El desarrollo cognitivo es un proceso psicológico básico que se refiere a la capacidad de las personas para entender la realidad y desarrollar en consecuencia una conducta. María Corina con sus mentiras ayuda a "entender a su modo" la realidad política y electoral de Venezuela para que inmensos grupos de personas actúen en consecuencia según los intereses de ella. Este cambio conductual es la base de las estrategias comunicacionales que el imperialismo, el fascismo y la derecha han desarrollado desde hace décadas ante la realidad objetiva del avance de la conciencia popular sobre la necesidad de un cambio social radical del capitalismo como sistema dominante.

Las mentiras de María Corina, que trasmite con gran satisfacción para ella lo cual creo que es una manifestación de sadismo, es una distorsión que modifica el modo en que las personas adquieren el conocimiento de la realidad o de lo real, por lo que su procesamiento de la información ha sido intervenido desviándolo hacia la creencia en situaciones no reales: "Edmundo ganó", sin mostrar ninguna evidencia de ello.

En este proceso de generar la distorsión del proceso cognitivo del venezolano es que son cruciales los medios de comunicación, las redes, los personajes televisivos, etc. cuya función es reafirmar que la mentira es la verdad.

Con las mentiras la derecha realiza un control ideológico al manipular la información e influyendo en políticos tan avezados, con tanta experiencia y heridas personales como Lula y Petro que fueron utilizados y cayeron en el engaño como dulces cacaítas propiciando la avalancha de mierda que María Corina y sus adláteres tenían preparada. Claro adelantada por los Estados Unidos que no se cansan de propiciar el mal en el mundo.

La actividad del gobierno venezolano y de todas las autoridades debe estar dirigida a restituir las habilidades y capacidades cognoscitivas de la población para comprender y manejarse en su entorno y la capacidad de responder sin violencia a las situaciones que en este entorno, intervenido por los medios y las mentiras tiene que dar. Y también para incorporarse a la defensa cognitiva territorial de la nación.

Sería algo así como una terapia política revolucionaria cognitiva conductual, a fin de lograr una reestructuración cognitiva que llevaría a una disminución de las consecuencias negativas de violencia criminal, incendios, asesinatos, violencia generalizada que las mentiras maricorinasfascistas producen todos los que la escuchan y la siguen. Hay que recordarle a estos que el propósito del mensaje, altamente contagioso, no es lograr ser escuchado sino llevarlos a la calle a la violencia y a la agresión indiscriminada.

Esta terapia cognitiva se realiza con conceptos distintos por las autoridades como son en primer lugar, la verdad de los hechos, sustentada en pruebas irrefutables, presentadas por personas incuestionables y en el momento más adecuado. Se trata de sacar a la población de la trampa de la mentira en que se le ha hecho caer.

También hay que cuidar un aspecto oculto entre esas falsedades la cual es que no importa que sea mentira lo que está diciendo María Corina, pero es tan sucio y despreciable el gobierno que no importa lo que hagamos y lo que le hagamos, llevando así a otro termino situacional sus acciones y las nuestras.

El trabajo revolucionario a largo plazo visto desde esta perspectiva sería por lo tanto un trabajo permanente de terapia política revolucionaria cognitiva conductual, preparándonos para nuevas situaciones imprevistas, que debe ir llegando a todos con estrategias diferenciadas y de acuerdo a su nivel de conciencia, incorporándolos según diversos niveles de participación a la a la defensa del país, su independencia y sus ideales socialistas. Los líderes deben dar ejemplo de honestidad, compromiso, vinculación popular, formación política, formación técnica ya que en estos elementos se encuentran las críticas más comunes hacia ellos. Debería empezarse esto de inmediato.

1 de agosto de 2024