Aunque Manuel Zelaya proviene de la oligarquía agraria, sin embargo quiso inclinarse al pueblo oprimido.
· Cada vez se evidencia la alianza de las doce familias hondureñas con los capitalistas estadounidenses.
La argucia de lanzar la papa caliente al Presidente Costarricense, Oscar Arias Sánchez, ahora reforzada con la convocatoria de unos comicios generales tramposos, son dos sucias jugadas que pretenden consolidar el régimen de facto en la nación centroamericana. Esta de anteojito que de no producirse una decidida insurrección popular que mueva el piso a la oligarquía empeñada en retener el poder, será entonces difícil que se pueda restituir el orden constitucional por la vía cívica del sufragio. Lo demás son cuento de caminos y conversaciones de arrieros.
Los dos principales candidatos
presidenciales, Elvin Santos, del gobernante Partido Liberal; y Porfirio Lobo, del formar opositor Partido Nacional, fueron los primeros en
iniciar sus respectivas campaña, difundiendo costosa publicidad por algunos
medios de comunicación afectos a la oligarquía agraria, la mismísima alianza de
terratenientes que lleva décadas entronizada en el poder a través de operadores que son
seleccionados por doce familias que
deciden quien será el titular en la jefatura del Estado, así como
los demás integrantes de las ramas del Poder Publico.
LA FALSA DEMOCRACIA INSTAURADA EN 1982
Sin remontarnos al siglo XIX para escudriñar en aguas profundas la accidentada concreción hondureña, bastaría con recordar que desde 1933 Tiburcio Carias se impuso en el poder con el apoyo de las tiranías de países vecinos y las trasnacionales bananeras norteamericanas. Tras haber padecido seis cuartelazos, derrocado Anastasio Somoza en Nicaragua en 1979 y con inestabilidad general en El Salvador, los militares hondureños ENCABEZADOS POR EL Gral. Policarpo Paz García, por presión de la administración de Jimmy Carter en los EEUU, aceleraron proyectos para instaurar una aparente democracia “representativa” con ligeros cambios de decorados para mantener la hegemonía de la alianza terratenientes- hondureños con capitalistas norteamericanos. Fue así como entre bastidores una Asamblea Constituyente se instala después de unos comicios amañados en 1980, y al siguiente año se realizan elecciones generales en el mes de noviembre, resultando electo Roberto Suazo Córdoba, de quien se dijo que había ganado gracias a la popularidad que heredó del doctor Modesto Rodas Alvarado, fallecido el 9 de julio de 1979 y mucho antes considerado candidato presidencia con Soazo en la vicepresidencia, como formula del Partido Liberal.
Desde luego, los hechos demostraron que todo ese proceso político fue otra maniobra más de Washington, y que la diplomacia estadounidense con su maquillaje no puso cese a la ocupación militar de Honduras, ni a la grosera injerencia de la CIA y el Pentágono. De ahí que la puesta en práctica de tímidas reforma y el establecimiento de un régimen seudo democrático, no modifico en lo sustantivo el drama social hondureño pues la procesión continuó su desgarradora marcha por dentro. Médico y militante del Partido Liberal, Roberto Suazo Córdoba venía de prestar servicios como galeno por más de 25 años en su ciudad natal de La Paz; desempeño que le valió para ganar simpatías y resultar electo Diputado a la Asamblea Nacional Constituyente de 1957. Luego, su diputación se extendió por dos periodos más: 1958-1963 y 1965-1971. Como parlamentario se hizo de un nombre en el Partido Liberal; convirtiéndose en la figura fundamental del principal partido de Honduras que durante toda su historia ha compartido el bipartidismo desde el siglo XIX y principios del XX con el Partido Conservador y después con su sustituto el Partido Nacional de Honduras.
"La Revolución del Trabajo y la Honestidad"
Como todos los candidatos demagogos de la pequeña-burguesía amanuense del imperio, Roberto Suazo no fue la excepción y por ello prometió en su campaña desarrollar un programa económico y social que fuese capaz de revertir los efectos de la recesión por la cual atravesaba el país. Aunque Suazo contó con la ayuda descarada de los EEUU, sin embargo el déficit se fue por las nubes con la incrementación del gasto militar. De modo que ante el eminente fracaso de su gestión, Suazo Córdoba quiso remediar el capote reaplazando a la mayoría de su gabinete en 1984, pero la situación económica pasó de Guatemala para guatepeor. Entre tanto, se hablaba de la “teoría del dominó”. Honduras era entonces el ojo del huracán de la región norte, centro y del Caribe del continente americano. Tras consolidarse el régimen sandinista en Nicaragua, las izquierdas amenazaban con tomar el poder en El Salvador con el frente Farabundo Martí, mientras que en Guatemala los enfrentamientos entre el gobierno y el movimiento revolucionario armado eran constantes. Por esta razón, el Gral. Gustavo Álvarez Martínez (Comandante de las Fuerzas Armadas de Honduras y el Presidente estadounidense Ronald Reagan, se valieron de los servicios de un verdadero criminal de guerra llamado John Dimitri Negroponte. Ex miembro de la CIA y ahora fungiendo como diplomático, Negroponte se encompinchó con Álvarez Martínez, y ambos se encargaría de aplicar actos de torturas y desapariciones forzosas, así como todo tipo de violaciones a los derechos humanos. Estas criminales acciones del Comandante de las Fuerzas Armadas Hondureñas, con la bendición de la CIA y el Pentágono, mermaron la efectividad de Suazo Córdoba como mandatario de su país, y por ello fue visto como un simple títere de Negroponte y Álvarez Martínez. Por cierto, fue durante ese periodo que se dio en Honduras un breve resurgimiento de movimientos guerrilleros de menor escala.
