Se presenta el 23 de noviembre, una nueva oportunidad para profundizar este proceso de reinvindicación de nuestros pueblos. Una nueva oportunidad, digo, porque no es un secreto que en 10 años de revolución, aún ante los más notables aciertos, hemos presenciado también algunos errores y desaciertos. Como en todo proceso, se cometerán errores. También existirán aquellos quienes sólo intentan cubrir sus intereses, disfrazándose de revolucionarios.
Por más que el Presidente Chávez se esfuerce, siempre se le colará uno que otro impropio, por llamarlos de algún modo. Éstos podrán mantenerse allí, en tanto el pueblo, es decir, nosotros quienes somos los que damos nuestro voto para que lleguen a sus cargos, lo permitamos. Es así de sencillo. En ocasiones, no quedará más remedio que apoyarlos, digamos que porque lo ofertado por los otros supuestos aliados es peor y, en definitiva, porque quienes obran en nombre de la oposición, lo menos que les interesa es trabajar por el beneficio de la gente, siendo su único objetivo, ocupar un cargo de elección para desde allí, procurar todos sus esfuerzos para sabotear la gestión del presidente Chávez. Siendo así, no queda otro remedio que votar por los candidatos del PSUV, aunque a algunos de ellos podamos, en ocasiones posteriores, escribirles algunas verdades.
En este tono, invito a votar el próximo 23 de noviembre por los candidatos del PSUV. Quiero hacer especial mención a la candidatura de Temístocles Cabezas para la Alcaldía de Valera. No crean quienes estas líneas leen, que es un simple llamado cargado de una interesada intención, motivada por un gesto genuflexo o por conseguir un favor. Quienes así piensen, no sólo desconocen la postura independiente, seria y honesta que siempre he profesado, herencia de mis valores formados por una buena educación recibida en el seno de una familia harta conocida sino, además, que la relación entre el profesor Temístocles Cabezas y mi persona ha sido, como tiene que ser, una relación de mutuo respeto, en la cual se han presentado divergencias y congruencias, apoyos y desacuerdos, lógicos en el marco de dos personas que tienen una postura particular, pero que respetan el carácter profesional y el empeño por el bienestar social los pobladores de este hermoso terruño. En criollo, las diferencias han sido de forma, más no de fondo.
Entonces, de la experiencia previa de laborar junto con el profesor Temístocles Cabezas, puedo dar fe de su verdadera vocación por ayudar a la gente, su alta sensibilidad y su entrega por lograr una sociedad más justa, con mayor equidad y de bienestar para todos. Aunque ese puede ser uno de sus puntos débiles: algunos personajes se han aprovechado de su filantropía, acasos descubiertos después de haber causado daño. Creo que allí radica la alerta que estoy en obligación de hacerle a mi estimado amigo: esta vez, debes rodearte de gente convencida, formada para hacer y creer en la revolución. Como lo dijo (no sólo lo dijo, lo exigió), el presidente Chávez allí en la Av. Bolívar: deben ser cuidadosos en la selección de las personas con las cuales conforman sus equipos de trabajo. Atendiendo esa advertencia de nuestro Comandante, deben ser personas del más alto nivel moral y ético, del más alto nivel revolucionario. Convencidos de esta revolución. Un revolucionario, decía el Che, debe ser el mejor en todo lo que haga.
Desde el pueblo, estaremos
escrutando con nuestra contraloría social la labor de estos nuevos
servidores públicos, quienes sin duda, serán electos el próximo 23
de noviembre. Desde luego, así como les dimos la autorización para
representarnos, de igual manera podríamos revocarles dicho mandato.
Eso debe elevar el compromiso que adquieren con el pueblo de Trujillo.
Invito a votar por todos los candidatos postulados por el PSUV, especialmente
por Temístocles Cabezas a la Alcaldía de Valera y Hugo Cabezas a la
Gobernación.