La Dolorita, Tierra de Dignidad

Señores:
Página Web Aporrea.Org
Presente.-


Estimados camaradas:

Más allá de felicitarles por el patriótico trabajo que vienen realizando, quisiera solicitarles sean publicadas las siguientes reflexiones en torno a los resultados del referendo por la reforma constitucional que dio a conocer el CNE al país ayer tres de diciembre en la madrugada.

Soy profesor, miembro del Círculo Bolivariano Patria Buena y ahora también gestor del Consejo Socialista de Educadores y Educadoras de mi Comunidad; pero por sobre todas las cosas soy Doloriteño, orgulloso de vivir en esta tierra llena de dignidad y heroísmo, que una vez fue la morada propia y soberana de los indómitos Aramaipuro, Urimare y Tamanaco, todos caciques Mariches.

Ayer estuve en la concentración popular reunida frente al Palacio de Miraflores. Allí pude palpar la “caravana de sentimientos” (como lo expresó Silvio Rodríguez en una de sus más antiguas canciones) que embargaba a los verdaderos revolucionarios de Caracas, a los que quisieron y eligieron estar cerca del Palacio sin tener cargos, de gratis, en las buenas y en las malas… con nuestro Presidente.

Allí se habló con mucho sentimiento, lo reitero, sobre las causas de los resultados obtenidos; muchos interpretaban tales resultados como una derrota. Había tristeza y rabia. Se pedía depuración institucional, se pedía que “rodaran cabezas”, se acusaba de traición. Había, pues, rabia, frustración y un gran sentimiento de tristeza, pero también solidaridad, hermandad y valentía.

Estuvieron presentes Catia TV y Ávila TV. Venezolana de Televisión no se dignó hacer acto de presencia, ni siquiera porque aparecieron por allá políticos prominentes tales como Lina Ron y el Vicepresidente de la República Jorge Rodríguez. Supongo que ellos, los de VTV, no van a mover sus cámaras por dos mil o tres mil pelagatos, a menos que se lo ordene (no basta con que les sea pedido) un chivo que orine mucho. El pueblo, según lo visto anoche y muchas otras veces, no es ese chivo reconocido por la gente de VTV, capaz de hacerles mover el trasero. El pueblo no es el jefe de VTV… dirán ellos.

Tal como con VTV, que sólo se digna moverse si se lo ordena la hegemonía por ellos reconocida (posiblemente debido a que tal hegemonía es la que les deposita dinero en las cuentas bancarias), está sucediendo en este país prácticamente, fácticamente, con cada una de las instituciones. Las demandas populares, que son reales, sentidas y expresadas a vivo grito, son desoídas, menospreciadas e inatendidas por funcionarios-as que interpretan como patronos a la camarilla de funcionarios públicos llamados “jefes”, “coordinadores”, “voceros principales”, “directores”, “asesores”, “ministros” “alcaldes” y así sucesivamente. Cada empleadito-a tiene un empleado-a al que medio hace caso (cuando lo vigilan) porque le han dicho, le han impuesto que ese es su jefe-a, y el mediocre empleadito-a lo ha aceptado.

Así está sucediendo en La Dolorita, en el resto del Municipio Sucre, en Chacao, en Caracas y en el país. Se trata de una verdadera contaminación de capitalismo práctico convertido en visión, ideología e institución, donde quien tiene a su “cargo” tres obreros se siente y se comporta como jefe, capataz, aspirante a mayor jefatura. Y el que tiene a su “cargo” a muchos jefes intermedios y bajos, se cree dios todopoderoso, sin otro deber que mandar según su propia cosecha intelectiva… los pendejos que están allá en los cerros jodidos como siempre, pues, que se ajusten a los dictámenes de los grandes pachás, gamma-ramma, señores, gurúes, “científicos”, licenciados, magísteres y docto-docto-doctores. Ellos son los soles prominentes, las estrellas del porvenir, las mentes brillantes que todo lo saben y nada necesitan ya ni escuchar ni compartir. Son decisores definitivos y únicos para esta pobre patria de escasísima inteligencia popular, tan raquítica ella en academicismo y sabiduría.

En realidad son burgueses, de corazón e ideología burguesa, incrustados en las venas de la Patria como sanguijuelas insaciables. ¿Los que les rinden pleitesía y obediencia desde cargos inferiores por un sueldo? Son proletarios alienados, acomodados al pensamiento y acción de los burgueses.

No estoy hablando de la Alcaldía de Baruta ni de la Gobernación del Zulia donde obviamente las cosas son así y así tendrían que ser pues se trata de reductos consecuentes con su ideología conservadora ultraderechista. Estoy hablando, en cambio, del PSUV (léase en título que sólo es un cascarón vacío: Partido Socialista Unido de Venezuela); estoy hablando de los secuestrados Ministerios del Poder Popular (negados por las oligarquías burguesas que los dirigen a subordinarse ante el verdadero poder popular, y siguen trabajando como siempre lo hicieron durante la no extinta cuarta República: de espaldas al pueblo); hablo de las universidades públicas… obviamente secuestradas por la oligarquía intelectual rancia, derechista, ultra burguesa; hablo de la Alcaldía del Municipio Sucre, que vestida con camisas rojas y gritando consignas dizque revolucionarias, le ha impuesto a mi gente, a los Mariches de hoy, la peor dictadura de derecha jamás vivida aquí desde la invasión española y el dominio de nuestros hermanos “bajo campana”.

