A lo largo del tiempo la oposición, sobre todo la que forma parte de la extrema derecha, ha venido desestimando la violación a las leyes, las faltas graves, los hechos punibles, como si eso fuera una conducta normal, que hay que tolerar.

Lo que es peor, se pretende, incluso, que estos desafueros sean vistos más allá de nuestras fronteras, con indiferencia y poca relevancia.

Los líderes de esa oposición, que de hecho actúan como verdaderos fascistas, se apoyan en la ayuda internacional, precisamente para imponer el caos, la desestabilización, pero sobre todo para crear matrices de opinión que permitan condenar al gobierno revolucionario, entre otras cosas, por presuntas violaciones de los DDHH.

Entre otras tantas barbaridades que dicen, aseguran que en Venezuela hay una férrea dictadura, que no hay libertades plenas, que se persiguen a los principales líderes de la oposición, sin ningún motivo.

Lo más reciente que esgrimen es que ahora el gobierno se ha dado a la tarea de encarcelar a niños, solo porque salieron a la calle a protestar "pacíficamente" en contra del gobierno.

Sobre este particular, el propio Fiscal General de la República, Tarek William Saab, le salió al paso a esta matriz de opinión, que desde hace cierto tiempo ya se ha impuesto a través de las Redes Sociales, todo para hacer creer, en especial a la opinión pública internacional, que hablan con la verdad y que todo eso ocurre en la nación, por culpa del "régimen" del presidente Nicolás Maduro.

Según Saad, hay toda una campaña mediática para desprestigiar al MP, que incluye a las autoridades del país.

"Se desea mostrar a criminales capturados en el contexto de las protestas post electorales, como presos políticos", enfatizó el fiscal.

El representante del MP hizo alusión además que ese organismo aperturó 28 expedientes de personas que fueron asesinadas por los Comanditos violentos que dirigió la propia MCM, en los hechos violentos que se desencadenaron los días posteriores a las elecciones presidenciales del 28J.

Saad, en este sentido, dejó en claro que "en Venezuela no hay niños detenidos, sino algunos adolescentes, que no es lo mismo que un niño, que están seriamente comprometidos con la justicia".

El presidente Nicolás Maduro, tras ser consultado sobre el tema en particular, dijo de entrada lo siguiente: "esos presos políticos que dice la oposición que hay en Venezuela, son aquellos que la justicia los capturó por violar el derecho a la paz, a la vida, por ser los mismos que asesinaron a efectivos militares, a mujeres activistas del Psuv, y porque practicaron el fascismo ordenado por la violenta MCM".

Maduro, por igual, recordó que esos jóvenes, que previamente drogaron para cometer los hechos violentos, destruyeron por igual distintos bienes e instituciones públicas del Estado.

Es evidente, opinamos, que estamos ante una disyuntiva: o el gobierno hace respetar las leyes, o dejamos que todo se vuelva un caos, como lo quiere la oposición.

El Jefe de Estado fue más allá. Asegura que MCM recibe dinero de los narcos, pero al mismo tiempo afirmó que continúa su campaña de violencia, desde Colombia.

"Ahora se pretende lavarle la cara a esta asesina, que se está moviendo para tratar de enviar terroristas al país", aseguró Maduro.

Concentrado en esta nueva entrega, nos preguntamos:

¿Piensan acaso los tribunales encargados de impartir justicia en el país seguir permitiendo que un sector de la oposición continue generando zozobra, incertidumbre, conflictos, hechos violentos y desestabilización, sin que se haga nada?

De hecho creemos que no es así, pues esa es precisamente la preocupación que atormenta hoy en día a la extrema derecha, por cuanto nota que ahora el gobierno, con apoyo de los entes encargados de impartir justicia, le están saliendo al paso a este tipo de acciones irregulares, que la gran mayoría de la población venezolana reprocha y no comparte.

Sin caer en alusiones personales, la nación entera conoce perfectamente los rostros de esos inadaptados sociales, que de manera enfermiza, y sin la menor ponderación, llaman a diario que el país sea invadido y atacado militarmente, solo porque un reducido grupo extremista, proveniente en su mayoria de familias de apellido, desea llegar al poder, por la vía que sea, para así recuperar privilegios que gozaban en la 4ta. República.

Es el momento, pensamos, de tomar acciones más contundentes. Es necesario extirpar ese tumor que no deja que el gobierno demuestre sus capacidades en función del crecimiento del país, y por ende poder desarrollar, sin ningún tipo de obstáculos, los Programas Sociales, a plenitud, como ocurrió a principios de la revolución, en favor de las familias mal vulnerables de la nación.

En Venezuela no puede haber consideraciones con unos y severidad para otros. Aquí quien viole las disposiciones legales, el estado de derecho, promueva la violencia y la traición a la Patria, debe ser castigado, de manera ejemplarizante, con todo el peso de la Ley.

Creemos que llegó la hora de que el pueblo respire, que el país recobra de una vez por todas su marcha normal, pero sobre todo que nuestra generación de relevo deje de sufrir esta inmerecida pesadilla, que desde que tienen uso de razón la están padeciendo, y les impide, además, encontrar el rumbo deseado, para felicidad propia y de sus familiares.