Perder la capacidad de asombro es una de las virtudes que nos ha enseñado este proceso político, donde los oportunistas y aventureros ocupan un papel preponderante en el desarrollo político bolivariano, los saltos de talanquera son ya muy propagados, nadie se extraña de estos advenedizos y de su conducta contrarrevolucionaria, todo a nombre de la construcción del estado socialista que reclama el pueblo, o la gran mayoría del pueblo venezolano.
Guárico no escapa de estas conductas políticas muy propias del MAS, discurso de izquierda pero acciones de derecha. Es así como podemos observar el clásico oportunismo político del gobernador de Guárico que declina su militancia política en el PPT y pasa a formar filas del PSUV para continuar con sus planes de mantenerse en el poder a través de sus descendientes. El mismo gobernador ha declarado que ha venido preparando a su hija para que lo suceda en el cargo de gobernador regional. La gobernación de Guárico para Eduardo Manuitt es, sin lugar a dudas, un reinado que puede heredar su descendencia.
Roberto Guisti, disociado empedernido, el día de ayer, en su programa matutino, tuvo de invitada a Lenny Manuitt. Sin lugar a dudas una entrevista que se me hizo imposible dejar de ver, el morbo mediático fue más grande que mi racionalidad.
La entrevista fue muy bien adornada con imágenes por este disociado periodista “independiente”. Sólo me referiré a tres temas de los manejados por el entrevistador y la entrevistada. El tema sobre la producción agrícola fue por demás interesante, ya que nos da una real perspectiva de la forma tan “revolucionaria” de pensar de la llanera revolucionaria (como se auto tituló) y certifica el por qué Eduardo Manuitt fue contrario a la aplicación de la Ley de Tierras en el estado Guárico. Ella es contraria al discurso del líder en materia de la denominación de algunos productores agrícolas, no le gusta que los tilden de terratenientes, oligarcas, porque esos pobres productores, con su trabajo, contribuyen al bienestar del país. Ellos deben percibir ganancias “razonables” por su trabajo como incentivo a seguir produciendo granos para el país. Criticó duramente que el INTI haya tomado algunos fundos y hoy los mismos sean improductivos. En otras palabras, crítica al Gobierno por esa decisión, lo que no señala son las políticas macro que ha diseñado el Gobierno nacional para promover e incentivar la agricultura y la ganadería en toda Venezuela y por ende, en el estado Guárico. El gobernador Manuitt no ha implementado programas para el fomento agrícola en la región, incluso a frenado el desarrollo productivo en el Estado.
Lenny Manuitt acusa el Gobierno revolucionario de promover sólo la siembra del terrorismo en Guárico producto de la decisión administrativa para el cierre temporal de dos emisoras radiales por violación reiterada de la ley, acusa al Gobierno de actuar en la sombra por el cierre de ambas estaciones, efectuadas en horario nocturno y por el despliegue militar, y convida al Gobierno revolucionario para que ataque con la misma contundencia a la delincuencia. La pregunta obvia es: El estado Guárico posee una cantidad inmensa de funcionarios policiales, ¿por qué el gobernador no ha contribuido a disminuir los índices delictivos de la región en los ocho años que lleva en ese cargo? ¿Es que acaso el Gobierno nacional DEBE luchar también contra de la delincuencia en los estados que tienen descentralizados los órganos policiales? ¿De qué sirve entonces la erogación presupuestaria tan grande que hacemos todos los venezolanos, si se mantiene un cuerpo policial ineficiente? Si los organismos policiales regionales son ineficientes, entonces, ¿por qué no transferir esa competencia al Gobierno central?
Destacó que está en contra de las invasiones. Indicó que tiene diferencias y coincidencias con las 26 leyes aprobados por la vía habilitante. Sin comentarios.
Sin lugar a dudas que Lenny Manuitt no es revolucionaria al defender los grupos oligárquicos del estado Guárico, a los terratenientes, grupos económicos que sólo buscan acabar con los logros de la Revolución bolivariana.
Es necesario entender que la ambición de poder de Manuitt es un detonante hacia una verdadera explosión social en ese Estado. Es un gobierno prepotente, dictatorial y represivo, que ha querido convertir a Guárico en una monarquía, siendo una familia que se ha integrado a los sectores más reaccionarios y ambivalentes del país, amparada en un discurso revolucionario.
Los guariqueños deben estar muy alerta ante el discurso contrarrevolucionario que hoy maneja la autotitulado “llanera revolucionaria”. Lenny Manuitt es sólo un discurso contrario a los intereses del campesinado y del pueblo todo del Guárico, es un mensaje que sólo tiene cabida en los sectores más retrógrados y opuesto al cambio de la región. Ella es contrabando puro en nuestra Revolución, al igual que lo ha sido Eduardo Manuitt.
NO HAY NADA MÁS EXCLUYENTE QUE SER POBRE.
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