Sin distinción de credo y de nacionalidad se debe castigar al comerciante codicioso y especulador que trafica con la bondad de este pueblo. El caso que amerita no callarse, es: A ese otro pueblo que vino a implantarse en estas tierras bendecidas por la naturaleza en busca de nuevas oportunidades. El Pueblo venezolano que además de tener a estas tierras bendecida por la naturaleza, tiene su gentilicio y su auto estima alto, no es gratuito desde hace un buen tiempo, para ser más preciso a partir del 2008, la República Bolivariana de Venezuela comenzó a conocerse como un país chévere a nivel internacional, las encuestas realizadas por diferentes organismos internacionales dan a esta población un porcentaje alto de energía positiva y con ganas de profundizar su felicidad, claro está incluidos aquellos bichitos que quieren y buscan una intervención extranjera, allá ellos.
Volviendo a lo chévere que somos, ese otro pueblo que recibimos aquí desde hace ya mucho tiempo atrás, sea abultado con la venida de sus compatriotas aprovechando la obertura que daba la llegada de la Revolución a los extranjeros que querían y quieren (siguen llegando) residenciarse en el país, una gran mayoría son comerciantes o se hicieron comerciantes aprovechando las bondades del Estado y del gentilicio de su población para hacer especulación en el comercio, estos usureros, como el caso que la revolución descubrió en el estado Yaracuy, a dos comerciantes de nacionalidad marroquí, están explayados por todo el territorio venezolano, tenemos el caso de la inmigración de comerciantes chinos, que hacen y deshacen con los precios todo lo que ésta a sus antojos y que además no brindan para los venezolanos ninguna fuente de trabajo ya que todos sus empleados son de su misma nacionalidad y con el agregado que tratan humillan al cliente, aquí en la Isla de Margarita estos usureros se han dedicados hacer lo que le venga en gana, como no pueden subir el precio de los productos regulados se dan a la tarea de venderlo a grandes cantidades, cuando un producto de la cesta básica llega a su establecimiento, ellos por salir rápidamente del producto que por equis razón comienza a escasear, los clientes empieza a formarse en una cola para la adquisición de dicho producto, el comerciante en cuestión no duda en vender en paquete de hasta diez veces el producto, se decir el cliente quiere por ejemplo: comprar tres paquetes de harina de maíz, ellos te dicen que son 10 paquetes por persona y así pasa también con la azúcar, el arroz, el papel de excusado, el aceite, el café, etc., etc.
Con la finalidad de salir lo más rápido posible del producto, por que sencillamente no es rentable para su bolsillo al no poder montarle el precio ya que están regulados, otro caso son los Sirios que viven del comercio en la isla, estos ciudadanos se han dedicado a robarle al pueblo con la desfachatez de acaparar los artículos de línea blanca y poner en sus tiendas pequeñas cantidades que no sobrepasan de dos, cuando el cliente entra a la tienda de estos usureros, se encuentran que las neveras, lavadoras, cocinas, aire acondicionados, televisores, microondas, aparatos de sonido no pasan de la cantidad de dos en sus establecimientos, pero eso sí: siempre venden y siempre tienen al otro día, ofrecen el producto por grano, esperando que el control que comienza a tener el gobierno sea un control electoral y que a partir de un momento a otro esa medida de control de precio se desvanezca al correr de los días, además estos ciudadanos del Medio Oriente no han manifestado ninguna molestia por los ataques terrorista que esta sufriendo Siria, será que estos bichitos de uñas están de una manera de acuerdo con los ataques que están sufriendo sus compatriotas y aplauden y desean ver la caída del actual gobierno y que desde aquí aportan económicamente para ese fin.
Otros comerciante venidos de esa latitudes como son los libaneses, se han apoderado del mercado paralelo de las divisas extranjeras en especial el dólar y euros, para nadie es un secreto que en los bulevares Gómez, Guevara, en la avenida Santiago Mariño de la ciudad de Porlamar, al igual que en la ciudad de Juan Griego compran esas divisas y además tienen un modo operandi para aquellos ciudadanos sean extranjeros o nativos que tengan divisas fuera del país o la reciban, estos comerciantes inescrupulosos le proponen depositar en una cuenta en el Líbano desde cualquier país que tenga relación con Beirut y sin necesidad de transformarla en libra libanesa se hace una transferencia, el comerciante libanes que tiene su tienda de mampara en Margarita para hacer estos negocios ilícitos le pregunta por el numero de deposito e inmediatamente el verifica su estado de cuenta que tiene en un banco del Líbano y procede a cancelar a precio del mercado paralelo, quienes más buscan estos servicios, son nuestros vecinos de habla castellana y muy especialmente los colombianos que últimamente se han enriquecidos con este trafico.
Es necesario que el gobierno le de un escarmiento a estos comerciantes que perjudican el saneamiento y el buen funcionamiento de la economía. Venezuela no puede seguir por el hecho de ser un país acogedor de todas las culturas y credo, sean: musulmanes, budistas, católicos, protestantes, evangélicos, ateos o de cualquier otra creencia. Este pueblo quiere respeto, porque si hemos estado 14 años enseñando a una parte de la población diariamente de que somos mayoría y que ellos son una minoría que hizo y deshizo en el tiempo cuarto republicano y que ya no son los dueños de la República Venezolana y que la mayoría se respeta, como nos los enseño nuestro líder Hugo Chávez y lo demostramos este 8 de Diciembre.
El Gobierno venezolano tiene que continuar con los escarmientos y aquellos que reinciden sencillamente no renovarle la visa de residencia.
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