El Presidente y el PSUV siguen sin pararle al poder horrible de los medios

Ganó Globovisión su buena tajada y vendrán más cruentas guerras

Cuando veo a la pobre gente de la oposición cegada, loca, enferma y horriblemente agresiva contra Chávez, ya no me molesto en absoluto por replicarles o por tratar de explicarle las razones de su desazón, dudas o desconfianzas. Sería inútil. No tiene la culpa. Globovisión les ha inoculado tal grado de ponzoña, tal dosis de locura brutal y fanática que no ven ni piensan y han quedado de manera tal descerebrada que toda su “manera de entender el mundo” se reduce a lo que este canal le transmite, casi como un veneno necesario cada día.

Está definitivamente claro que Globovisión triunfó en Miranda con su Capriles Radonski quien fue el seleccionado para este Estado por Washington, porque cuando hablo de Globovisión en realidad me estoy refiriendo al jeque mayor de la CIA. Fue Globovisión quien colocó por las nubes a Manuel Rosales, a Pablo Pérez, a Graterol, a Ocariz y a Antonio Ledezma.

Y cuando nuestro querido Presidente otra vez, casi sacando el Crucifijo, le pide a esta gente que ojalá se dediquen a gobernar y a servirle al pueblo, que para eso han ganado, está de nuevo lo veo como actuando ingenuamente. Debería saber que lo que nos viene es guerra, una guerra más cruel y más intensa que todas las que hemos tenido en el pasado. Globovisión ni “El Nacional” están para servirle a ningún pueblo y saben muy bien lo que buscan y lo que quieren: una espantosa guerra civil.

El Presidente y el PSUV siguen descuidando olímpicamente la importancia de los medios de comunicación. Seguimos sin medios de comunicación. En las regiones hay un promedio de cuatro a cinco diario todos sádicamente embanderados contra el chavismo, igualmente ocurre con todas las radios poderosas y las televisoras regionales (enfiladas de la manera más cínica y despiadada contra las políticas del Presidente). Ya veremos cómo estos medios comenzaran de inmediato sus ataques bestiales, sus chantajes horribles para malearles la moral a los gobernadores chavistas que han resultado victoriosos. Nada nos debe sorprender que de esos 17 gobernadores nuestros que han ganado en sus respectivas regiones, unos cuatro o cinco, en vuelta de uno o dos años, lleguen y salten la talanquera, porque nada es más complejo y difícil que tener en estos tiempos una conciencia revolucionaria, bolivariana. Yo no dejo de preguntarnos cuando nos resultarán patarucos como el Didalco, como el Acosta Carlez, como el Ramón Martínez.

Tengo igualmente la mayor confianza en quien ha resultado ganador en el Estado Mérida, Marcos Díaz Orellana. Me inspira confianza y se le nota totalmente comprometido con la revolución. Con él podremos darle un gran vuelco a este Estado, ausente de tantos proyectos vitales que ha tratado de impulsar nuestro Presidente. Ahora, cuando hemos perdido Alcaldías claves como la Libertador, la de Tovar y la de Bailadores. La lucha nos obliga a que utilicemos mejor la cabeza, y con pulso sereno plantear la necesidad de un gran debate y de una lucha larga y serena. Pero insisto: se hace inaplazable crear en todas las regiones donde hemos ganado, urgentemente, medios de comunicación que lleguen a todas las comunidades. Esto es prioritario, incluso de vida o muerte. La guerra que se avecina será terrible. Lo advierto.

jsantroz@gmail.com


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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