La gente anda molesta con el gobierno de Maduro por el asunto del salario mínimo urbano y rural en Venezuela. El peor de toda América Latina y el caribe, ¡que no es poca cosa! Eso es alarmante, indicador del grave deterioro de las condiciones de vida del venezolano. Cuando hubo un tiempo no tan lejano que se llegó a tener el más alto: 400 $ y hoy es de 5$. Unos y otros, chavistas y opositores, trabajadores en general sin atención a la respectiva opinión política, creían que del llamado "Diálogo Tripartito" (Gobierno, CTV, OIT) saldría "humo blanco"; se esperaba, pues, un aumento considerable del salario mínimo, sobre todo porque dizque la economía venezolana se ha venido recuperando, pero parece que no es así. ¡Puro humo! Fumata negra.
De allí que todos andamos como plancha ‘e chino, de hecho en el mismo momento que Maduro anunciaba el 1º de mayo un bono cesta ticket equivalente a 40$ y 20$ de un bono llamado de guerra económica, se oyó en el audio de radio-tv nacional que un grupo de trabajadores rechazó tal procedimiento aviva voz, porque el Jefe del Ejecutivo preguntó a sus correligionarios si estaban de acuerdo con eso; que en realidad fue presuntamente una propuesta de la Central de Trabajadores Bolivarianos, una organización pro gobierno que preside un tal Willy Rangel, y el presidente según sus palabras tomó "decisiones en caliente".
Total que al parecer todo resultó ser una gran sorpresa, además de una improvisación, porque al otro día y ante la reacción negativa de semejantes anuncios, Maduro quiso remendar el capote. Dijo que el bono de guerra económica será de 30$ y no de 20$ que todo sumará unos 70$ (40$ de cesta ticket y 30$ del bono de guerra) mensual para el trabajador activo y de 49 para el jubilado; ahora el que lleva la peor parte es el ciudadano pensionado que seguirá cobrando 130 bolívares mensuales (5.2$).
Todo una desgracia, junto a que echa por tierra el supuesto fenómeno de recuperación económica venezolana. Aun esta no da buenos resultados que permitan un considerable aumento salarial, sobre todo del trabajador público. Lo que ha sido muy rentable es la corrupción en sectores ligados al gobierno, cuya trama parece que pararon el trote y a otros los tienen protegidos, como al todo poderoso súper ministro árabe.
Entonces la patria sigue y la lucha de los trabajadores sigue y el gobierno crea la ilusión de que dará apertura a la firma de contrataciones colectivas de trabajo por sectores. Así, la ministra de educación Santaella, la misma que no recibía a los maestros y profesores en sus giras por el interior antes del primeras de mayo, (siguiendo órdenes presidenciales, se pr4esume), desde San Felipe y Trujillo anda perorando que hará una gran consulta con la base magisterial (¿más allá de los sindicatos y federaciones o es solo con estos organismos?) con fines de acordar una nueva convención colectiva, entonces, ¿hay o no plata para ello? ¿Será el dinero proveniente de las macollas petroleras que recientemente anunciara Maduro que entregó a trabajadores petroleros?
