Uno está definido por los objetivos que tenga internamente y por su calidad. Uno no está definido por las acciones de las demás personas y mucho menos por su voluntad.
Maduro es irreversible porque, junto con Diosdado, ha demostrado su incansable identificación con el pueblo venezolano, su bienestar y sus anhelos.
La derecha se lanzó gozosa y voluptuosa sobre el chavismo y contra Nicolás Maduro, allá por el año 2013 creyendo que ahora sí tenían un gran argumento para arrojar en la cara al pueblo venezolano que apoyaba al comandante Hugo Chávez, infamándole con la frase que Maduro no es Chávez.
Claro que Maduro no es Chávez y el pueblo no está loco para ver en una persona a otra. Y Maduro por su parte nunca se ha planteado ser Chávez porque él no sufre de "Mariacorinismo, enfermedad terminal del derechismo" que le hace creer a alguien y a sus seguidores que el que ellos están viendo realmente es otra persona. Esta enfermedad es incurable.
Por sus posiciones consecuentes con los intereses populares el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y otros miembros de su gabinete han sido atacados injusta y sistemáticamente por el imperialismo, sus lacayos europeos y por la derecha nacional de cuanto delito se les ocurra que pueda darles una ganancia mediática, contribuyendo a la creación de una nueva materia académica comunicacional universitaria "Como crear noticias falsas y como difundirlas. Optativa: como hacérselas creer a lectores desprevenidos."
Mientras ellos practicaron y perpetraron en Venezuela todos los tipos de violencia que suceden antes de una guerra directa, la cual reclamaron insistentemente, el acusado fue el gobierno de Nicolás Maduro por los imaginarios crímenes que necesita la prensa occidental e imperialista para desacreditar un país y difundirlo en Estados Unidos y Europa. Parte del esfuerzo noticioso es poner en contra a la población y especular sobre las terribles consecuencias para el Presidente y el país si llegan a juzgarlo, lo cual no puede hacerse porque a eso se llama acusaciones infundadas.
Maduro es irreversible porque, junto con Diosdado, ha demostrado su incansable identificación y cercanía con el pueblo venezolano.
En el otro bando, los perfumados, las cosas van por otro camino, pues parece que se está solicitando que los interesados a subir a sus tarimas o etc deben usar por lo menos Pierre Cardín y se llega a decir que la dama solicito un oledor francés de gran nariz para que este al pie de las escalerillas para seleccionar a los acompañantes. Señora usted no puede subir eso que usted lleva no es perfume es sudor y usted menos caballero pues huele es a pura caña clara. Bueno.
Desde la perspectiva popular los argumentos que justifican su apoyo inquebrantable al chavismo y a Nicolás Maduro son algo así, que ellos se preocupan genuinamente por el bienestar del pueblo venezolano. Su estilo de comunicación directo y su presencia entusiasta y sincera en comunidades generan un enlace afectuoso con la gente. El pueblo siente que son de ellos, en cambio la aproximadamente seudo candidata y su aproximadamente seudo candidato son de aquellos.
El gobierno de Maduro ha implementado incontables programas sociales y de ayuda a su población, los bonos, las misiones, salud, educación , etc. dirigidos a todos pero principalmente a sectores populares y vulnerables, iniciativas y políticas que son bien valoradas por la población.
El gobierno de Nicolás Maduro ha sido un continuador de la lucha antiimperialista y lucha contra los países imperialistas por conspirar contra Venezuela, contra América Latina y contra todos los países pobres del mundo lo cual es apreciado como reivindicador de nuestro gentilicio y de nuestro espíritu patriótico necesario.
Oscar Rodríguez E. 11 de julio de 2024
