No hay lugar para la derrota

Acabo de escuchar el primer boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE) que da como ganadora, por un margen muy pequeño, a la opción del NO, luego del referéndum nacional para la reforma constitucional propuesta por el Presidente Chávez y la Asamblea Nacional. He visto hablar al Presidente Chávez de manera gallarda y magnánima. Él ha reconocido la "derrota", dándole credibilidad y respetando la decisión del poder electoral, reafirmando así, con su actitud ética y política, que está lejos de ser un dictador, presto a abusar de su poder. Chávez no es Pinochet. Chávez es sencillamente heredero de la grandeza de Bolívar. Chávez es el pueblo irredento que sabe reconocer sus errores y se siente en paz cuando está tranquilo con su conciencia. Chávez nos ha dado, una vez más, lecciones de humildad y transparencia, esa que debemos aprender sus seguidores. Chávez abrió su corazón y habló sin mezquindades. Sereno. Confiado. Seguro. Tranquilo. En paz y por la paz.

También escuché, con atención, las declaraciones de Ismael García, Raúl Isaías Baduel y de María Isabel Rodríguez, tres desagradecidos que traicionaron la confianza y el afecto del Presidente Chávez y se han convertido, consciente o inconscientemente, en aliados o "tontos útiles" de quienes representan los intereses del imperialismo, las transnacionales, el gran capital, la oligarquía, la burguesía criolla, los lacayos y pitiyanquis, latifundistas, especuladores y explotadores. Lo dijo Manuel Rosales, al agradecerles, a ellos y a Teodoro Petkoff, sus aportes al triunfo del NO.

De modo que, además de los partidos que se unieron a favor del NO (AD, COPEI, Nuevo Tiempo, Primero Justicia, Bandera Roja, Causa R y otros), y de los grupos y organizaciones contestatarias que, de manera principista, se opusieron al NO, resulta que, una de las causas de la "derrota" del SÍ, es la deslealtad o la traición, que han asumido, entre otros, estos tres desleales personajes. Porque, por ejemplo, Douglas Bravo o Francisco Parada, no son traidores a Chávez y al proyecto que él encarna, aunque hayan apoyado el NO. Ellos, sencillamente, han sido consecuentes con sus ideales y sus verdades. ¡Claro! Ismael, Baduel e María Isabel, son sólo una causa y nada más. Pero, una causa grave, que de no controlarse bien, pueda traer cola en el futuro.

Mientras hablaba Chávez recordé algo que escribí en estos días, cuando un apreciado intelectual brasileño, quizo persuadirme de que la Escuela Latinoamericana y del Caribe de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG), Venezuela y América Latina, estaban derrotadas. Apelé a esa fuerza interior, con la que nos habla Chávez, y escribí tajante mi respuesta: NO HAY LUGAR PARA LA DERROTA. Y así lo ratifico ahora. Ni Chávez, ni el PSUV, ni los que, convencidos o dudosos, que votamos por el SI, hemos sido derrotados ¡No señor! El 27 de febrero de 1989, el 4 de febrero y el 27 de noviembre de 1992, el 11 de abril y el 08 de diciembre de 2002 o el día en el que se aprobó la realización de referéndum consultivo para sacar a Chávez, recordemos, fueron convertidos luego, en una victoria diferida. Necesario es perseverar y unir fuerzas. Nada está predeterminado. El final es abierto ¿Alguien se atreve a predecir el futuro del país y de América Latina y el Caribe? Sólo podemos construirlo y en colectivo.

Ya lo manifesté públicamente: no comparto algunos de los planteamientos que están en la propuesta de Reforma Constitucional. Con fuerza lo decía en privado: No estoy de acuerdo conque Caracas siga siendo la Capital de Venezuela, ni con las seis horas de trabajo diario en un país rentista, flojo e indisciplinado. No concuerdo, con un Consejo de Estado sin un Consejo Nacional del Poder Popular. Y así sucesivamente. A pesar de ello, como lo dije en mi artículo del 07/11/2007 (http://www.aporrea.org/oposicion/a43998.html) , Baduel me ayudó a salir de mi indiferencia y decidí votar y buscar votos a favor del SI y no me arrepiento. Vine desde San Cristobal a Maracaibo a depositar mi voto en un Liceo Baralt, descuidado, desaliñado, falto de gerencia académica y administrativa ¡Qué lástima Emilio Fereira!

Es probable que, como lo exigía antes la oposición, ahora tengamos tiempo para analizar la propuesta de reforma con calma.

"¡Por ahora! no se pudieron lograr los objetivos que nos propusimos" Y, sólo por ahora, hemos sido "derrotados".

