En este diciembre, Copenhague se viste de gala, por ser la Sede de la XV Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Pareciera que las naciones más poderosas (representadas por el imperialismo), no les conviene que las naciones más pobres del mundo, levanten su voz, y exigan su derecho a salvar la humanidad de las peores desgracias que sufren día tras día. ¿Qué regalo de año nuevo, nos traerán las conclusiones de esta conferencia? ¿Salvar al planeta? ¿O dejar que la vida del planeta se extinga?
Se nos muere la vida de los seres humanos y de los animales. Se nos acaba el aire, el sol, los árboles, los alimentos, los mares, la lluvia, la energía... Nacen niños y niñas deformes... Aumentan más las industrias de la guerra, del odio, de la violencia... Aumentan más trasnacionales, más contaminación, más transgénicos, más privatización... Aumentan más miseria, más enfermedades, más explotación, más invasiones...
SE IRRESPETA:
El derecho a la vida.
El derecho de preservar la vida una planta, de una flor.
El derecho de proteger la vida de un animal en extinción.
El derecho a defender con valor a la infancia.
El derecho a defender las luchas de las mujeres por un mundo de igualdad, justicia y dignidad.
El derecho a defender las luchas de las y los trabajadores que abogan por mejores condiciones de vida (cuando sus condiciones de trabajo, están marcadas bajo la sombra de la explotación, de la miseria y hasta la muerte).
¿Las naciones más poderosas del mundo, ayudarán a sus pares pobres, a salvarlos? ¿Harán realidad el Protocolo de Kioto? ¿Se acabará tanta criminalidad con nuestra madre tierra? ¿Se resolverá el grave problema de la contaminación atmosférica?
¿O será también que querrán desaparecer a Dios del mundo? O peor aún: Sustituirlo por el Dios Dólar, el Dios del poderoso imperio yanki, el Dios de la Guerra...
Les dejo este poema de mi autoría: "MI MUNDO ES VERDE". Como poetas del mundo, también ayudemos a salvar nuestro inmenso hogar: EL PLANETA TIERRA.
Mi mundo es verde como el planeta,
como la madre naturaleza.
No es verde como el traje
que se ponen los que invaden,
los que atacan, los que masacran a mi gente.
Mi mundo es verde como la esperanza,
como la paz que sueñan los pueblos de África,
los del Medio Oriente,
y América Latina presente.
No es verde como aquellos que destrozan sueños,
risas, y la dignidad persistente.
Mi mundo es verde como la Amazonía,
como la Pachamama,
como la alegría franca y solidaria.
No es verde como aquellos que tienen sus corazones,
con venenos de serpientes.
¡De esos que siembran odios, injusticias,
maldades, y discordias inclementes...!
¡Qué hermoso es mirar cuando un campesino
siembra sus frutos!
¡Cuándo un niño siembra una planta!
¡Cuándo una mujer cuida la semilla de la vida,
que lleva en su vientre!
¡Ese es el mundo verde que sueño!
Cuidemos la vida nuestra,
así como la esperanza,
la paz,
la solidaridad...
¡Que se acaben tantas guerras,
odios, hambre, injusticias...
que a diario, los pueblos padecen!
¡Salvemos al mundo,
para que sea hermosamente verde,
y así, cuidar la vida por siempre!
Cónsul de Paz del Movimiento "Poetas del Mundo" Caracas-Venezuela.
Integrante de la Sociedad de Poetas "Andrés Eloy Blanco".
sinfronteras_al@yahoo.com