionarios preocupados por el futuro de este proceso bendecido por Dios, buscan y proponen soluciones para enfrentar la crisis.

Pero esto ha creado contradicciones que ponen a prueba y contraste nuestros conocimientos, convicciones y actitudes frente a las calamidades de nuestro pueblo.

En este artículo tocaremos un tema que está en el campo del conocimiento, porque no ponemos en tela de juicio las convicciones de los camaradas que están en contradicción, y aunque ha habido actitudes muy cuestionables de parte de algunos de los camaradas, preferimos no tocar ese tema tampoco y centrarnos en contestar la pregunta que titula este artículo.

Una de las propuestas que ha cobrado mucha fuerza por la receptividad que ha ido logrando dentro de la masa trabajadora y de nuestros pensionados y jubilados, ha sido la de indexar la economía junto con un incremento salarial equivalente, en promedio, a un Petro. Indexar es simplemente ajustar algunos valores a la inflación, pero en nuestro caso, además se trata de mantenerlo ajustado a la inflación permanentemente en tiempo real mientras vencemos la hiperinflación.

Esto supone, en el caso de los salarios, que estos no van a seguir perdiendo poder adquisitivo. Pero esto va a suponer también un incremento nominal constante del salario. Pero, además estamos proponiendo un aumento del salario de los trabajadores promediado a un Petro; partiendo del tamaño actual de la economía nacional.

El principal óbice de quienes adversan la propuesta se centra en que para ellos no es posible indexar, ni subir salarios sin que previamente se incremente la producción, y para ilustrar esa afirmación recurren a ejemplos como estos: "No se puede repartir una riqueza que no se ha creado y todo el que trabaja sabe que no puede gastar sin producir previamente". Esas expresiones son muy lógicas, por eso pueden confundir a cualquiera que desconozca cómo funciona el sistema monetario del país y cuál es la naturaleza del dinero. Cuando los compañeros dicen: No se puede repartir una riqueza que no se ha creado están equiparando las riquezas, fruto de la actividad productiva humana, con el medio de pago de esas riquezas; vale decir, confunden las riquezas con el instrumento que mide el valor de las riquezas (el dinero) y permite su circulación en la sociedad.

No entendemos el origen de esa confusión en economistas o estudiosos de la economía. Esa confusión puede ser válida para alguien que no sepa nada de economía.

Desde el siglo XVIII, economistas como Adam Smith ya entendían la naturaleza del dinero. En su obra La Riquezas de Las Naciones, Adam Smith dice lo siguiente, refiriéndose al dinero: La gran rueda de la circulación es del todo diferente de las mercancías que hace circular. La renta de la sociedad se compone únicamente de estas mercancías, y nunca de la rueda que las pone en circulación. Es incuestionable la distinción que hace Adam Smith entre las riquezas que se producen y el dinero.

En esa misma época Carlos Marx, en su obra El Capital, libro primero, capítulo III, que se titula: El Dinero, o la Circulación de las Mercancías y comienza ese capítulo con el subtítulo: Medida de los Valores, dice lo siguiente: Con el objeto de simplificar, en esta obra parto siempre del supuesto de que el oro es la mercancía dineraria. La primera función del oro consiste en proporcionar al mundo de las mercancías el material para la expresión de su valor, o bien en representar los valores mercantiles como magnitudes de igual denominación, cualitativamente iguales y cuantitativamente comparables. Funciona así como medida general de los valores, y sólo en virtud de esta función el oro, la mercancía equivalente específica, deviene en primer lugar dinero.

Las mercancías no se vuelven conmensurables por obra del dinero. A la inversa. Por ser todas las mercancías, en cuanto valores, trabajo humano objetivado, y por tanto conmensurables en sí y para sí, pueden medir colectivamente sus valores en la misma mercancía específica y ésta convertirse en su medida colectiva de valor, esto es, en dinero.

Aquí Marx deja claro que el dinero es un instrumento de medición e intercambio de las riquezas, que refleja el valor de las cosas que mide. Al igual que una cinta métrica mide distancias o una balanza de precisión mide volúmenes, el dinero también es una creación abstracta del hombre que mide valores de cambio. Por eso no puede confundirse jamás con las cosas que mide. Es como confundir un kilo de pollo con la balanza que lo pesa.

