A primera vista el país luce vulnerable ante la crisis, por tener una economía fuertemente dependiente del ingreso petrolero y del mercado externo, tanto por el lado de las exportaciones debido a la volatilidad del precio del petróleo y la rigidez en su colocación; como de las importaciones, por las expectativas inflacionarias y las posibles limitaciones de acceso a los insumos, bienes de capital, alimentos y una importante gama de bienes y servicios importados. Sin embargo, el gobierno cuenta con un arsenal de opciones para enfrentar la crisis, resultante de decisiones oportunas, acertadas y de una sorprendente visión estratégica y de estado.
La caja de herramientas con que cuenta para maniobrar la tempestad financiera contiene: 1) una política petrolera consolidada de defensa de los precios en el contexto de la OPEP mediante el control de la oferta, para lograr su estabilización una vez que pase la onda especulativa de los mercados a futuro; 2) una capacidad financiera constituida por un total de activos del sector público (ASP) de $ 107.284 MM (47.1 % del PIB) al 30,06.08, con los cuales podrá sortear la caída coyuntural de los precios petroleros y satisfacer las necesidades de importación sin necesidad de acudir al endeudamiento externo; 3) un Sistema Administrado de Divisas consolidado para contener la fuga de capitales; 4) un sistema financiero estable y fuera de la influencia de La crisis financiera; 5) un financiamiento bilateral a través de los Fondos de Cooperación binacionales con China, Irán y Rusia; 6) un servicio de la deuda manejable en el orden del 4.61 % de los ASP y una deuda externa total relativamente pequeña de 11.98 % del PIB; 7) la denuncia oportuna de la CAN y el G3, para protegerse de la transmisión de los efectos de la crisis a través de los TLC-USA con Colombia y México; 8) el control soberano sobre la producción y comercialización de los hidrocarburos; 9) la nacionalización de empresas estratégicas como SIDOR, las cementeras, CANTV y ELECAR. Al salir sus acciones del mercado financiero quedaron fuera de la onda expansiva de la crisis.
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