Hablemos claro

Derrota de Mierda, producto también de Gobiernos locales de mierda

En el momento en que se conocieron los resultados, la vieja casa del MVR en Mérida estaba atestada de aquellos barones que funcionaban (y aún funcionan) a la perfección bajo el mando del don Corleone Luis Miquilena. Una cadena de carros lujosos como si estuviésemos frente a un hotel cinco estrella de la Riviera francesa. Se encontraban allí empresarios contratistas, esperando para brindar, fuese cuales fuesen los resultados. Qué más da. Ellos siempre ganan. El pez más gordo dijo: “Ya perdimos. Nos llevan ocho puntos de ventaja.. Acabo de hablar con la negra Antonia y me dice que aquella vaina no levanta cabeza.” Un diputado a la Asamblea Nacional prorrumpió: “Es que el PSUV no sirve para un carajo, y que más, compatriotas: celebremos de todas maneras.” Un altísimo representante de poder judicial prorrumpió: “De todas maneras, yo me leí toda esa Reforma y eso es un desastre. No valía la pena que se aprobara. Venga, un brindis.”

Poco después se observó cómo los dueños de esos vehículos arrancaban el “SI”. La noche se hacía fría, amenazaba con llover, y en algunos centros electorales se observaba gran números de personas. Yo me fui a casa, casi a la medianoche, y tenía dolor de cabeza de tanto hablar por los malditos celulares, todo el mundo dándome cómputos totalmente falsos, que me llegaban de sitios que se deben suponer confiables, por ejemplo, Miraflores. Claro, como muchos compatriotas amanecí pensando qué hacer ahora, y estaba ante mí un cuadro de horror difícil de vencer: Han pasado nueve años y en gran parte nos siguen gobernando los adecos. Se sigue imponiendo la moral y la cultura del Puntofijismo. En muchos organismos públicos los chavistas tienen que ocultar su predilección por el Presidente. Son relegados, maltratados. Desde cuándo, por ejemplo, vengo viendo (desde hace dos años) a la anciana Elsi (de ochenta años), deambular de un lado a otro, implorando por una pensión, y nadie le hace caso. Pero veamos parte del crimen que ha cometido la señora Elsi: adora a Chávez, lleva su retrato y le carga en el pecho con devoción.

¿Qué hace, carajo, INAGER en Mérida? Si quieren saber más de la señora Ilse, les pido que se informen en MINFRA-mérida a donde la pobre va casi todos los días a pedir ayuda. Esto me venía a la mente junto con la plasta de MERCAL donde tiene allí un tipo que es otra mierda.

Yo juro que casi todas las dependencias oficiales de Mérida votaron a favor del NO, y lo hicieron por la inmensa y descomunal indeferencia que ante la campaña por la Reforma mostraban los jeques de la Gobernación. Gris, abúlica y lánguida se muestran la Gobernación y la Alcaldía Libertador ante los supremos intereses del proyecto bolivariano.

Es horrible.

Y quiero advertirlo de una vez, cualquier cosa que me pueda suceder, cualquier atentado a lo Giandoménico Puliti (mi querido amigo asesinado de un tiro en la cabeza) y coautor junto conmigo de un libro sobre los obispos sinvergüenzas, digo, tiene claramente dos frentes muy bien definidos: la oposición oligárquica férreamente unida a Nixon y el gobierno de mierda local, que hoy en definitiva son una misma cosa

Oígalo bien, señor Presidente, en Mérida tenemos un gobierno local de mierda. A usted que le gusta las matemáticas, permute las letras, y que coincidencia, MERIDA=MIERDA.

Para qué va a molestarse uno en ir a la Fiscalía de Mérida. No funciona tampoco. Carece de valor, y hasta de autoridad. Lo mismo pasa con Defensor del Pueblo que es realmente el Defensor de los Caporales de la oligarquía, un pobre inútil que le hace mucho daño al pueblo. Allí está el caso de algunos trabajadores que desde hace dos meses tomaron el canal TV-ULA, y no se hace justicia. Lo mismo ha sucedido con el caso de la Planta Recicladora., y valga añadir (porque me tiene espantado), que ayer mataron a una señora (con bienes de fortuna) de dos balazos en la cara poco después de dejar a sus hijas en el colegio (un tiro en la boca y otro en un ojo). El caso de esta señora es espantoso porque ella venía denunciando desde hace varios años de que estaba siendo amenazada de muerte; sus denuncias corrían por la prensa, por la Fiscalía, por el CICPC, por la Comandancia, y ahora un sicario la ha liquidado de la manera más fresca. ¿Cuántos atentados sufrió esta pobre mujer? La vimos en ocasiones con el rostro amoratado, llevar un collarín, a veces obligada a tener que pagar escolta. Todo el mundo en la ciudad sabe de dónde provienen los tiros, pero a lo mejor no se encontrarán jamás a los culpables porque aquí quien manda es el burdo y monstruoso capitalismo.

¿Cómo es posible nojoda, que se encuentre una casa atestada de armas de guerra y no vaya nadie a la cárcel y nadie esté siendo procesado? Pero agarran a un pobre pendejo, como al científico Ignacio Ferrín por una supuesta siembra de matas de marihuana y un chopo viejo y lo tienen encerrado en el Internado Judicial de Lagunillas con todo el peso de la ley.

Me pregunto: ¿Qué pasa cuando la oligarquía roba y asesina a boca de jarro?

Mérida es la ciudad donde el sicariato está asesinando más gente en América. No es cuento. Cada semana los sicarios matan un promedio de dos personas en plena ciudad, y por lo general a pleno día.

Más de 74 policías heridos de bala 9 mm en la Liria, frente a la Facultad de Ciencias Económicas en La Liria, y esto apenas si se ha conocido en algunos sectores porque yo (y disculpen que me nombre) he tenido que mover cielo y tierra para denunciarlo. Por todos lados lo que veo es eso, miasma, sentina, degradación, traición, cobardía, dejadez, jalabolismo, complacencia, regodeo en la incuria, perversidad, calumnias, sarcasmos y burlas. Todo un enjambre cuya punta se dirige contra el pueblo. Es verdad, señor Presidente, estamos de mierda en mierda hasta el cuello. Miasma allá y sentina por camionadas entre nosotros, también. Hay que ser justos: Victoria de mierda, Derrota de mierda.

jrodri@ula.ve


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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