Cuando la revolución sandinista se perdió en las urnas, en 1989, no tuvo la oportunidad de revisarse a sí misma. Sencillamente, se vio obligada a entregar el poder a la Presidenta confeccionada por Estados Unidos (Violeta Chamorro), y esperar más de 10 años (durante los cuales se fue desmoronando el Frente Sandinista) para volver. Nosotras y nosotros, revolucionarias y revolucionarios venezolanos, sí tenemos el chance de la autocrítica para cambiar. Es por eso que, modestamente, ofrecemos algunas breves reflexiones, y algunas ideas para la acción.
Reflexiones:
1) Con la abstención o el voto chavista por el No se le pasó factura a las malas (o pésimas) gestiones locales. Personas que a diario se ven sometidas a la basura, las colas en la ciudad, las fallas de transporte o la ausencia de planes urbanísticos, podían sentirse absolutamente desmotivadas para votar por el sí. El socialismo es sueños y esperanza, pero también es cambios en la vida concreta de la gente.
2) No pudimos combatir los viejos fantasmas sembrados por el capitalismo, año tras año. Nuestras campañas, por más buenas que hubiesen sido (y, con el corazón en la mano, no lo fueron), difícilmente podían contrarrestar 40 años, 60 años o más de aquellas consejas de "comunistas comeniños", "me van a quitar la gallina y el ranchito", "nos moriremos de hambre porque no habrá comida" e ideas por el estilo.
3) Nos impusieron la guerra del estómago, con la escasez de alimentos fabricada por los sectores conspiradores del empresariado y no combatida por los entes gubernamentales. La leche no se conseguía al precio regulado en los anaqueles, pero sí, al precio caprichoso de las y los buhoneros. El último recurso de la oposición empresarial fue esconder el papel toilette, en un mensaje muy claro: si votas por el sí, no tendrás ni siquiera para…
4) No se estudió con suficiente cabeza fría el rol del movimiento estudiantil promovido y entrenado por el Departamento de Estado de Estados Unidos. La "dirigencia" creada a la medida del sueño de la clase media venezolana (jóvenes universitarios blancos, preferiblemente altos, sonrientes, en algunos casos provenientes de la izquierda light) encabezó el anhelo de la oposición de salir del "negro gritón".
5) La derecha endógena… un tema sobre el cual queda mucho por discutir y mucho por hacer. ¿Dónde está? ¿Qué hace? ¿Cómo la combatimos?
6) El chavismo light, así como la militancia del PSUV: otra realidad que debemos analizar.
7) La Asamblea Nacional incorporó artículos a la propuesta de reforma original que no generaban mayor simpatía, como aquel del regreso al Parlamento de diputados y diputadas que cumplieron funciones de gobierno. ¿Por qué lo permitimos?
Algunas ideas para la acción
-Organizarse para dar nuestra mayor demostración de fuerza el próximo 23 de Enero. La oposición ya anticipa que pretende convertir esta fecha en una réplica del 23 de Enero de 1958. En las calles demostraremos lo contrario.
-Replanteamiento del PSUV, con discusiones en el seno de los batallones que sean el punto de partida de la refundación de la organización.
-Medidas concretas para combatir el acaparamiento y la especulación, con la movilización popular. ¡¡¡¡¡Contraloría social!!!!!
-Cambios urgentes en las comunicaciones de la revolución. Creación de un verdadero sistema de comunicaciones del Estado, con criterios de solidaridad y complementariedad, que deje de ser reactivo y pase la ofensiva. No más publicidad, sino más información y análisis.