La derrota electoral que ha recibido el proceso revolucionario en el referéndum del 2 diciembre tiene muchas causas que la explican.
Más allá de la victoria moral que pueda significar esta derrota para Hugo Chávez, el líder máximo del proceso revolucionario, es necesario asumir la derrota que ha recibido el proceso y el proyecto socialista en él contenido, para avanzar en función de futuras victorias que garanticen la consolidación del ideal de sociedad que la mayoría de venezolanos aspiramos realizar.
Más allá de enumerar deficiencias propias del sistema, derivadas del burocratismo, la corrupción, el clientelismo y todas esas taras cuartarepublicanas que conviven con el modelo nuevo de sociedad y Estado que apenas emerge; es imprescindible reconocer las deficiencias ideológicas que desde hace bastante está padeciendo la revolución bolivariana.
Una cosa es asistir a marchas, vestir franelas rojas, vociferar consignas, asistir a reuniones para oír a los “expertos” de siempre, firmar planillas, incluso ir a votar, etc. y otra muy distinta es estudiar la historia de las revoluciones, conocer las características y distintos enfoques de las revoluciones en la historia de la humanidad, analizar nuestra propia revolución desde la gesta bolivariana hasta nuestros días, estudiar y asumir una militancia, una moral y una ética revolucionaria, incluso asumir una práctica revolucionaria en la vida cotidiana.
La coyuntura del 2 diciembre planteó un escenario en el que los enemigos de este proceso, la derecha y el imperialismo, explotaron el anticomunismo que desde hace mucho está sembrado en buena parte de nuestro pueblo. Esos 3 millones de chavistas que “recularon” ante el miedo a Chávez y las ideas comunistas contenidas en la Reforma, fueron víctimas de la manipulación ideológica de los enemigos de clase de la revolución bolivariana. Es imprescindible tener presente que estamos enfrentados al imperio más poderoso que se haya conocido y aunque sistemáticamente la revolución ha derrotado a sus peones, nunca cesará en su empeño de aniquilar el futuro que el socialismo nos ofrece.
El chavismo enfrenta actualmente la necesidad de formar a los hombres y mujeres que lo conforman para la batalla de las ideas. Sólo eso garantizará un triunfo definitivo de la Revolución y del socialismo en Venezuela.
Carlos Luna Arvelo
carloslunarvelo@hotmail.com