El tiempo ha estado pasando inexorablemente por encima de nuestro dolor y las penurias que sobre nuestras espaldas hemos estado cargando durante décadas, centurias y milenios, sin preocuparnos que ese infortunio y esas desventuras, también iban a pesar sobre las espaldas y entrañas de nuestra madre tierra y nuestro padre universo. Hemos estado mucho tiempo en silencio y sin siquiera nombrarnos.
Ahora
que estamos en la era gloriosa del Pachakuti, los indios de hoy estamos
siendo seriamente interpelados por el porvenir de las futuras
generaciones, porvenir que se cierne preocupante por el grado extremo
de pasividad, tolerancia y aletargamiento con el que hemos estado
viendo y dejando pasar este tiempo de injusticia inmisericorde bajo la
sombra de una supuesta "Revolución democrática y cultural".
En
nuestro propio terruño qullana, en este nuestro tiempo, por ser
gobernados por un presidente indio tamizado e impregnado de principios
y leyes occidentales, hemos estado siendo obligados a callar y aguantar
en silencio cómplice otra felonía más del sistema, a fin de no frustrar
un mal llamado "proceso de cambios", pensando y convencidos de que si
decimos algo contra este gobierno, debilitaría tal proceso. Esto es,
para nosotros, una grave falta de consideración con la correcta lectura
de la realidad, porque los cambios debemos entenderlos como tales, como
revolución, no como simples reformas.
Tenemos que
comprender que una revolución siempre tiene una cuota de dolor, como el
parto de una mujer que siempre viene acompañada de un dolor natural e
inevitable. El cuerpo de nuestra revolución india, como el de una mujer
embarazada, se contrae y se alborota cuando el ser de sus entrañas
quiere ver por primera vez la luz, así, nuestra revolución quiere
encontrar el camino y ver pronto la luz. Y cuando el recién nacido
llega al hogar, la familia experimenta un cambio, así nosotros queremos
ver nacer y brillar la nueva Gran Confederación de Naciones
Originarias. Esto no es fácil, de eso estamos conscientes.
"Revolución democrática y cultural": farsa de p'ahpakus
Ya
lo habíamos advertido en tiempos electorales, en que era preferible
apoyar el proyecto del Mallku Felipe Quispe Huanca encarnado en el
entonces Movimiento Indígena Pachakuti (MIP), por ser una propuesta al
menos transparente, honesta y revolucionaria, y no un proyecto
pro-sistémico y reparchador como el del Movimiento al Socialismo (MAS),
que solo proponía parches y reformas sin salir del sistema. Lo que
ellos llamaron entusiastamente "Revolución democrática y cultural", hoy
es nada más que una farsa de p'ahpakus.
Ya
no hay argumentos para justificarse ser un gobierno indio o indígena,
cuando se utiliza como arma folklórica nuestra cultura, cuando se
manipula nuestra espiritualidad politizándola del modo más burdo,
cuando se juega con los valores de nuestra identidad queriendo
encamarla con la occidental, todo para impulsar el reflorecimiento del
sistema expoliador salido de la manga izquierda de la bombacha del
sistema occidental. El llamado entorno q'ara de Evo Morales, reciclados
de la izquierda y la derecha política, es la prueba de su lealtad con
el sistema. Estos ya están carcomiéndose rápidamente junto a su partero
el MAS.
En
este proceso no hay inocentes corderitos como muchos cronistas,
analistas, líderes populares, y hasta algunos indios han manifestado al
referirse a los malos asesores del Presidente Morales, creyendo que Evo
es una víctima de ellos. Dicen que el Presidente tiene
buenas intenciones, pero ¿Quién escogió a ese entorno oportunista y
arribista? Es solo él quién llamó a esta gente. Otros incautos dicen
que Evo traicionó al pueblo que votó por él, al creer que éste iba a
conformar un gobierno indígena (¿Indio? Ni pensar!), pero tampoco es
así. Morales no es un traidor ni desleal, al contrario, es fiel y
consecuente con sus principios, con su línea pro-neoliberal y
reformista (entiéndase bien, no revolucionaria). Una pena por la masa
votante que no supo darse cuenta a tiempo y no supo escuchar las voces
indias, esas voces que no fueron financiadas por las ONGs ni apoyadas
por imperialismo alguno.
Q'aras,
chotitos, cholitos y manzanitos desindianizados, de esos que de afuera
son rojos y por dentro blancos, colados como garrapatas al actual
esquema de gobierno, hoy supuestamente indianizados se los ve
apoltronados en el Ejecutivo, en el Legislativo y en la Constituyente,
tratando de ocultar su corbata o tratando de acomodarse al discurso
indio. Es curioso y pintoresco escucharles hablar del indio y sus
derechos cuando en realidad no hacen otra cosa que quedarse de
arrimados del sistema.
