Se dice, que el Gran Mariscal Sucre le comentó a su confidente, una guerrillera llamada Salome que "aún el camino es largo a la verdadera independencia de nuestro pueblos, ya que hay demasiada ignorancia en éste, gracias a los intereses velados". A las pocas semanas, una celada contra el Gran Mariscal de Ayacucho le segaría su vida más no su gloria; a los pocos días de ésta pérdida para la República, la bella Salome, la guerrillera, la confidente, sería traicionada, hecha prisionera y fusilada en Tunja.
El sublime Sucre tenía razón o mejor aún la tiene, ya que el camino hoy sigue siendo largo y quizás por los mismos vericuetos que condujo al joven Mariscal a su primera y humilde tumba sin epitafio. Nuestra Venezuela está inmóvil. Tan sólo estamos rumeando nuestra amargura de ser un país tan pobre que no sabemos que hacer con nuestra riqueza. Posiblemente algunos conciudadanos tan solo puedan regalarla, mientas que otros la desperdicien y nuestro futuro sigue atado, no al esfuerzo ni al trabajo, más bien a un SI o un NO o como diría uno de los jóvenes estudiantes de la oposición por las cámaras de globovision, "cubrida" en vez de "cubierta" de una gran ignorancia de nuestras propias posibilidades.
Es curioso observar como algunos odian sin saber porque su odio y otros marchan y protestan sin saber porque marchan y lo que defienden.
Mientras que todos como marionetas, vamos como en una comparsa que nos lleva, de seguir así, a un inevitable despeñadero. Y es que al ver la marcha de la oposición del 23 de Enero, donde un periodista le preguntaba a la gente: ¿Qué era lo que se celebraba ese día?, unos respondieron que era por el Natalicio del Libertador; otros por ser el día de la juventud y un señor más osado dijo que era porque el pueblo se alzó contra el dictador Fidel Castro. Al parecer, "la arterosclerosis ontológica" en nuestra nación no posee edad y reafirma que Sucre tenia razón el camino es largo ¡y que largo! Amigos.
Nuestras calles se están calentado y no es por el cambio climático, más bien, son esos intereses velados que se cobijan bajo cualquier símbolo, ideología e ingenuidad de nuestra gente. Lo único que falta es poner un aviso que diga: "Se busca pueblo ganso con urna propia", para que ellos puedan volver al poder, por supuesto, firmado por los mismos que le hicieron la celada a Sucre.