Mientras la derecha vive la borrachera de su triunfo, los bolivarianos estamos en reflexión y acción en pro de los magnos objetivos revolucionarios, así diversos grupos sociales, consejos presidenciales, comunas resteadas y activas, en fin los 5.5 millones de patriotas a pesar de la infernal guerra económica, no olvidamos el deber con esta revolución democrática y electoral y asumimos con nuestras vidas, los retos que planteen a partir del 5 de Enero próximo, los neoliberal desde el seno del poder legislativo.
En ese sentido hay que destacar que se ha activado el volcán bolivariano y en consecuencia podemos asegurar que estamos preparados para dar la pelea donde y como quieran los opositores. Por ello, es hora del poder popular, de legitimar en cada acción de gobierno la participación directa del pueblo, lo que no quiere decir, eximir de responsabilidades a los encargados de los poderes públicos, sino llenar las estructuras del estado en todas sus instancias, con la presencia activa y sostenida de los millones de hombres y mujeres, preparados y capaces, para hacer sentir la revolución hasta en el último rincón dentro y fuera de la patria.
Soy de los que piensa que ya basta que las poses conservadoras de los advenedizos al sistema capitalista sigan sosteniendo la ridícula distinción entre técnico al servicio del estado, incoloros, sinsabor e inodoros y profesionales consientes y científicamente aptos y comprometidos con la revolución. Ya basta de seguir durmiendo con el enemigo y sus prejuicios de clases con los que a diario desprecian a todo cuanto huela a pueblo. Ya basta de burocratismo, petulancia e irresponsabilidad, de espacios Legislativos sin gente, de Gobernaciones desoladas de pueblo, Alcaldías encerradas en sí misma, de burócratas muy ocupados, de funcionarios encumbrados, de guarda espaldas y asistentes ineficaces, de cartas sin respuesta y petitorios sin atención. Sé que no son todos y afortunadamente hay excepciones, pero existen y con su actuación han hecho mucho daño.
Es importante recordar que el servidor público en revolución se debe a la gente, al colectivo, al poder popular, sin más ego que servir y sin más recompensa que haber servido a la patria, quien no esté dispuesto, que se aparte, que salga del camino. Para muestra de lo dicho, basta ver al Presidente Maduro, nadie puede desconocer que está en la calle, que ha consagrado su vida a cumplir con el plan de la patria, y aunque se le imputen mucho errores y/o omisiones, ha mantenido intacto el compromiso al legado por la revolución que le encargo el Comandante Eterno.
Lo que nos viene no es fácil, la oposición se proyecta en una guerra por la conquista del todo y la restauración del pasado, ojala no sea a sangre y fuego, pero como en toda guerra, intentaran neutralizar la acción pública y desconocer al poder popular, frente a ello, nuestra única oportunidad es activar a todos y cada uno de los bolivarianos, no con tablet, teléfonos ni taxis, sino con contundente acción popular en pro de su crecimiento productivo para su alimentación, educación, vestido y vivienda. No basta con repetir que estamos en crisis porque el petróleo bajo a 30 bolívares o menos, hay que organizarnos y levantar un muro de dignidad ante la arremetida neo fascista y neo liberal que se avecina, de lo contrario, perderíamos esta única oportunidad histórica por vindicar la patria que soñamos.
En consecuencia, es urgente la evaluación sin vacilaciones para tomar de decisiones sin dilaciones, pues la guerra planteada es dentro de la patria, aunque está dirigida desde el exterior. Por tanto nuestra posibilidad de éxito es invocar en los países amigos, estados y gobiernos, grupos sociales y políticos, que admiran y defienden a la revolución bolivariana y saben que de caer este proyecto de país, se reducirían a cero sus posibilidades de cambio revolucionario, sustancial y profundo.
Perdimos una contienda y con ella un espacio de poder importante, no hemos perdimos la guerra y el éxito está en no perder nuestra voluntad por la construcción del socialismo. Dentro y fuera del país la pelea es peleando. El llamado es por la unidad, todos con Maduro y la revolución.