Esa hegemonía inmoral, histórica, podrida y poderosa, se tambaleó ante la Reforma Constitucional, la cual, aún llena de gazapos burgueses, contenía algunos elementos claves para nuestra emancipación como clase. Contenía elementos tales como la institución del poder popular y el derecho a ciudadanía. Sí, parece mentira pero POR AHORA no tenemos derecho a la ciudadanía; sólo tenemos derecho a la marginalidad… se nos obliga a vivir como “marginales”; se nos trata como tales y prácticamente se nos obliga a convertirnos en esa ruin patraña capital-burguesa. También adquiríamos derecho a propiedad, mecanismos socialistas para nuestro desarrollo endógeno y capacidad de autogobierno.

Por supuesto que los sectores burgueses, tanto negri-blancos como rojo-rojitos, no iban a permitir pasivamente que los indios-negros, bachacos, catires de barrio, llegásemos a tales conquistas tan solo con una eleccioncita. Serán pendejos… si ellos viven de nuestro apendejamiento inducido.

La reforma constitucional no fue propuesta por la Asamblea Nacional, como cabía esperar de una institución burguesa obligada a actuar contra su naturaleza ideológica por un líder inconmensurable –el Presidente Chávez-, sino por el indio-negro de Sabaneta. La Asamblea se encargó de agregarle 39 artículos, de enrarecerla, hacerla larga, tediosa, intragable, a favor de su irrenunciable vocación ventajista, confusa y fácilmente atacable por los burgueses de la llamada oposición, que son sus pares ideológicos, sólo molestos porque la torta política la tienen estos burgueses de camisas rojas.

Aún así, con todos estos ataques solapados o descubiertos, con todo y el descontento popular originado más en la incorrespondencia entre el decir y el hacer de los políticos burgueses disfrazados de chapistas, con todo y el asedio mediático de la burguesía opositora ayudaditos, claro está, por la ineficacia y la desidia de los falsos chavistas en funciones de gobierno… con todo en contra, cuatro millones trescientos mil y fracción venezolanas y venezolanos, la mayoría de ellos indios-negros, catires de barrio, votamos a favor de la reforma. No votamos por el “Sí” politiquero que quisieron vendernos como consigna; no votamos tampoco por el alargamiento del período presidencial a siete años, ni por el abultamiento de los porcentajes para convocar a referendos revocatorios, ni tampoco por el inmoral pedido de diputados burgueses a que se les devuelva su curul sin condiciones luego de haber desempeñado funciones en el Ejecutivo; ni votamos por el estúpido reconocimiento de nuestras raíces, que son las mismas de todo el mundo porque si el hombre y la mujer se originaron en África entonces todos somos afrodescendientes.
Votamos por el reconocimiento legal de nuestro derecho a autogobierno, por nuestra ciudadanía, por nuestro acceso a la propiedad (hoy conculcado por las oligarquías política y económica), por una geometría geográfica favorable a nosotros –no me atrevo a llamarla “del poder” porque quedaba por verse hasta dónde iba llegar ese acceso al poder-. Votamos por el acceso a seguridad social y por el derecho a compartir más horas con nuestras familias o a disponer para nosotros de más horas de nuestro tiempo, que hoy le vendemos en condiciones miserables a los burgueses para no morirnos de hambre.

Ahora los indios-negros de Zamora, de Bolívar, de Miranda, del Che, de Maisanta, del Mocho Hernández, sabemos que somos un ejército de cuatro millones y pico. Yo creo que somos más todavía, lo que pasa es que cuesta ver el oro cuando está tapado por pantano (para decir que está tapado con algo marrón que no hiede tanto como otra cosa) y muchos de nuestros hermanos-as todavía no pueden ver.

Yo no puedo interpretar lo ocurrido como una derrota, no me siento derrotado. Por el contrario, entiendo el grandísimo potencial político que otorga el haber votado, masivamente como se lo hizo, por un proyecto nacional y ya no por una persona, un líder. El crecimiento del movimiento nacional indio-negro me llena de esperanzas y de orgullo. Poco a poco nos vamos entendiendo, identificando, como clase… poco a poco vamos conociendo más y más al enemigo.

Como indio-negro, catire, mestizo de barrio que soy, invito a todos mis hermanos de raza, invito a todos mis hermanos de ideología, y a los hermanos venezolanos y venezolanas, extranjeros y extranjeras que quieran unírsenos, a seguir en pie de lucha. Vamos a modificar y a depurar la Reforma. Vamos a obligar a los burgueses de la Asamblea Nacional a convocar un nuevo referendo por NUESTRA reforma constitucional. Vamos a profundizar los niveles de organización popular. Unidad, unidad, unidad debe ser nuestra divisa, lo dijo Bolívar y cobra vigencia su pensamiento ante el panorama presente. Yo agrego que debe haber unidad y organización, y estudio, mucho estudio, y análisis, y estrategia.

Hablo desde La Dolorita, una comunidad de catires bachacos, de indios-negros, donde no se ha construido una escuela desde hace más de diez años, donde no se ha construido una calle desde hace más de veinte años y donde el agua, aunque usted no lo crea, sólo llega cada 21 días a las partes planas (a las partes altas sencillamente no llega nunca). Hablo desde una Dolorita donde 6500 votamos a favor de la Reforma y solo cuatro mil y pico votaron en contra. Hablo desde La Dolorita, donde vivieron Tamanaco, Urimare, Aramaipuro, los indios mariches (que al fin si eran –y sí somos- indios porque sus-nuestros ancestros vinieron desde las llamadas tierras indias) y dónde prefirieron dejar su sangre regada sobre el sagrado suelo patrio antes que abandonar dicho suelo para que lo tomara el invasor español. La sangre de nuestros padres mariches nos arde y nos urge a ser libres como ellos lo fueron. Su grito es nuestro grito:

ANA KARINÁ ROTÉ AUMUCÓN ITOTO PAPAROTO NANTORO ¡!!

julioruiz633@yahoo.com


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