Días atrás estuvimos en dos eventos académicos en que el tema discutido fue lo enunciado en el título de esta nota, el primero fue una sencilla exposición en el marco de una maestría en ciencias sociales, con mención en seguridad de la nación y el segundo un foro en un centro de investigación y promoción social, ambas actividades del todo interesantes. Aunque como dijo el fulano aquel, nos faltó tiempo para ampliar y profundizar en los asuntos abordados, por lo que quedaron muchas cosas in pectore.

Resulta que un Instituto de Investigación Social de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, UCAB, desde hace ya algunos años viene realizando la Encuesta de Condiciones de Vida de los venezolanos, ENCOVI y en la versión de 2022, arrojó que un aspecto resaltante ha sido que Venezuela ahora es más desigual, entonces el desafío viene a ser cómo superar semejante situación y alcanzar mayor justicia social, con rasgos que a continuación se citan aquí:

"Cambios económicos en un contexto post-pandemia1/
En 2022 se ha observado una ralentización del nivel de la
actividad económica (7,2%) en comparación al segundo semestre
de 2021 y se pronostica que todavía caerá en 2023 (4,4%), a
niveles insuficientes para la recuperación a los niveles pre-crisis"

.

(…) "Encuesta Nacional sobre Condiciones de Vida 2022
Una combinación de factores dan cuenta de esos resultados, los
cuales tienen que ver con:

el deterioro de la infraestructura y de los
servicios básicos (energía, agua, seguridad, telecomunicaciones),
el escaso acceso al crédito bancario, la falta de capital humano, el
bajo nivel de ingreso real de los consumidores, el bajo crecimiento
de la producción petrolera, así como los efectos de algunas
sanciones.
Si bien se superó la situación de hiperinflación que se produjo
desde 2017, Venezuela todavía figura como la economía más
inflacionaria del mundo, estimándose que puede cerrar este año
2022" en 125%". (1/ IIES-UCAB. Informe de Coyuntura Venezuela. Octubre 2022)"

En el aspecto social sostiene que el Estado y la sociedad venezolana en general debe renovar las políticas públicas con fines de superar los déficits que se observan en el presente, dice:

Los Programa Sociales en Venezuela Dirigidos a Individuos Transferencias Monetarias
Sistema de Pensiones Programa de Alimentación Escolar inventario de Insuficiencias.

Nacional sobre Condiciones de Vida 2022 Política social en Venezuela ha quedado reducida básicamente a dos programas. Las transferencias monetarias (permanentes o eventuales) y las cajas CLAPs.

Bajo el supuesto de que en la económica logre mantenerse creciendo unos años más, va a quedar de manifiesto la insuficiencia del crecimiento para lograr mejoras en los indicadores sociales.

Se necesitan nuevos programas sociales para incorporar mayores atributos productivos y de bienestar a las familias en pobreza. La educación ha quedado a su suerte luego de más de dos años sin actividad presencial. Es indispensable la aplicación de procesos de nivelación escolar para tratar de compensar los efectos de esta parálisis escolar.

El envejecimiento de la población va a seguir generando presión en un sistema pensional que tiende a la baja. Dejar la evolución del empleo al mercado laboral implemente supone ignorar los problemas de desigualdad. Por último, hace falta una política de juventud que genera oportunidades e inclusión socio productiva a este segmento de la población, que sigue tentado en abandonar el país si las mejoras económicas no los alcanza. Dirigidos a Hogares Bolsas de comida (CLAPs) Barrio Adentro Tricolor

En el contexto actual y de cara a demandas sociales de la sociedad venezolana, convendría que la sociedad venezolana en sus diversas expresiones nos detengamos a pensar estos asuntos, más allá de los últimos eventos, o tal vez por ello mismo; es decir, la justicia social constituye un tema urgente porque con los actuales salarios resulta inconcebible que los políticos de los espectros dominantes, gobierno y oposición, no hagan sino dilapidar el erario público, cuando en lo0s medios discursean sobre la importancia de la democracia y las virtudes cívicas que deben acompañar el ejercicio de gobierno.

En otras palabras, en Venezuela estamos lejos de superar la desigualdad social y aplicar justicia, distributiva y reparativa, a menos que haya un sacudimiento moral; dado la justicia como sostiene desde antiguo Platón en su obra La República, Libro IV, tiene una doble vertiente: una social y vinculada la "polis", a construir una ciudad virtuosa (prudencia, justicia, verdad) y una vertiente personal ( que se logra por la educación, enseñar la naturaleza de la justicia, su práctica, lograr un hombre justo en una ciudad justa, como sostiene Espinoza Aguilera, 2020, en su ensayo: Del estado del alma: reflexiones en torno a la justicia social e individual en el Libro IV de la República de Platón).