Para responder a a ese coro de aullidos melancólicos, queremos exponer los conceptos vertidos por un joven y talentoso economista venezolano, Víctor Alvarez, en la reunión de intelectuales bolivarianos convocada en el Centro Internacional Miranda en Junio de 2009. Aquellos conceptos, apoyados en una sólida presentación de datos estadísticos, nos transmitieron estas conclusiones generales sobre el desempeño del gobierno de Presaidente Hugo Chávez:
Lo que resulta un incuestionable logro del Gobierno Bolivariano del Presidente Hugo Chávez es la significativa reducción de la tasa de desempleo y del porcentaje de personas en situación de pobreza.
El desempleo cayó a solo 6.1 % en diciembre de 2008, después de haber alcanzado el extremo de 20.3 % en febrero de 2003.
Por su parte, el porcentaje de personas pobres se redujo de 62.1 en el 2003 a 31.5% en el 2008. Asimismo, el porcentaje de personas en situación de pobreza extrema cayó de 29 % en el 2003 a 9.1 % en el 2008.
Sin lugar a dudas, Venezuela está ganando la batalla contra la pobreza.
Sin embargo, la asignatura pendiente sigue siendo avanzar en la transformación de la economía capitalista en un nuevo modelo productivo socialista a través del cual se erradiquen de manera definitiva las causas estructurales que generan desempleo, pobreza y exclusión social.
Logrados estos objetivos, la Revolución Bolivariana tiene por delante la tarea de construir un nuevo modelo productivo (en adelante NMP) de amplia y creciente inclusión social.
La más reciente
intervención del Presidente Chávez sobre la necesidad de actualizar
los indicadores económicos en los cuales se fundamentan los análisis
del Banco Central de Venezuela, ratifica en nuestra opinión las propuestas
de Víctor Alvarez. El modelo socioeconómico bolivariano tiene que
definir y sistematizar de una vez sus objetivos revolucionarios,
su estrategia para alcanzar la meta del socialismo. Dentro de esa estrategia
juega un papel central el proceso de integración regional que conocemos
como ALBA. En la próxima reunión que se celebrará en La Habana se
concretaría la creación de empresas gran-nacionales que tendrían
como uno de sus objetivos, a nuestro humilde criterio, constituir un
amplio mercado multinacional que garantice la rentabilidad social de
los procesos productivos que se realizan, parafraseando a Alvarez, dentro
del NMP-ALBA..
Una de las
grandes causales del estancamiento productivo de Venezuela y de los
países que integran la ALBA, en líneas generales, es la pequeña dimensión
de los mercado internos nacionales. Si recordamos ciertos proyectos
de la antigüedad, cuando nos desgobernaba un tal Carlos Andrés Pérez,
como fue la creación de los parques industriales, vemos como estos
pasaron rápidamente al olvido convertidos luego en ruinas visibles
de aquel demagógico proyecto llamado La Gran Venezuela. Ello se debió,
en parte. a la total falta de interés del empresariado privado venezolano
por desarrollar la producción industrial, no obstante que gozaban entonces
de todos los estímulos e incentivos que ellos hoy le reclaman al gobierno
bolivariano: participación en el reparto del botín de la renta petrolera,
prestamos oficiales a bajo interés que nunca pudieron ser auditados
por el gobierno bolivariano y mucho menos pagados por sus beneficiarios,
libre mercado de divisas que les permitía exportar sus ahorros hacia
los bancos extranjeros descapitalizando las finanzas venezolanas al
especular con el diferencial cambiario (recordar la consecuencia final
de este neoliberalismo embrionario: el Viernes Negro, 18 de Febrero
de 1983, cuando el”empresariado” venezolano consumó su gran
atraco a las reservas monetarias venezolanas).
El interés
fundamental de los empresarios venezolanos de antes y de hoy, no es
la producción sino la distribución especulativa de bienes y servicios
que ellos no se atreven a producir en el país por temor a la competencia
y al natural riesgo que acompaña toda inversión económica en las
sociedades verdaderamente capitalistas particularmente cuando, debido
a lo reducido del mercado interno venezolano, tendrían que haber salido
al exterior a competir en calidad y en precios fuera de este mercado
monopólico e inelástico que es todavía Venezuela. Por esta razón
han preferido dedicarse a conspirar y a embarcarse en golpes de estado
como el del 11 de Abril de 2002 y en el sabotaje a PDVSA entre el 2002
y 2003 y últimamente a la traición a la Patria que significa aliarse
con la rastrera oligarquía colombiana y sus amos del imperio USA en
una conspiración para provocar un conflicto bélico cuyo objetivo es
invadir a Venezuela, destruir la Revolución Bolivariana y de paso destruir
la ALBA que tanto molesta a los sectores belicistas de extrema derecha
que integran el gobierno permanente de USA el cual controla, a suvez,
al débil gobierno temporal de Obama. Si esto llegase a ocurrir, sería
la tumba del imperio USA y de la derecha vernácula tanto de nuestro
país como de Colombia.
La próxima reunión de la ALBA en la Habana tiene como objetivo primordial, creemos, la consolidación de una extensa comunidad internacional de comercio e industria dentro del marco del SUCRE. Ello debería dar también lugar a la creación de nuevo sistema de indicadores socialistas para evaluar el desarrollo socioeconómico de nuestras sociedades, distinto a los indicadores capitalistas utilizados hasta ahora para evaluar el crecimiento del PIB. Los resultados de aquella reunión debe servir también, en nuestro caso, para hacerle saber al empresariado conspirador y apátrida, que la revolución socialista no los necesita más, que su economía poda seguirse cayendo masoquistamente a pedazos si persisten en negar la existencia de una situación histórica que es irreversible por la simple razón que la mayoría de los venezolanos civiles y militares, que sí somos patriotas, no estamos dispuestos a calarnos más su traición a la Patria.
*Profesor Titular Jubilado FACES- UCV.
Investigador Nacional Emérito.