LA IRRACIONALIDAD DEL NO
Pensándolo bien, casi por obligación hay que llegar a una conclusión al analizar lo que sucedió este 3 de diciembre en Venezuela y es que una gran mayoría de los venezolanos que votaron por el NO, lo hicieron de manera extremadamente irracional porque no es posible entender y conseguir otras respuestas a las interrogantes que a continuación voy expresar:
¿Cómo es posible que los trabajadores no dependientes: buhoneros, choferes, bodegueros, carniceros, carpinteros, herreros, plomeros, técnicos en todas la áreas que trabajen por cuenta propia, músicos, albañiles, agricultores, pregoneros etc., etc., que votaron por el NO, no se hayan puesto a pensar que estaban tirando por la borda la posibilidad de adquirir el derecho a la seguridad social por el resto de su vida, y al cumplir la edad de ley, recibir una pensión de vejez?.
¿Cómo es posible que los estudiantes, empleados, obreros y profesores universitarios instructores y contratados que votaron por el NO, hayan desaprovechado la oportunidad única y difícilmente repetible de adquirir el derecho a elegir paritariamente a sus autoridades?.-
¿Es o no incomprensible la posibilidad de que quienes votaron por el NO, hayan desechado la disposición que prohibía el embargo de la vivienda destinada al hogar familiar?;
¿O que al decidir votar por el NO, no hayan pensado en que con la reforma se desterraría definitivamente de este país la discriminación, sexual, religiosa, política y por razones de salud entre otras?.-
Queda muy cuesta arriba pensar que muchos de los que votaron negativamente se hayan dejado confundir de tal manera, con el cuento de que con la reforma iban a perder hasta la manera de caminar, y que el gobierno los iba a despojar de sus propiedades cuando lo que se ha venido haciendo es dotar de propiedad directa o a través de créditos a muchísimos venezolanos.-
Hay que ser casi autista o con una mente y voluntad entregada a mensajes absurdos para confundir la intención del Presidente de someter a consulta publica su continuidad en el Poder con la intencionalidad de perpetuarse en el, o eternizarse como era la conseja pues no es para nada un ser inmortal y sería el soberano como en muchos países del mundo quien le daría el visto bueno o no, pero con votos, en elecciones libres y con uno o varios contendores al frente.-
Y qué decir de los que no entendieron que para minimizar el burocratismo y la corrupción la mejor manera es precisamente la planteada en la reforma de bajar directamente a las comunidades los recursos para la solución de los problemas que les afectan.-
¿Que de malo tiene que se agrupen territorios con características comunes y similares para aprovechar mejor los recursos e implementar planes de desarrollo más efectivos e integrales?; ¿Porqué muchos de los negativistas no vieron eso en el momento de votar contra la reforma?.
Y así podría enumerar razones en cada uno de las 69 propuestas para llegar a una conclusión que considero irrefutable, los del NO, si se leyeron la reforma y votaron de esa manera, o no la entendieron, o sólo se dejaron guiar por la terrible campaña de mentiras y de estupideces que los medios de comunicación nacionales y foráneos de manera brutal realizaron contra un propuesta que tenía como objetivo dar un gran paso hacia delante, en la búsqueda de una mejor calidad de vida para los venezolanos.-
Podemos analizar otras razones sobre el resultado del referéndum, hay muchas otras pero personalmente considero que la irracionalidad es uno de los factores que tuvo mayor importancia en lo que sucedió este domingo 3 de diciembre, que por lógica, como todo lo que nace chueco, con toda seguridad, no va a tener un futuro muy prometedor, pues así como ahora se impuso en gran parte la irracionalidad, va a llegar el momento en que el pueblo tendrá que entender que no puede dejarse confundir y llevar nariceado por la mentira, a cometer el error de equivocarse y con ello frenar las posibilidades de salir más rápido de la pobreza, de la inseguridad, de los problemas de vivienda, de salud, de educación, de corrupción y burocratismo que entre otros aun quedan y contra los cuales este gobierno está luchando con una voluntad sin parangón.-
A mi que nadie me venga a decir que el voto por el NO, en su gran mayoría es un voto consciente, lo sucedido por lo irracional se puede equiparar como al que muerde la mano del que le está dando el pan, como aquel que sin darse cuenta de lo que está haciendo usa un billete de mil dólares como papel higiénico, lo lanza por la poceta y cuando se da cuenta de lo que ha hecho ya es tarde para rectificar o como aquellos a quien Dios les dio un animal de trabajo, valga decir un buey para ser utilizado en los trabajos del campo y deciden comérselo. Aquí prácticamente sucedió igual con muchos de los que irracionalmente votaron por el NO.
Vendrán otras oportunidades y ya veremos si esa irracionalidad sigue presente. Esperamos que no, pues el tiempo, las circunstancias y la comprobación de las mentiras que contribuyeron a esa irracionalidad tienen por fuerza que hacer cambiar la mente de esos venezolanos que seguramente equivocaron su decisión.-
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