Si algunos organismos del Estado deberían haber tomado cartas inmediatas y severas en esta especulación, hoy en día utilizada con fines políticos irregulares, deberían ser las ALCALDÍAS, particularmente las revolucionarias. Los ejemplos como algunas Alcaldías de Este de Caracas, algunas mirandinas y del Estado Carabobo, Valencia y San Diego, de Maracaibo, etc., son buenos ejemplos de su complicidad comercial y posiblemente golpista.
Las alacaldías o ayuntamientos de otrora fueron los entes pioneros de todas esas manifestaciones de corrupción que hemos heredado desde los tiempos mismos de la Colonia. Es curiosos que las Alcaldías de hoy han resultado ser tremendas cobeneficiarias de todas esas olas especulativas de toda la vida municipal, y más lucrativas y alcahuetas en estos tiempos de revolución.
Para el próximo año, todas esas patentes deberían ser objetos de inspecciones y evaluaciones exhaustivas por parte de las Comunas o, en su defecto, la renovación de sus patentes deberían estar sujetas al aval anual de la comunidad parroquial de su jurisdicción.
No hay duda de que, por más amañados que sean los estados financieros y por minimizada que sea la ganancia declarada por estas empresas cotizadoras de impuestos sobre las ventas, publicidad, derechos de frente y otros, esas ganancias tienden a ser superiores con precios especulativos o inflados inducidamente con fines golpistas.