Ahora bien, el problema no es sólo cuantitativo sino, fundamentalmente, cualitativo. Perdimos cuantitativamente, a la vez, ganamos en cualidad. Ahora estamos más cerca de ser lo que queremos ser. Ahora, gracias a esto, se han autoexcluidos algunos de los farsantes, desleales y traidores que han rodeado al Presidente Chávez. Y esto es una importante ganancia del proceso. Ya lo dije en mi libro "Los 5 combustibles de la Revolución", para que los motores prendieran se necesitan combustibles adecuados y uno de ellos es: "Decir la verdad y ser leal al líder y al pueblo". No basta con ser leales, hay que decir la verdad. Aunque duela, moleste e incomode. Y no es suficiente con decir la verdad, es necesario ser leal y, no sólo al líder sino además, al pueblo. Tres son los requisitos: Decir la verdad, ser leal al líder (Chávez) y ser leal al pueblo venezolano. Sino, el motor constituyente, como acaba de ocurrir, no se enciende. Así de sencillo. Lo vengo diciendo. Como he dicho que es necesario e imprescindible que: Pulvericemos la burocracia y la corrupción, elevemos la capacidad de gobierno del gobierno y de quienes lo acompañan, gobernemos realmente con, por y para el pueblo y, finalmente, nada de lo que hacemos tiene sentido sino somos capaces de disminuir la pobreza y aumentar la felicidad de la sociedad. Si no hacemos esto, olvídense que se encenderán los motores constituyentes. Estoy convencido de ello.

Quienes se abstuvieron o no fueron a votar por la reforma constitucional, en cierta forma podría pensarse que han sido irresponsables, indisciplinados e incluso, me atrevería a señalarles como desleales, sobre todo sabiendo que votar por el SI era votar por Chávez y que votar por Chávez es votar por los sueños y las esperanzas de millones de seres humanos. Es intentar derrotar a los enemigos de la humanidad.

Ahora nos toca buscar respuestas a las siguientes interrogantes:

¿Por qué tantos chavistas o afectos a Chávez, identificados con la reforma o adversarios de la oposición, no fueron a votar? Si nos atenemos a la última votación, fueron poco más o menos tres millones de venezolanos. ¿Por qué ahora no votaron por Chávez? ¿Son oscilantes o anti-oficiales del oficial? ¿No son incondicionales o votos "duros"? ¿No se les explicó bien lo que se quería o la trascendencia del voto? ¿Son personas irresponsables o indisciplinadas? ¿Se confiaron y se dejaron llevar por el triunfalismo? ¿Se dejaron convencer por los argumentos de la oposición? ¿No estaban de acuerdo con uno a varios de los artículos y no quisieron votar en bloque? ¿No le dieron importancia a lo que nos estabamos jugando? ¿Hicieron recurrencia de su pasado abstencionista? ¿Querían demostrar que no sólo Chávez tiene el poder sino que, en una verdadera democracia como la que vivimos, lo tiene cada uno con su poder de decidir a través del voto? ¿Fue un voto castigo o una abstención castigo? ¿Y cuántos y cuántas de los y las que votaron por Chávez, por ejemplo en PDVSA, ahora decidieron abstenerse e incluso, ir a votar por el NO?

Nunca lo sabremos, pero, como el 04F y el 27N, es probable que es preferible que no se hubiera aprobado la reforma como estaba propuesta. Y, mucho más, como lo reconoció el propio Presidente Chávez, si la reforma se hubiera ganado por una pírrica diferencia. Mejor así. Tenemos tiempo para asimilar la "derrota", buscar y atacar las causas: genoestructurales, fenoproductivas y fenoestructurales, en los 14 subsistemas de la TOH, en los 7 factores o cuatro operacionales, en las distintas dinámicas…que nos permitan identificar nudos críticos y afinar la capacidad de innovación y de creatividad para enfrentarlos con éxito ¿Qué será más importante, difícil o que requiera más tiempo: la reforma constitucional o el cambio de estructuras mentales y de prácticas de trabajo social y cultural? Esto requiere, como hemos visto, voluntad y capacidad de gobierno, práctica, modelaje de nuevos valores, capacitación, formación y entrenamiento.

Pienso que, en adelante, y así nos proponemos colaborar en la Escuela Latinoamericana y del Caribe de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG), uno de los nudos críticos que tenemos que enfrentar, está relacionado con la baja capacidad del gobierno y de quienes dirigen las campañas electorales y los procesos de cambio y transformación en el país. Estamos convencidos de esto.

Y, ahora, más que nunca, digan lo que digan, en la ESCOLAG y ojalá, quienes apoyamos al Presidente Chávez y acompañamos este proceso, nos convenzamos que no podemos albergar dudas o dejar un lugar o un espacio, en nuestras mentes y en nuestros corazones, para la derrota, la entrega o el fracaso.

Hoy más que nunca tenemos que decir: ¡Patria, Socialismo Indoamericano y Vida o Neocolonialismo, Capitalismo Salvaje y Muerte!

*articulohugomoyer@gmail.com


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Hugo Moyer Agostini

Ing. Químico (1975). Postgraduado en Macroeconomía, Planificación y Creatividad Aplicada Total. Profesor Titular jubilado de LUZ (1997). Presidente Honorario de la Escuela Latinoamericana y Caribeña de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG). Ha sido el primer Director del Instituto Zuliano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IZEPES) y del Centro Latinoamericano de Altos Estudios de Gobierno (CELAEG) Ha sido asesor de Rectores de varias universidades, Alcaldes y Gobernadores, así como de la Presidencia de PDVSA y PEQUIVEN. Vive para la POLÏTICA y se resiste a vivir de la política.

 escolagzulia@gmail.com

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