(A la memoria de la Dra. María Lourdes Piñero)
"El fin que nos proponemos en nuestra empresa debe ser una admiración contraria, si puedo decirlo así, a la que provocan las primeras indagaciones en toda ciencia. En efecto, las ciencias, como ya hemos observado, tienen siempre su origen en la admiración o asombro que inspira el estado de las cosas; como, por ejemplo, por lo que hace a las maravillas que de suyo se presentan a nuestros ojos, el asombro que inspiran las revoluciones del Sol o lo inconmensurable de la relación del diámetro con la circunferencia (15) a los que no han examinado aún la causa. Es cosa que sorprende a todos que una cantidad no pueda ser medida ni aun por una medida pequeñísima. Pues bien, nosotros necesitamos participar de una admiración contraria: lo mejor está al fin, como dice el proverbio. A este mejor, en los objetos de que se trata, se llega por el conocimiento, porque nada causaría más asombro a un geómetra que el ver que la relación del diámetro con la circunferencia se hacía conmensurable. Ya hemos dicho cuál es la naturaleza de la ciencia que investigamos, el fin de nuestro estudio y de este tratado." (Aristóteles: Metafísica III).
Tal vez no sea este cronista el más indicado para hacer, digamos, el elogio fúnebre, de una las mejores profesoras que haya podido existir en los programas de investigación y postgrado de Barquisimeto y la región Centro Occidental de Venezuela, como la muy apreciada y admirada Profesora María Lourdes Piñero, (que en paz descanse, porque recientemente fue llamada a la Casa del Padre).
En efecto, Malopima11, como era su correo electrónico para asuntos académicos-administrativos, gozó de buena fama por sus altas competencias en el campo de la docencia en unidades curriculares vinculadas a la investigación.
En lo personal, la conocimos de vista, mas no de trato y comunicación en los concursos de credenciales y oposiciones de la UPEL-IPB de 2005 e ingresamos como docentes ordinarios en el escalafón de Profesores Instructores; ya era toda una académica universitaria de amplia trayectoria y de hecho al poco tiempo pasó a dar clases en Investigación y Postgrado, coordinar programas de investigación y la revista institucional Educare; luego sería e 2009-2014 cuando pudimos interactuar en un aula de clase nocturna en un Seminario Avanzado de Investigación I y II del Doctorado en Gerencia Empresarial que ofrece la Universidad Yacambú, sede de La Mora I en la ciudad de Cabudare.
Ya sabíamos de los excelentes competencias didácticas y dominio de la metodología de la investigación, tanto en el paradigma positivista y sus diseños empírico, como interpretativos y su metodologías cualitativas. Realmente, y sin faltar a la verdad, toda esa cohorte de doctorantes provenientes todas las regiones venezolanas, oriente, los llanos, los andes y Lara pudimos comprender el significado de lo que Jorge Luis Borges denomina en uno de sus cuentos "El rigor de la ciencia".
Así, no olvidamos su amable pero firme reconversión a uno de nuestros compañeros de estudios doctorales, el Ingeniero Yilmer quine se quejaba que no disponía de mucho tiempo para dedicarlo al seminario en cuestión, entonces elle la sugiera: "Entonces tendrá que convertir las noches en día".
"Humana, humana, demasiada humana", parafraseando a Nietzsche, todos aprobamos con buena nota, pero, lo dicho, a nuestra ya crecida, tuvimos que emplearnos a fondo y leímos con esmero los meta-teóricos fundamentales de la investigación. Todos le pedimos que cambiara ese correo por buanapima11.
