Ya se sabe de heridos. Ya se sabe de un toque de queda que se cierne como una densa bruma de impunidad sobre las urbes y campos hondureños. La oscuridad abrirá paso a fogonazos que anunciaran muerte y llanto. Ya hay una lista de “indeseables”, ya hay presos, perseguidos, secuestrados, ya se habla de desaparecidos.
Razón tiene Roy Chaderton al decir que no debemos esperar a mañana, que no podemos ser moderados. No se trata de ser arbitrarios, más sí contundentes para enfriar las febriles mentes oligárquicas. Si no lo hacemos ahora, vendrán con furia inusitada.
¿Dónde estás, Patricia Rodas? Mujer valiente de verbo solar, cuya luz pretende inútilmente ser atenuada por la gorilada apátrida y traidora. A empujones quieren encarrilar al Pueblo, a golpe y patadas asumen que la democracia se endereza. Garrote de los señores feudales, puñal bajo la manga activado por los hilos secretos del imperio. Maldito el soldado que levanta las armas contra su Pueblo.
¡Que
noble es el Pueblo Hondureño! Está protestando y votando. Está diciendo
SI a la democracia en una demostración de civismo ejemplar. Mientras
tanto, los canales golpistas, en patético remedo de los de acá en
su momento, transmiten videoclips, dibujos animados o las funciones
circenses del congreso hondureño.
CNN y sus clones tratan de fabricar una polarización política en Honduras, entrevistando a fantoches de ONG´s y fundaciones contrarias a la consulta popular, que hacen vida dentro y fuera de Honduras. Con argumentos absurdos quieren justificar y avalar el secuestro y salida forzada de su Presidente legítimo. No se trata de ponderación, sino de crear dudas en la comunidad internacional. Esfuerzo inútil y rastrero.
Prueba
de fuego para Obama. Esta vez tiene en sus manos una papa caliente que
no le puede lanzar a alguien más. Formidable estrategia el emplazamiento
de nuestro Líder Comandante, a que Washington se pronunciara sin demoras
so pena de caer en sospecha. Ahora deberá ser consecuente con sus palabras
y no dar cobijo a ningún golpista que quiera refugiarse en sus embajadas.
Esta es la venganza del imperio por la derrota sufrida en la “Batalla de San Pedro Sula”. Los halcones no asimilan que Latinoamérica ya no se humilla ante pretensiones hegemónicas. Caro les costará esta afrenta a las libertades de los Pueblos bravíos, herederos de héroes y mártires independentistas.
El
tiempo apremia. El Pueblo Hondureño resiste exponiendo su conciencia
y su cuerpo ante las fuerzas fascistas asistidas por unos cavernícolas
uniformados y por servicios secretos extranjeros. Solo el Pueblo salva
al Pueblo. Solo el Pueblo salva a Honduras.