En conclusión, una cosa son las riquezas que se producen y otra es el dinero que sirve para medir su valor y facilitar el intercambio. La otra expresión que utilizan con mucha frecuencia los detractores de la Indexación es: Todo el que trabaja sabe que no puede gastar sin producir previamente En este caso, ya no equiparan el dinero con las riquezas, aquí equiparan a los particulares o a las empresas con los Estados.

Esta comparación es otro sofisma tan o más temerario que el anterior, porque tanto los particulares como las empresas deben producir para gastar, ya que a diferencia de los Estados, ellos no pueden emitir dinero. Para los particulares y las empresas el dinero toma la expresión de riqueza porque su obtención sólo puede provenir de su actividad productiva donde cambian ya sea su fuerza de trabajo o el producto de su actividad productiva para obtener dinero.

En ese sentido, el dinero expresa el resultado del esfuerzo productivo de ellos. Pero para el Estado, el dinero no es el resultado de su actividad productiva, es una herramienta económica que él mismo crea y que le sirve para equilibrar determinadas variables de la economía nacional, como la oferta y la demanda, para entre otras cosas, estabilizar los precios Los Estados que tienen soberanía monetaria crean su propio dinero. En este punto es importante distinguir entre los usuarios del dinero y los emisores del dinero. Los particulares y las empresas son usuarios del dinero, porque como ya dijimos, ellos no pueden emitir dinero, en consecuencia, para obtener dinero deben realizar alguna actividad productiva.

El Estado es emisor del dinero, por lo que no requiere realizar ninguna actividad productiva, ni pedir prestado para gastar en el dinero que él mismo emite. Los países que abandonan su soberanía monetaria adoptando una moneda producida por otro país (Ejemplo: los que dolarizan), se convierten en usuarios del dinero y para gastar necesitan producir para luego vender su producción y así obtener la moneda extrajera. Pero resulta también, que si se cree que para poder emitir la moneda nacional, se necesita tener monedas extrajeras, es exactamente el mismo efecto de la dolarización y pierdes la soberanía monetaria. Como el dinero para el Estado es una herramienta económica, su emisión tiene límites y esos límites vienen dados por el tamaño de la economía y las necesidades de liquidez del mercado.

Esto es así porque la emisión es para satisfacer la necesidad de liquidez del mercado interno y equilibrar variables como la oferta y la demanda. Cuando el estado incrementa la liquidez, estimula la demanda y cuando restringe la liquidez, frena o reduce la demanda. Eso lo hace a través de varios mecanismos, ya sea en Operaciones de Mercado Abierto; bajando o subiendo las tasas de interés; disminuyendo tributos o aumentándolos, disminuyendo o aumentando el gasto público.

En conclusión, siendo que el dinero que emite el Estado, es una herramienta que el mismo Estado usa para equilibrar, entre otras cosas, la oferta y la demanda y así mantener un equilibrio en los precios; entendiendo además que el Estado no puede emitir dinero a lo loco, ya que la emisión depende de las necesidades de liquidez del mercado interno; comprendiendo que no requiere de una moneda extranjera para emitir la moneda nacional, ya que la emisión de ésta depende de las necesidades de liquidez del mercado interno; si además sabemos que la demanda en Venezuela está muy por debajo de la oferta actual, aun cuando la oferta ha caído sustancialmente; esa sobre-oferta sólo se explica por los bajos ingresos del trabajador venezolano; y existiendo los mecanismos legales para implementar políticas de expansión monetaria y fiscal que mejore el poder adquisitivo de los trabajadores y además los proteja con un mecanismo indexatorio del salario en tiempo real; DEBEMOS CONCLUIR, QUE ES FACTIBLE Y VIABLE IMPLEMENTAR UNA INDEXACIÓN DE LA ECONOMÍA Y UN INCREMENTO DEL SALARIO".

(*) Hugo Chávez. Consejo de Ministros. Salón Simón Bolívar. Palacio de Miraflores.. 26 de octubre de 2012.



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Cécil Gerardo Pérez


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