ELECCIONES CON LA PISTOLA EN LA CABEZA
Gobierno de facto anuncia elecciones, mientras el pánico, las persecuciones, desapariciones forzosas y la mordaza a la libertad de expresión son la característica de un régimen usurpador que desafía a la civilización. De espalda a las instituciones que fueron objeto de una salvaje agresión, se anuncian comicios para el próximo 29 de noviembre, y ya están en campaña los candidatos del Partido Liberal Elvin Santos; y Porfirio Lobo por el Partido Nacional de Honduras. Ambos partidos han monopolizado el poder durante un siglo, bipartidismo que se asemeja a los adecos y copeyanos en Venezuela, y Conservadores y Liberales en Colombia, para citar solo algunos casos de seudo democracia pequeño-burguesa y pro imperialista.
Y mientras el Presidente del Tribunal Supremo Electoral, Saúl Escobar, de manera cínica insta a los hondureños a celebrar una fiesta cívica, el depuesto presidente Manuel Zelaya solicita a la comunidad internacional a que no se reconozca el resultado, toda vez que se trata de una falsa para intentar legitimar en elecciones fraudulentas a un régimen factico que quiere perpetuar en el poder a las tradicionales camarillas reaccionarias que siempre han gobernado en contra de los intereses del pueblo, además de traicionar la soberanía del Estado hondureño, pues para nadie es un secreto que esa clase terrateniente ha servido de amanuense de las trasnacionales estadounidense que llevan décadas saqueando el suelo hondureño.
Entre tanto, Zelaya, quien fue derrocado de manera salvaje por una conspiración diseñada y financiada por la CIA y el Pentágono, el 28 de junio, ahora se encuentra asilado en Managua a la espera que el pueblo se pronuncie de manera más eficaz, pues con comicios amañados no será posible restituir el hilo constitucional.
Como es sabido, el gobierno de facto de Michiletti sigue ignorando las presiones para restituir al depuesto presidente Manuel Zelaya, en medio de tibias medidas de EEUU y el temor de que el caso siente un precedente antidemocrático en Latinoamérica.
Todo parece indicar que por los vientos que soplan, no será fácil una salida pacifica a la crisis hondureñas, y menos aún institucional pues Michiletti insiste ante la OEA en que una tercera persona asuma el poder.
¿Quienes son los candidatos que eventualmente podrían reemplazar al actual dictador hondureño?
Elvin Santos, candidato presidencial golpista, es un beneficiario clave del continuo financiamiento del gobierno estadounidense. Su campaña electoral goza de un contrato en dólares multimillonario, según lo revelan documentos gubernamentales.
Elvin Santos es propietario de varias empresas que realizan contratos mil millonarios con las trasnacionales. Entre esos jugosos negocios bastaría con solo mencionar un contrato por 7.500 millones de dólares para el área vial, a cargo de la empresa Santos, propiedad del actual candidato presidencial del Partido Liberal.
Haciendo un poco de historia, cabe mencionar que Elvin Santos ha sido inhabilitado por el Congreso de su país, para ser candidato presidencial de por vida, y tampoco le será admitida la renuncia al cargo de Vicepresidente.
Esta decisión del parlamento, fue ratificada por unanimidad de votos por el Tribunal Supremo Electoral. Sin embargo, en las elecciones primarias para la escogencia del candidato, Santos jugó una estrategia armando un escándalo y minutos antes de que venciera el plazo, envió a sus abogados a reemplazar su nombre como precandidato presidencial por el de Mauricio Villega Bermúdez. Pero a ultima hora, Villegas desaparece misteriosamente, y Santos se alza con la candidatura del partido oficialista que años atrás había elegido a Zelaya, y ahora se convierte en su más acérrimo enemigo.
El otro aspirante, es Porfirio Lobo Sosa, también conocido como Pepe Lobo. Candidato por el Partido Nacional Hondureño. Ha desempeñado la Presidencia del Congreso, posición que le creo problemas en sus aspiraciones, pues en el 2004 cuando anuncio su intención de optar a la presidencia se tropezó con el decreto numero 2 del año 2002, que establecía la prohibición de que quien presidiera el Congreso pudiese aspirar a la presidencia de la republica, norma que por cierto no funcionó cuando Alberto Michiletti salto del parlamento a la jefatura de Estado por la vía del golpe militar.
En apretada síntesis se podría concluir que solo por el camino de la insurrección popular será posible regresar a la democracia social que intentó establecer el depuesto presidente Manuel Zelaya. Lo demás es ponerse a tirarle peos a la luna, cual quijote en amena conversación con Don Sancho.