Los universitarios nos debemos distinguir por la precisión y coherencia en nuestros juicios, por el respeto a la verdad, por el conocimiento profundo sobre nuestra historia y nuestros valores culturales, además de una muy férrea disciplina y lógica formal. Sin embargo, al calor del neoliberalismo, en las llamadas universidades autónomas, ha surgido una clase académica, embanderada con la dirigencia oposicionista, para la cual desde que llegó al poder el Presidente Hugo Chávez echa desprecia con todo desparpajo y suprema vulgaridad a la lógica, la razón, la verdad, el debate, el conocimiento. La ceguera de éstos grupos se ha recrudecido en la actual discusión sobre el referendo del 15 de febrero para una enmienda constitucional, que permita al actual Presidente de la República, y demás funcionarios públicos, poder postularse nuevamente a cualquier cargo de elección popular. La oposición de manera obcecada y delirante ha denominado esta posibilidad de enmendar la Constitución de distintas maneras: “prolongación de la tiranía”, “reelección indefinida”, “mandato perpetuo”, aún cuando ella misma haga campaña electoral decididamente por el NO y pueda expresar cuantas barbaridades a su gusto imagina sobre el poder y el mandato que desde 1999 viene ejerciendo nuestro Presidente de la República.
La vacuidad de todos los argumentos que hasta ahora ha esgrimido esta dirigencia para oponerse al referendo, han puesto al descubierto no sólo una monocorde mala fe en sus acciones además de audaz ignorancia, sino de una crueldad inconcebible que no les permite reconocer la más mínima responsabilidad en la toda la inmensa tragedia que hemos vivido. Más de tres meses sin clases entre diciembre del 2002 y febrero de 2003, con un pertinaz desabastecimiento, sabotaje petrolero, complots, guarimbas, intentos de golpe de Estado, con manipulaciones perversas de una prensa servil a intereses antinacionales; nos hablan de sus verdaderas intenciones. La conclusión entonces nos horroriza: Venezuela despilfarra millones de dólares para que un gran número de profesores y estudiantes nos estafen con su pobre conocimiento sobre nuestro propio país, y con el desprecio indecible hacia sus valores e historia.
Para lograr sus objetivos, estos grupos universitarios han tasajeado de manera interesada y bárbara el Discurso de Angustura que el Libertador pronunciara el 15 de febrero de 1819, el cual sostiene que: “Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía”. Se desprende entonces que cuando Bolívar hace tal planteamiento es porque precisamente, está pidiendo que se mantenga en el poder a quien el pueblo elija. Sería un total contrasentido humano y político que existiendo un sistema electoral como el nuestro alguien pueda pretender eternizarse en el poder. En Venezuela no ha existido en los diez años del gobierno del Presidente Chávez ni usurpación ni tiranía, lo cual sí pudimos sufrir en las pocas horas que esa misma oposición gobernó el 12 y 13 de abril de 2002 con Pedro Carmona Estanga a la cabeza.
Con una docena de pruebas electorales, es el pueblo quien ha pedido que nos gobierne Chávez tantas veces como sea necesario, porque sencillamente sus visiones concuerdan con los más necesitados, con los que más sufren la explotación ¿Entonces, en dónde podría residir el peligro de que Hugo Chávez pudiera ser reelecto, si así lo decide la mayoría? Lo verdaderamente democrático debe consistir en que nosotros podamos elegir al Presidente que realmente queremos. Ahora estos “demócratas” quieren hablarnos de “alternabilidad democrática” (expresión que no existe en filosofía ni en política), que fue el modelo de la aberrante y degenerada democracia puntofijista, en que dos partidos iguales se turnaban cada cinco años en el poder. Aquello sí era una pertinaz usurpación y tiranía. No olvidemos que además de Bolívar proponer la Presidencia Vitalicia en 1826, él mismo prácticamente fue reelecto en la Presidencia de la República hasta 1830. E incluso, cuando no fue reelecto para otro mandato poco después de que concluyó el Congreso Admirable, le dijo al coronel Joaquín Posada Gutiérrez, sintiendo una puñalada horrible en su corazón: “¿Cómo quedo yo siendo el ludibrio de mis enemigos y apareciendo como un proscrito? ¿Por qué el Congreso no me admitió mi renuncia desde los primeros días de su instalación y así habría dejado ya el puesto y el país con lucimiento?”
Por otro lado, los señores de la oposición, azuzados por sesudos analistas de nuestras universidades, hablan que la enmienda no es otra cosa que una “Reelección indefinida”; por lo cual quien triunfa una vez será reelecto por siempre. Esto, además de ser ridículo, representa en sí mismo un total contrasentido. En un sistema electoral como el nuestro, quien gane para un determinado período, no tiene por qué necesariamente ser reelecto de nuevo, por lo que entonces la “Reelección indefinida” es obviamente absurda. Lo mismo se puede decir en relación al supuesto mando “perpetuo”: no existe mando perpetuo cuando el pueblo es quien al final decide.
Todos estos tristes argumentos se oyen diariamente en boca de rectores, de investigadores, de estudiantes, de gente que dice haber pasado por una universidad o que es universitario. Además de mostrar un vocabulario deprimente, carecen de valor para sostener una posición en un debate, por lo que se escudan en la violencia, en la mentira y en el insulto; rehuyendo ir a los foros, a las asambleas y se ensordecen a sí mismos gritando una y mil veces: “No es No”.
Nosotros, miembros de la comunidad universitaria de la Universidad de Los Andes, reconocemos en Chávez a un líder de envergadura mundial que con su verbo y su posición ideológica, le está abriendo un verdadero camino de soberanía e independencia económica a lo que hasta hace poco eran pueblos colonizados y envilecidos por el imperio norteamericano. En tal sentido, consideramos indispensable que se mantenga dirigiendo nuestros destinos para asegurar el futuro de esta revolución, verdaderamente esperanzadora, otorgándole la total garantía de definir un camino cierto cuando el capitalismo se cae a pedazos y el planeta todo entra en una crisis económica de dimensiones nunca vistas.
Dr. Jaime Perfau (Facultad de Ciencias)
Dr. Juan Carlos Villegas (Facultad de Ciencias)
Dr. Ernesto Valiente (Facultad de Ciencias)
Dr. Idel Contreras (Facultad de Ciencias Forestales)
Dra. Alba Núñez (Facultad de Ciencias)
Dr. Heriberto Gómez (Facultad de Ciencias Forestales Núcleo San Cristóbal)
Dr. Lílido Ramírez (Núcleo Trujillo)
Dra. Olga Márquez (Facultad de Ciencias)
Dr. Jairo Márquez (Facultad de Ciencias)
Dr. Guido Ochoa (Facultad de Ciencias Forestales)
Dr. Henrique Plata (Facultad de Humanidades)
Dra. Betty Osorio (Facultad de Humanidades)
Dr. Ernesto Pérez Batista (Facultad de Humanidades)
Dr. José Rodríguez Rodríguez (Facultad de Ciencias)
Dr. Rómulo Sierra (Facultad de Ciencias Económicas)
Dr. Alberto Serra Vall (Facultad de Ciencias)
Dr. Pedro Grima (Facultad de Ciencias)
continúan muchas más firmas