Buen día, apreciados lectores de EL NORTE. Un diario de calidad integral, económico y buscando el equilibrio y la información veraz. Bien. A descansar y a reflexionar. A descansar, porque fue, y es, muy fuerte el trajín mediático, ya que conforma una angustiosa batalla contra la constante perversa manipulación de algunos medios. Más cuando analizamos que logran confusión colectiva. A reflexionar, porque sabemos que transitamos un novedoso proceso de cambios revolucionarios en democracia. Único en este siglo. Que debemos hacer que la mayoría lo entienda aun siendo muy rápido por la angustia y la urgencia del Presidente para sacar a Venezuela de esta crisis de tantas décadas, sin Patria, y que no se lo podemos dejar todo él, como hasta ahora. Por eso es complejo de asimilar por más que se piense que el pueblo está tomando conciencia política. Estimo que, aun la urgencia, habrá que hacerlo entendiendo esa complejidad. Son demasiados cambios profundos. Y acostumbrarnos a seguir conviviendo con un antagonismo permanente ya que la oposición, cuidando sus intereses individuales y grupales, no aceptará ni entenderá el concepto de solidaridad hacia un equilibrio social. Y democrático. Y socialista, al entenderla como una democracia humanista. Tal vez el necesario apuro, por el carácter extremadamente dinámico –en lo mental y lo físico– de Chávez contribuyó a esta situación. Incluso el empate técnico. No hay, por un largo ahora, un líder como él. Internacional, inclusive. La oposición, y lo hemos aconsejado mil veces, debe ordenarse y, aunque no tengan líder, elaborar entre todos –para aproximarse a Chávez– una propuesta de país. Original si pudiesen. Buscar a las comunidades que ha conquistado Chávez. Tuvieron muchos años de fracasos, de gobernar alternativamente. Betancourt no acepta a Prieto por negro y revolucionario y pone a un anodino como Leoni. Caldera, sempiterno candidato, más de 6 veces continuos, quiere a Lorenzo Fernández se sacude de los más jóvenes. AD impone a Gonzalo Barrios. Viene CAP –describo sin cronología– Aparece el barragano Lusinchi y Herrera Campins con el gobierno más nefasto de todos. Produce la mayor crisis, que es en realidad una sumatoria de sus nefandos gobiernos. Tremendos líderes, no. Ahora, ya fósiles, sus delfines buscan el poder con sus estilos antidemocráticos, en el buen concepto de democracia. Por eso Chávez es el verdadero líder. Y no deben olvidar que al ganar sembrando esperanzas, con frescura, represó la angustia popular que desembocaba en miles de caracazos. ¿Se imaginan? Demos gracias a Dios. El poder popular que Chávez propugna nos llevará a resolver los problemas cotidianos. Los olvidados por los gobernantes locales y regionales en muchos estados, que contribuyen al descontento masivo. Por más fuerza verbal de Chávez, y las progresistas acciones centrales que impulsa, “los chavistas que gobiernan” están ausentes en las comunidades. Hacen algo, sí, pero muy poco. Menos revolucionariamente. Pero… lo mejor. La dirigencia golpista de la oposición, esa oposición que odia en otros niveles, hasta familiarmente, no podrá más nunca descalificar al presidente y a la revolución por decir que hay fraudes eleccionarios. Tremendo CNE de reconocida solvencia internacional. Y que ahora, como la aplaudieron y la halagaron tanto y por fin la aprobaron, deben bailar al son del hermoso Proyecto de País expresado en la Constitución del 99. Estamos orgullosos del Presidente Chávez, nuestro futuro Vicepresidente. De los humildes que continúan esperanzados en su líder. Hasta la victoria siempre. ¡Venceremos!
*Ciudadano Común
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