Sobre la Reforma Constitucional

Coincidimos con las distintas opiniones en torno a la cual resulta histórica, vital e impostergable entrarle a la discusión sobre la reforma constitucional. Cuadro días después de presentada la propuesta la prensa titula: “A debatir todo el mundo” (Últimas Noticias, Domingo 18/09/2007). Desde la sesión especial en el parlamento venezolano, realizada el miércoles 15 de agosto del año 2007, “se inicia el verdadero debate. Algunos partieron en falso y comenzaron a dar un debate artificioso, engañoso, etéreo. Ahora no, ahora sí tendrán a partir de hoy, tendremos todos, la piedra sobre la cual afincarnos para la crítica. ¡Qué viva la crítica! ¡Qué viva el pensamiento crítico!, así lo dijo el comandante-presidente, Hugo Rafael Chávez Frías. El gran debate está planteado.

Ahora, ¿por dónde anda la oposición? Extraviada, la pobre. Aviesa. Alzando la torpeza. Andan diciendo que Chávez está dando un golpe de Estado, incluso constitucional. Arguyen que los cambios propuestos a la carta Magna no se pueden hacer por la vía de la reforma sino por el camino Constituyente. Nos dice la Carta Magna: “La reforma constitucional tiene por objeto una revisión parcial de esta Constitución y la sustitución de una o varias de sus normas que no modifiquen la estructura y principios fundamentales del texto constitucional… (Art. 342). El mismo hecho de que el porcentaje de unidades normativas a modificar alcanza apenas el 9,4 por ciento del total de 350 artículos que posee la Constitución; nos dice que la moción modificatoria está en sintonía con el texto fundamental citado anteriormente. Sustitución de varias de sus normas, eso es una reforma.

¿Cuándo se modifican la estructura y los principios fundamentales del texto constitucional? Cuando se intenta transformar o cambiar sus conceptos pétreos. Tales preceptos tienen una particularidad: son y serán siempre. Constituyen conceptos de piedra, los cuales no cambian. En la Constitución del año 1961 “el gobierno de la República de Venezuela es y será siempre democrático, representativo, responsable y alternativo (Art. 3. RV, 1961). Entre tanto en la Carta Magna del año 1999 precisa: “El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables” (Art. 6. CRBV, 1999). Y estos son los conceptos rocosos. Categorías y preceptos que son permanentes. Son petrosos.

Los conceptos pétreos no están siendo cambiados. Las modificaciones sugeridas en nada parecen afectar el espíritu, propósito y razón de ser de nuestra Carta Magna de año 1999. La oposición venezolana en lugar de dar la batalla de las ideas, hacer propuestas trascendentes, incorporarse al debate crítico y apasionado, en una palabra participar asume una posición de avestruz, llena de prejuicios, resueltamente estúpida. “Sería un grave error de los partidos de posición mantenerse al margen de esta discusión…” (Díaz Rangel, 2007).

Ya comenzaron a llamar a la no participación en el referendo aprobatorio, incluso a la insurgencia; han iniciado su guerra mediática, de seguro con periodistas y escritores pagados para soslayar y descalificar las mociones. Hablan del “barroquismo de las propuestas de la reforma constitucional…” (Editorial, El Nacional, 19/08/2007). Esa postura le garantizará a la oposición echar por la borda un capital electoral y poner, una vez más y otra vez, de manera permanente, la gran cagada.


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Efraín Valenzuela

Católico, comunista, bolivariano y chavista. Caraqueño de la parroquia 23 de Enero, donde desde pequeño anduvo metido en peos. Especializado en Legislación Cultural, Cultura Festiva, Municipio y Cultura y Religiosidad Popular.

 efrainvalentutor@gmail.com

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