El Esequibo es de la República Bolivariana de Venezuela

Como prolegómeno, a partir del momento que el hombre europeo comienza a pisar y a invadir suelos americanos, se inicia un proceso de adueñamiento de todo lo que estaba sobre su superficie, hasta en la manera más descarada y pérfida, creerse amo de unos seres ingenuos, que no pensaban en la malicia, que vivían en comunidad y se establecían en convivencia armoniosa con el ambiente. Es lo que la historia conoce como la conquista. Como es bien sabido, este escenario se desarrolló, específicamente, en el Siglo XV, cuando en Europa estaban presentándose grandes dificultades políticas, económicas y sociales que marcaron el hito trascendental para los siglos posteriores. Las evidencias y los recorridos históricos, definen todo aquello como un gran pillaje con el despojo de las riquezas naturales de estas vírgenes regiones.

Ahora bien, allende todo esto, el europeo necesitaba extender sus dominios terrenales y políticos más allá del océano, como a la manera de creerse dueño de todo lo que señalaba con la cruz y la espada. Fue así, cómo fue introduciendo su hegemonía sobre bienes y personas. A través de las bulas papales se justificaban todas aquellas atrocidades, robo y hurto de elementos que no le pertenecían por derecho de suelo (Ius soli), como se conoce hoy día. De tal manera, que toda aquella amalgama de desafueros contra la propiedad de los nativos, progresivamente, fue consolidándose, hasta alcanzar los territorios que iban penetrando, Venezuela, en 1492, con sus ingentes riquezas no fue la excepción.

En este orden de ideas, a partir de 1500, en adelante, comienza la fase de la colonización, donde comienzan a darse entre muchos, los procesos de marcaje de los territorios con el propósito de delimitar los linderos que iban usurpadamente ocupando. Como dice un viejo refrán: "el que hace la Ley, hace la trampa", y de esta manera, bajo criterios jurídicos amañados y dolosos van posesionándose de espacios, y, con la proyección de ofrecerles grandes recompensas a los beneficiados. La Guayana Esequiba sufrió los desmanes territoriales de todos estos antecedentes, aupado con la intervención del imperio Británico, considerándose así un problema estructural que aún persiste. Cerrando este preámbulo, desde mi mediana claridad, se insiste en el estudio e investigación del reclamo del Esequibo.

El Esequibo es nuestro

de histórica tradición

El Possidetis es el Derecho

que la justicia dimana razón.

Vale la pena preguntarse ¿Por qué impera la necesidad del estudio pedagógico y acendrado sobre el espacio geográfico que por tradición nos pertenece? Como resultado, muchas podrían ser las respuestas, no obstante no hay nada más seguro que una contestación con sentido patrio, espíritu de pertenencia y lo que más ahonda, el pillaje jurídico por parte de los países que se creen los amos del mundo, no tomando en consideración la verdadera justicia, sino una justicia amañada, colocándose a favor de grandes intereses, personales y transnacionales.

En este orden de argumentos, con las capitulaciones y las bulas papales se inicia todo aquel despojo inusitado, dejando a las poblaciones invadidas con menos posibilidad de defenderse, llegando al extremo grosero de adueñarse de sus tierras, dizque descubiertas, juntos con los pobladores que sobre ella se hallaban. Sin intereses cargados de mezquindad, se hace necesario conocer un poco –no importa que no se sea historiador de academia-, no obstante el patriotismo, cargado de virtudes nos llama a defender lo que por naturaleza nos pertenece.

"El Esequibo es nuestro", no es un slogan publicitario, es una expresión plena de contenido nacido al calor de los esfuerzos jurídicos que ha realizado Venezuela, después del proceso de Independencia de 1810, donde por razones históricas esa gran extensión de terreno se hallaba en los espacios, -como ya todo el mundo sabe- correspondían a lo que en antaño era la Capitanía General de Venezuela. Esto hay que repetirlo hasta el cansancio; y, hacérselo ver a las generaciones que vienen pisándonos los talones, con el sano propósito de que sean receptores de un asunto, que no es una mera solicitud, al contrario un aspecto de contenido trascendental.

