Se hace necesario revisar la conciencia cuando se empiezan a cruzar los valores con los intereses. No es concebible la idea de observar a un enfermo como una posibilidad de producir ganancias por cada grito de dolor, o, adicional a ello, cada grito de llanto de su familiar o acompañante a la hora de una emergencia. No es concebible la posibilidad de olfatear a un moribundo y sacarle el mayor provecho económico a las postrimerías del tiempo antes de pasar al otro plano. No es concebible inflar la factura con suministros médicos que no se usaron porque simplemente es el Seguro Privado el que va a pagar la factura. No es concebible, hacer actos que denigren la condición de clase de quienes, llevados por ciertas y verdaderas emergencias, no teniendo a ningún lugar a quien o que recurrir, tocan las puertas de una institución de salud privada.
Recuerdo mucho en diversas películas de Cine Mexicano, situaciones de pobreza extrema, donde el enfermo recurría a las puertas de una clínica privada y era echado como si fuera un perro, recuerdo en particular una situación donde una mujer llegó a las puertas de un clínica privada y uno de los médicos que iba saliendo le observa postrada en una camilla en el pasillo, la revisa y ordena que le habiliten el quirófano porque esa mujer está pariendo, la enfermera le dice que ella no tiene con qué pagar y este médico ordena su ingreso, que él se hace responsable por los cargos que genere y asiste a la mujer y esta da a luz a su hijo, en medio de una situación que era más sortaria que ganase la lotería. Uno recuerda esos sucesos registrados de la vida real en películas mexicanas (diferente a las pelis de Hollywood que registran acontecimientos en su inmensa mayoría de personajes ficticios) muy similares a los sucesos que uno vive en la salud pública, pero uno no procesa cómo es que el médico que atiende en la clínica de salud privada, es el mismo que trabaja en la salud pública y, mientras que las instituciones de la salud pública carecen de insumos, habiendo un abastecimiento mensual fijo de los mismos, las instituciones de salud privada rebozan de insumos, al punto que llegan a sus fechas de vencimiento sin haber sido usados un porcentaje importante. Uno no concibe la idea de que, mientras existe una Ley aprobada y en gaceta, donde se prohíben las malditas clave del seguro, se siguen perdiendo vidas y felicidades humanas por esta causa, y aún siguen personas víctimas de este decadente flagelo, sin formular su respectiva denuncia, Camaradas, cuando dejamos de denunciar, dejan de caer gotas de agua en el vaso de la indignación, y por ende no llega a llenarse nunca!
Es necesaria la acción de denunciar a esas instituciones de salud privadas, guardar todos los documentos que les son proporcionados, registrar todos sucesos, les recomiendo, en esta bonanza de época, donde todo el mundo tiene un celular con cámara, hasta fotografiar a quien se dé el tupé de creerse con una superioridad asquerosa, de hacer el retardo procesal de admisión de su paciente a la mencionada institución, muchos se la pasan cámara en mano registrando todo lo malo de la revolución, muchos debemos estar cámara en mano registrando todo lo malo de quienes se visten se encuentran al frente de dichas instituciones de salud privadas también para ser denunciados ante organismos verdaderamente competentes, fuera de las permisivas jurisdicciones de estos practicantes 4torepublicanos.
El que tenga ojos que vea y lea! el que tenga oídos que oiga y escuche! Conciencia Universal Progresista! Moral y Luces son nuestras primeras necesidades! El Socialismo es el Camino! Patria Socialista o Muerte! Hasta la Victoria Siempre! Chucho Almeida Guerrillero Comunicacional Ad Honorem de la República Bolivariana de Venezuela Siempre Venceremos!
¡Anakarina rote aunicon paparoto mantoro itoto manto!
¡SOLO NOSOTROS SOMOS GENTE, AQUÍ NO HAY COBARDES NI NADIE SE RINDE Y ESTA TIERRA ES NUESTRA!
(*) Guerrillero Comunicacional Ad Honorem de la República Bolivariana de Venezuela.Hasta la Victoria Siempre!
Nosotros Socialistas Siempre Venceremos!