En mi infancia, allá en Anaco, también en Tacarigua, y hasta hace unas décadas, uno veía en las bodegas, de esas que aún existen con mostrador de madera de cedro, un retrato, contentivo de las imágenes de dos comerciantes bodegueros; uno flaco y otro gordo.
El flaco vendió a crédito y por pendejo le devino el fracaso, la ruina; de allí, que su figura aparezca llena de tristeza y cabizbaja, consumiéndose en el cuadro. El gordo, vendió a contado y su estampa de felicidad llena el cuadro.
Naturalmente, entre mis amigos de infancia y en aquel mundo de la muchachada, surgió como una especie de solidaridad con el flaco, pues, a fin de cuentas, llevado por su “corazonsote”, por su don de “buena gente”, le fió al pueblo.
Así, en esa especie de contrato social, donde nos desenvolvíamos, terminamos, aceptando al gordo de aquel cuadro como algo normal; pues él, quizás más centrado en el mundo en que estaba, con su habilidad, se ganó lo propio como comerciante. Y, si se hizo rico, fue con el “sudor de su frente”.
Hoy, cuando presenciamos las acertadas, oportunas, populares y revolucionarias medidas del presidente Nicolás Maduro contra la GUERRA ECONÓMICA que ha emprendido esta Burguesía parásita y estéril, viene a mi mente las imágenes de aquel cuadro de mí infancia.
Que un sinvergüenza, que una familiota, de muchas de esas que están liderizando las grandes empresas capitalistas en este País; estando a su vez liderizando la política de la derecha trasnacionalizada, fascista y criminal; se ganen, utilizando impropiamente los dólares preferenciales del Estado venezolano, hasta el 1.000% en un producto; es algo realmente insólito, inaceptable, no redimensionable. ¡ Rompieron el cuadro!
Ladrones, groseros, pranes, no son palabras que les encajen a quienes se dispusieron a matar de hambre a un pueblo; aún en momentos en que, como nunca, ha elevado su poder adquisitivo.
Que una nevera la hayan llegado a vender hasta por el precio de tres apartamentos dignos de los que les da nuestro Gobierno a más de tres millones de familias venezolanas; es algo que nos impide ubicar qué prisión y qué tiempo para ellos.
No olvides compatriota venezolano que ese mundo bizarro, que ese mundo “al revés” en el cual nos quiere sumir la oposición apátrida, tiene sus representantes en estas elecciones de Alcaldes y Concejales; no te equivoques votando por ellos. Vota por los que te dan vida, calidad de vida y por los que combaten su absurda guerra económica. Vota por los de Maduro, los del Proyecto de Patria que nos legó Chávez, por los del Polo Patriótico. En nuestro municipio Sucre, del estado Sucre, en esta Cumaná, Mariscala y revolucionaria, es DAVID VELÁSQUEZ el vocero de nuestro proyecto de vida.
No votes por los que no cuadran en aquel cuadro de la infancia ni mucho menos en este Proyecto de Patria Socialista y Humanista.
¡ NO VOLVERÁN. PATRIA SOCIALISTA. VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡ VOTA POR DAVID, VOTA POR LOS DE CHÁVEZ!