La Guerra Económica se desató desde el mismo momento del triunfo de Chávez en 1998. Para nadie es un secreto que la burguesía le declaró la guerra al proceso revolucionario que comenzaba sus pasos con la Constituyente. La muerte de Chávez desató los demonios en la oposición y los intentos por defenestrar la revolución se fortalecieron. Luego del triunfo de Nicolás Maduro en abril de 2013 se intensifican las Guarimbas, especulación, acaparamiento que estaban ligadas a la misma táctica de la oposición para socavar las bases de la Revolución. A dos años de la Guerra Económica las cosas no han cambiado mucho. El gobierno por su parte ha instaurado una ofensiva contra la Guerra Económica que no ha dado buenos resultados. La corrupción galopante, la especulación, acaparamiento y desabastecimiento (inducido o no) siguen siendo los problemas más graves que sufre el país. Nos preguntamos por qué el pueblo sigue sufriendo los embates de una burguesía parasitaria que cada día lo golpea con más energía. Señor Presidente no es cierto que estemos ganando la pelea económica. La inflación, la especulación y el desabastecimiento cada vez cobran más fuerza. No se deje engañar, las colas continúan para comprar alimentos, medicinas, artículos de limpieza, electrodomésticos, repuestos para vehículos, cauchos, baterías y paremos de contar porque la lista es larga.
Por qué a un pueblo que ha sido consecuente en todos los procesos electorales y luchas en la calle se le maltrata y se le condena a hacer colas para todo. Presidente sabía usted que los militares y agentes policiales maltratan en las colas a los ciudadanos y en algunos establecimiento hasta se les retienen las cédulas y deben hacer tremendas colas con un sol calcinante a cuadras del establecimiento comercial. Pero los militares y agentes policiales tienen privilegios para comprar los productos. No es justo que un pueblo que ha sido tan noble y solidario con la revolución lleve dos años sufriendo la peor parte de este conflicto. Necesitamos medidas políticas verdaderamente revolucionarias para que esos millones de venezolanas que cada día se enfrenta a la Guerra Económica puedan llevar el sustento a sus hogares sin tener que pasar largas horas en una cola o comprar productos al triple del precio en el mercado paralelo de productos. Después de dos años de la arremetida de la burguesía contra el pueblo, necesitamos un gobierno consecuente con los intereses de las grandes mayorías. Basta de medias tintas, no hay justificación para que esta situación siga desmejorando el Buen Vivir de los ciudadanos. Rectificación REVOLUCIONARIA para consolidar los cambios.
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