Como dice la vieja canción de Charly García, “Yo nunca fui a New York, yo nunca fui a Paris, vivo bajo la tierra…”. Viajar al extranjero siempre le ha estado negado a las clases populares, y las capas medias tienen que hipotecar su vida para darse un paseíto por Bogotá o Miami o Santiago. No duele tanto saber que nunca pisarás más allá del río cercano a tu localidad, ni que de ahora en adelante, comprar un electrodoméstico, calzado, o un simple celular, ni que decir un vehículo, se hará más cuesta arriba que nunca si eres un asalariado. Duele la mentira, que te crean imbécil.
Es decir, lo que tanto le costó a Chávez como lo fue trabajar arduamente para elevar el nivel de vida y el poder adquisitivo de los venezolanos, en el curso de un año se ha revertido bárbaramente a raíz del asedio económico a que es sometido el ciudadano, con toda la especulación, escasez, sobreprecio y para remate esta segunda devaluación (así le pongan enrevesados nombres técnicos). El Comandante Chávez cuando tomó medidas cambiarias, dio la cara como era su costumbre, no se escondió tras sus funcionarios ni mintió al respecto.
La molestia que tengo en lo particular, con el Presidente Maduro, es que por segunda ocasión incurre en la misma práctica: Negar rotundamente que se van a tomar medidas cambiarias, responder el acostumbrado “eso no está planteado” o más aún “el cambio oficial se mantendrá por todo 2014 y mas allá, en 6,30”. ¿Por qué mentir de esa forma y no decir frontalmente la verdad? Eso le resta seriedad y credibilidad a una persona que está obligado éticamente a dar el ejemplo al resto del país nacional y honrar su palabra con hechos.
Si la intención es castigar a la “burguesía parasitaria”, que es un sector reducido pero con mucho poder, ¿Por qué tenían que golpear a la de por sí afectada economía del venezolano común, que como yo, somos mayoría? Esa torpeza extrema nos pesará a todos, que veremos depauperada nuestra vida cotidiana mientras que comerciantes inescrupuloso y estafadores se ríen de las medidas tomadas por el gobierno mientras las leyes sean letra muerta.
Por eso tan devaluada está nuestra moneda, como la credibilidad del gobierno desde el Presidente hacia abajo. En lo futuro, cuando vuelvan con su “eso no está planteado”, “el cambio oficial se mantendrá por la eternidad en…”, significa que sucederá todo lo contrario y que como siempre, los más estúpidos terminamos pagando por las malas decisiones y el latrocinio de otros. Hace falta coraje para decir duras verdades, sin cinismos, ni deslealtad con el pueblo. Hace falta más Chávez…
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