No pudimos, mas allá de afirmar que nosotros perdimos y no que ellos ganaron, que les dimos oxigeno a una oposición imposible de hacer aparecer siquiera con la gracia de toda la artillería mediática, tenemos que reflexionar sobre la causa de la aparente interrupción de un proceso que no tiene como norte otro que el empoderamiento del Pueblo, un proceso que se sostiene por la opción por los pobres, por los desposeídos, por la solidaridad como instrumento, la justicia social que conduce al socialismo, la única vía para lograr la sobrevivencia de la raza humana, tuvimos miedo de avanzar con la rapidez que la humanidad no los exige.
Los que no se movilizaron para apoyar la propuesta del Presidente tuvieron miedo porque aun el individualismo persiste, persistió ayer y antes de ayer, en cada momento en que nos preocupo el pan para nosotros y los nuestros, bien de hoy o de mañana, antes que el pan del prójimo, antes que el bienestar de todos. Ese individualismo que es la fuente de la corrupción y el burocratismo, como también móvil de las luchas del poder por el poder entre muchos de sus funcionarios públicos Presidente, duélale a quien le duela.
Los que nos proclamamos vanguardia y luz del camino que llevara al Pueblo a empoderarse no terminamos de abandonarnos para entregarnos a la lucha, le hemos temido al autootorgamiento y al servicio que constituyen la sustancia de este proceso, esperanza de la humanidad, aun tememos ser calificados de soñadores y pendejos como alguna vez calificaron al Che, o a Bolívar, o al propio Cristo. El individualismo y sus mecanismos miedosos de desesperada autoprotección son la base del capitalismo salvaje, así pues parece no estamos preparados para el Socialismo cuando además, le dejamos como responsabilidad solo a usted Presidente, hacer realidad la construcción de una patria nueva alternativa al capitalismo deshumanizador.
Nos sirve este tropiezo para llevar nuestros esfuerzos mas allá de las campañas, de las coyunturas, la línea no debe ser otra que la de atender todas las necesidades del Pueblo, todas las horas de todos los días, un compromiso profundo por parte de quienes entendemos la esencia de este Proceso Revolucionario, quedaran así atrás los traidores, y Ud. Presidente, difícilmente estará solo.