Pachakuti: el nuevo sistema de sanación del planeta
Hasta
el momento no habíamos dicho nada acerca del momento histórico que
estamos atravesando, momento que nada tiene que ver con el sistema
vigente. Nos referimos al Pachakuti entendido como un proceso de
cambios fundamentales y reconstituidores de los pueblos clandestinos,
proceso impulsor de la filosofía y del pensamiento amáwtico, proceso
del retorno al equilibrio, a la tierra sin males, proceso purificador
del ser humano, proceso de sanación del planeta y del universo.
El
actual gobierno no entiende nada de eso, para ellos lo importante es el
reparche de la Bolivia colonial, por eso no vimos ningún cambio
fundamental, una Constituyente que fracasó en su intento de reformar la
vieja Constitución, una Ley de Tierras que no afecta a los peces
gordos, una nacionalización en donde según ellos, los patrones son
ahora socios, para nosotros, los ladrones son ahora sus socios, una
escalada de subida de precios de los artículos de primera necesidad,
una Ley de Pensiones individualizante, etc. Si de cambios se trata de
hablar, mencionemos el caso del pan, que desde el ascenso al gobierno
del MAS su precio subió en un 100%. Eso sí es cambio.
Este
gobierno como no entiende ni del proceso Pachakuti, ni de la filosofía
y pensamiento amáwtico, ni de la revolución india, se ha quedado en su
anti-imperialismito anti-estadounidense como si fuera el único
imperialismo en el mundo, no ha podido llegar más allá, insultando a
ellos no se gana nada.
El "Reverendum Revolcatorio"
Ahora
viene la distracción del Referéndum Revocatorio de los mandatarios
nacionales y departamentales, para nosotros, como dicen los chicos en
Oruro, es nada mas que un Reverendum Revolcatorio, porque sabemos que
eso no va a resolver la crisis de fondo, el MAS se ha mostrado tal cual
es, un partido de retórica visceralmente confrontacional, pero incapaz
de resolver oportunamente los conflictos, un partido timorato para
convocar a alianzas con los poderosos movimientos sociales que hoy ya
están elevando su voz y accionar como los valerosos combatientes
mineros, indios y los afiliados a la gloriosa Central Obrera Boliviana
(COB).
Nosotros
no queremos revocar simplemente a un Presidente o a un Prefecto, es
demasiada pérdida de tiempo y recursos para tan grande esfuerzo. De lo
que se trata es de revocar al sistema y todo, un sistema podrido de
corrupción y latrocinio, queremos revocar las reformas
pro-neoliberales, queremos revocar el mandato de los "felipillos",
servios, croatas, árabes, judíos, queremos revocar a todos los males:
mayores y menores. La experiencia de varias décadas nos enseña que
siguiendo la lógica de apoyar a un mal menor, lo único que hacemos es,
por un lado, posponer nuestra estrategia de liberación por temor al
decantado "golpe de Estado" y, por otro, a parir como conejos a toda
una generación de "felipillos" que hoy desde el gobierno están
vendiendo nuestra imagen provocando irremediablemente el congelamiento
del Pachakuti por unas buenas décadas más. Por eso tenemos que
llamarnos seriamente la atención para no volver a incurrir en esta
lógica tramposa y convencernos de una vez por todas, que todos los
males son simplemente males, sin distinción ni categorías.
¿Hasta cuando seguiremos siendo alcahuetes?
Otro
aspecto en el que debemos insistir es en el saber identificar bien a
nuestro verdadero y real adversario, que permanentemente nos alimenta
con fuertes dosis de inercia y sumisión, y nos hace incapaces de tomar
decisiones por cuenta propia. Tenemos que entender que nuestro más
importante adversario no es ni el capitalismo, ni el socialismo, ni la
oligarquía, ni los de la Unión Juvenil Cruceñista, ni el MAS, ni
PODEMOS, ni los del autonombrado Pacto de Unidad. Nuestro gran
adversario es el MIEDO instalado en todos nosotros, el miedo a decir
las verdades tal cual son, el miedo a otra rebelión popular. Por ese
miedo animal nos estamos convirtiendo en crónicos alcahuetes de los
sistémicos, por encubrir la violación de nuestros derechos
fundamentales, permitiendo la neutralización de nuestra ya invencible
revolución india.
Como
perros obedientes, hemos tratando siempre de seguir al hortelano,
quién, sea con las nuevas reglas de la Constitución Política MASista o
con los Estatutos Autonómicos departamentales, nos vuelve a meter en
escenarios diseñados a la medida de los intereses de los grupos de
poder oligárquico, por ejemplo, a una nueva contienda electoral en
donde, como ya sabemos, todo está programado para quienes serán los
perdedores (los indios). Para eso nos alientan a organizar comparsitas
(partidos políticos), idiotizados por la falsa ilusión y angurria del
poder. Tenemos que comprender que el partido político es un otro
instrumento de nuestros verdugos para mantenernos alegres y
contentitos, cantando promesas en las juergas electorales.
