La derrota del Sí

No resulta fácil asimilar la derrota sufrida ante la oposición. La propuesta de Reforma Constitucional impulsada por el Comandante Hugo Rafael Chávez frías y que representaba un acertado avance hacia el socialismo del siglo XXI no consiguió aceptación por parte de una porción de los ciudadanos que hacen vida en Venezuela. Como venezolanos que apoyamos el proceso de cambio que se ha adelantado en el país, estamos obligados a analizar las causas y consecuencias que traerá para el proyecto socialista, los resultados del referéndum realizado el 02 de diciembre. En primer término el triunfalismo observado por parte de los integrantes del Comando Zamora creó una ilusión en cada uno de los que apoyamos el proceso. No se gana un referéndum

simplemente con realizar marchas, caravanas o concentraciones, ni tampoco usando franelas rojas para identificarse con un movimiento al que consideramos ganador; se logra el triunfo con el trabajo sostenido de calle.

El resultado de la consulta pasa también por el desamparo y orfandad con que muchos gobernadores y alcaldes que pertenecen al oficialismo han tratado al pueblo. Pareciera que muchos de ellos les preocupa más la figuración y el vedetismo político que acercarse a las comunidades. Estamos convencidos que algunos se rasgarán las vestiduras o realizarán un mea culpa de fariseo para intentar convencernos que quien en realidad tuvo la responsabilidad de lo sucedido, es el pueblo, al que acusarán de traidor y vende patria.

Uno de los factores que considero relevante en el triunfo del no, es la falta de convencimiento de nuestros compatriotas – o lo eran -. Hablamos de la Reforma Constitucional pero no conocemos el contenido de la misma. Entonces ¿cómo discutir, analizar, convencer a los demás sobre una materia que desconocemos? La existencia de batallones donde no se discute la forma y el fondo de la propuesta de reforma es una pérdida de tiempo. Estamos obligados a establecer círculos de estudios, a formar cuadros, a educar a los ciudadanos. Si no hay formación ideológica entre nuestra gente jamás avanzaremos hacia un verdadero socialismo. No se es socialista por moda o esnob, sé es socialista cuando tenemos la certeza de creer en la verdadera distribución equitativa de la riqueza y estemos convencidos que la organización política y social de los medios de producción debe estar en manos del colectivo. Indudablemente, la oposición bajo el amparo del imperio, se dio a la tarea de torpedear nuestras posiciones -que por cierto estaban debilitadas por el triunfalismo- usando argumentos estúpidos, risibles y comunes, pero que surtieron efecto en nuestra población poco formada. El fantasma del miedo melló el proyecto de reforma constitucional. La gente aun cree que los comunistas le van a quitar a sus hijos, le van a expropiar lo poco que tienen, le van a dar una carta de racionamiento, le van a secuestrar la navidad y pare de contar, cuando en la realidad, el pueblo salía fortalecido si se aprobaba la reforma. Si no escuchamos el rumor del río que nos llega ahora, perderemos los años de lucha encabezados por el camarada Chávez y retrocederemos hasta que se disipe cualquier atisbo de igualdad en Venezuela.

aldebarantauro@gmail.com


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