En mi modesta consideración, no puede amarse lo que no se conoce. Para ello cada venezolana, cada venezolano, indiferentemente, de sus preferencias partidistas, creencias religiosas y demás, deben alzar su voz en tan justo reclamo.

Justa soberanía de la Nación

con efervescencia al Referéndum Consultivo

Con entusiasmo amanecerá la población

enhorabuena a defender su Esequibo.

Nuestra bondadosa y social Constitución, como marco normativo fundamental, establece en el enunciado del artículo 71, parafraseando su contenido, se consultará al pueblo a través de cinco (05) preguntas, referentes a la defensa del Esequibo. Actividad que se regirá con la intervención efectiva del Consejo Nacional Electoral con el apoyo de la seguridad y protección de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, antes, durante y después del evento; y demás fuerzas vivas de la Nación. Mandato que se encuentra garantizado en el preámbulo, ejusdem "(…) establecer una sociedad democrática, participativa, protagónica, multiétnica, y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial (…).

Todo lo anterior deja entrever, allende el artículo supracitado, que la ciudadanía, en general, deberá tener conocimiento en relación a esos momentos que marcaron en la historia el devenir de la Guayana Esequiba. Discernir sobre el periodo colonial, desde el momento de Colón pisó tierras nativas, hasta 1840, que señala la literatura consultada, se contempló el estudio, lineamientos y prístinas delimitaciones cartográficas del suelo venezolano.

Por ello, he de insistir hasta el agotamiento que la implementación de charlas, conferencias, talleres, seminarios, entre otros, deberán tener carácter de importancia pedagógica, haciendo énfasis en los periodos de agresión imperial, cuando hizo acto de presencia el imperio británico, pasando por las denuncias del fraude desde el año 1900 hasta 1966, añadiendo a esto, el Acuerdo de Ginebra. He de subrayar, la importancia de reflexionar sobre estos acontecimientos históricos, para poder defender lo que verdaderamente nos pertenece, y poder defenderlo con nuestra sangre, si es necesario.

En suma, con las primeras capitulaciones van estableciéndose, progresivamente, los asentamientos territoriales y la determinación de espacios geográficos, posterior al mal llamado descubrimiento. Aparecen otras realidades de las cuales no estaban acostumbrados los hombres europeos. Aunado a ello, aparecen otros factores determinantes como los aspectos climáticos, sobre el cual el extranjero, obligatoriamente, tenía que ir adaptándose paulatinamente.

Venezuela no ha bajado la guardia después de aquel viciado y vergonzoso dictamen del laudo arbitral de 1899, donde fue despojada de una gran extensión territorial. Si bien es cierto, que el pueblo no va a dirimir en los tribunales internacionales de justicia, este complicado tema –como lo refieren muchas voces agoreras -, no es menos cierto que, en este mismo pueblo descansa la soberanía, y a través de la educación y la información por todos los medios de comunicación, debe formar parte de su opinión. Mantener a un pueblo desinformado, considero es desestimarlo, es no darle la importancia que tiene como soberanos.

La expansión de la voz de Venezuela a toda la comunidad internacional para que se reconozca la arbitrariedad y la nulidad del Laudo de París, y se desvirtúe la concepción de que Venezuela se comporta como un agente agresor; juicio de valor que sólo les interesa a las potencias que tienen implantadas sus grandes transnacionales en suelo patrio, nutriéndose como parásitos de las riquezas del suelo patrio venezolano. El enunciado del art 10 de nuestra Carta Magna, señala:

El territorio y demás espacios geográficos de la República son los que correspondían a la Capitanía General de Venezuela antes de la transformación política iniciada el 19 de abril de 1810, con las modificaciones resultantes de los tratados y laudos arbitrales no viciados de nulidad.

La patria nos llama a defender

el territorio de nuestra Nación

En una sola y soberana esquela

gritar a todo pulmón

"El Esequibo es de la República Bolivariana de Venezuela"



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José García

abogado. Coronel Retirado.

 jjosegarcia5@gmail.com

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