Los tiempos de Tupaj Amaru quedaron atrás
En
la guerra de liberación india de los años 1780 solían chantajearnos. El
ejército realista para vencernos hacía su trabajo subterráneo en
nuestras comunidades para ganarse aliados entre la indiada y
reclutarlos para su bando, luego éstos eran situados en primera línea
de combate, porque los españoles sabían que los indios no mataban a sus
propios hermanos, eso le pasó a Tupaj Amaru, quién efectivamente se
resistía atacar al adversario cuando a la cabeza de él, veía a sus
propios hermanos. Y ahora esto se estaría repitiendo al tener a Evo
Morales en la Presidencia de Bolivia, y ante quién, por ser un hermano
nuestro, tendríamos que callar.
El
enemigo trabaja bien para crear su propia oposición. Recordemos al
ilustre embajador estadounidense Manuel Rocha, quién durante la primera
campaña electoral del MAS (2002), promocionó a Evo Morales al
manifestar que los bolivianos no deberían votar por él, al que el
pueblo respondió masivamente votando por el MAS. La CIA y el Pentágono
sabían perfectamente de esta reacción popular, ellos no se equivocan
nunca. El objetivo de crear su propia oposición, que sea permeable y
potable al sistema, se tradujo en la promoción de Morales como
alternativa clave para ello, aunque quizás ni él mismo se daba cuenta
de eso en ese momento, por su condición de indígena y por sus atributos
de personaje conciliador con el sistema.
Todos
sabemos que durante el primer lustro del presente siglo, el serio
peligro que representaba para los Estados Unidos era el vigoroso
movimiento liderizado por el "Mallku" Felipe Quispe Huanca, movimiento
al que urgentemente había que desarticular, si es posible liquidarlo a
como de lugar. Ahí cayó como anillo al dedo la ficha Evo Morales, quién
ahora, el varias veces frustrado candidato al Premio Nóbel, oficia de
Presidente indígena boliviano.
En
el momento presente, el trabajo de la inteligencia anti-india no se
queda ahí, va mucho más lejos, nos han estado trabajando hasta en los
legendarios, aguerridos e insobornables Ponchos Rojos de Ahacachi,
ahora mostrándoles como a simples quiltro fóbicos y sometiéndolos del
modo más humillante a la "subordinación y constancia", consigna clásica
de las fuerzas armadas bolivianas, o como aquél vergonzoso acto de
sumisión y veneración a los símbolos de la colonia al que fueron
sometidos nuestros hermanos en Sucre.
Por
todo ello debemos insistir y concluir seriamente que ya no estamos en
los tiempos de nuestros hermanos Tupaj Amaru ni Tupaj Katari, tiempos
en que podíamos aprobar la actitud guiada por el corazón de ellos, pero
hoy ya no debemos actuar del mismo modo, ahora tenemos al frente a todo
un ejército de "felipillos" ya multiplicados y que se han convertido en plagas altamente nocivas para la liberación del indio.
Somos capaces de auto-legislarnos
Como
si fuéramos incapaces de legislarnos o de elaborar nuestras propias
leyes, muchos de nuestros hermanos y hermanas se han estado colando a
la Asamblea Constituyente MASista para elaborar la nueva Constitución
Política del Estado (CPE), mejor dicho para aprender de lo que dicen
allá los intelectuales del MAS y de PODEMOS, muchos constituyentes
indígenas electos por la prebenda politiquera, y sin tener ninguna idea
de la CPE, aparecían cómodamente sentados en los curules del teatro
Gran Mariscal, esperando instructivas de los jefes para saber cuándo
debían levantar la mano y cuándo no, sin musitar palabra alguna.
Los
más conscientes que no se prestaron a este juego, quedamos
ideológicamente desarmados, sin capacidad para diseñar la propuesta
india, intelectuales indios diciendo algo de cuando en cuando en los
pocos medios de comunicación alternativos, organizaciones indias y
campesinas atomizadas en mil pedazos, líderes y dinosaurios del
indianismo peleándose entre sí por todo y por nada, cada quién tratando
de formar su propio partidito político, y el indio, perdido en el mar
de la confusión total. Consecuencia: ausencia de propuestas, vacío de
conducción, pérdida de credibilidad. Resultado: pasividad y silencio
cómplices.
Hermanas
y hermanos: por nuestra madre tierra y nuestro padre universo decimos,
una y otra vez que aquí estamos, como siempre, fuertes, valientes,
seguros, para que cambie TODO y enfrentarnos a las adversidades sin
miedos ni vergüenza, como nos han enseñado nuestros mayores, en el
camino sagrado del Pachakuti. Es el momento de iniciar nuestro
Gran Proyecto de Reconstitución Qullana, que nuevamente emerja nuestra
fuerza redimidora. Que se levanten las voces de rebelión india y
popular. Estamos seguros que el sistema andino-amáwtico es el mejor
para la salvación del planeta y la humanidad. No terminemos
acomodándonos en las modorras de las autonomías departamentales o de la
engañosa "Revolución democrática y cultural". ¡¡¡ Jallalla !!!.
Qullasuyu, agosto 6 de 2008.
Firman:
Los irpiris del Consejo Andino de Naciones Originarias - Qullasuyu