El año 2008, fue marcado por una idea que colocó nuestro Comandante Chávez sobre el tapete de la discusión nacional e internacional, decía entonces: "Rafael Ramírez, ahora les voy a dar unas instrucciones a ti y al equipo de Pdvsa. Hay un impuesto por ahí que yo creo que nosotros debemos comenzar a cobrar. ¿Tú sabes quién me habló a mí de ese impuesto? Joseph Stiglitz, que es un buen amigo de esta casa, Premio Nóbel de economía, norteamericano". […] "Rafael, quiero que me presenten pronto la recomendación para lo que pudiéramos llamar el Impuesto a la Ganancia Súbita, que aquí nunca hemos aplicado y en otros países lo cobran. Me explico: vamos a suponer que el precio de petróleo ha estado en promedio en los últimos años en cincuenta dólares el barril, y el precio comenzó a subir y ahora se ubica en ochenta. Lo que esto significa es lo que Stiglitz llama "la ganancia súbita". Es decir, el incremento del precio no es producto del incremento de los costos. No hay una relación directa entre este aumento del precio del barril y el incremento de los costos operativos, o el incremento del transporte, o del almacenamiento, o de la necesidad de nuevas tecnologías que cuestan demasiado dinero y obligan a incrementar el producto, la materia prima, que es el crudo todavía. Ahora, imagínense ustedes cuánto se incrementa la ganancia de las empresas petroleras con este salto en el precio, que no tiene correspondencia con ningún incremento en los costos". Hugo Chávez (2008). Eran años, en que la política petrolera impulsada por la Revolución Bolivariana, en vocería de su líder Hugo Chávez Frías, impulsaba a la alza los precios petroleros en el planeta, mientras el dólar se desplomaba (depreciándose en 20 por ciento a partir de 2002), el imperialismo de los EEUU apuntaba sus cañones sobre Irak, se daban huelgas de trabajadores petroleros en Nigeria, y los conflictos en Medio Oriente avizoraban tiempos de guerras. Es en medio de un escenario de inestabilidad internacional que, nuestro Comandante Chávez le da impulso a lo que denominaba en primera instancia como un Impuesto a la Ganancia Súbita, un impuesto a las ganancias extraordinarias en el sector petrolero nacional, aplicable en aquellos casos en los cuales, el precio del barril petrolero de referencia (precio promedio Brent) superaba los 70 dólares, aplicaba entonces, una contribución especial a ser cancelada por quienes exporten o transporten al exterior hidrocarburos líquidos o mejorados, productos y derivados. Contemplaba, que en aquellos casos que el barril del petróleo se ubicara mayor a los 70 dólares y menos de los 100 dólares, entonces entraba en vigencia un tributo a la ganancia de la empresa petrolera del 50 por ciento y si superaba los 100 dólares, se incrementaba el tributo al 60 por ciento. Estimó nuestro Comandante Chávez, que los recursos obtenidos por dicho impuesto, tendrían un fin eminentemente social y político: fortalecer el Poder Comunal. En sus estimaciones, consideró nuestro Comandante, que en una primera fase de aplicación, dicho impuesto generaría recursos por el orden de los 500 millones de dólares mensuales, decidiendo en consecuencia, que la mitad de los recursos obtenidos por esa vía impositiva, serían destinados al arranque de la Misión 13 de Abril, otra parte importante, la destinó para el proceso de nacionalización de SIDOR y las cementeras, en su visión de construcción del Socialismo Bolivariano. ¡Miraba alto, nuestro Comandante Chávez, como el águila!
La Asamblea Nacional Revolucionaria le dio el visto bueno a dicho impuesto, que pasó a formalizarse sobre la base de la aprobación de la Ley de Contribución Especial sobre Precios Extraordinarios del Mercado Internacional de Hidrocarburos. Estudios realizados por la Asamblea Nacional Revolucionaria de ese entonces, a través de su Dirección de Investigación Económica, estimaba para el año 2013, ingresos adicionales por la aplicación de dicha Ley, por un monto de 14,1 millardos de bolívares. Desarrollaba nuestro Comandante Chávez, con esa propuesta hecha realidad, una idea conceptual de su amigo Premio Nóbel de Economía, Joseph Stiglitz, quien en contraposición a la ortodoxia neoliberal proponía: "No es un impuesto que promueve la equidad porque le cobra lo mismo a todos los individuos, independientemente de sus ingresos, y uno de los principios económicos es la proporcionalidad que busca la distribución". […] "En la administración del presidente Clinton discutimos el IVA y lo desechamos porque es una medida que afecta más a la clase trabajadora". […] "En este contexto no tiene sentido incrementar la tasa del IVA, en alimentos y medicinas, pues tendría una carga mayor en individuos de menor ingreso, la política sería regresiva". […] "Lo que debería estar promoviendo el FMI, son los impuestos a los monopolios y oligopolios, que permitirían incrementar la eficiencia y la equidad en la distribución del ingreso. Este es un ejemplo de cómo el FMI propone políticas públicas que funcionarían hipotéticamente en todos los países, lo cual no es así" (Mensaje de la 36, Joseph Stiglitz, "Poner impuestos a los monopolios, en lugar de incrementar el IVA a los alimentos y medicinas", 29-11-2006).
En la visión de Stiglitz, compartida plenamente por nuestro Comandante Chávez, el impuesto debe tener una función altamente progresiva, en palabras de Stiglitz: "La filosofía fiscal debería ser la de gravar con impuesto lo malo en vez de lo bueno: así que la polución debería estar más gravada que el trabajo o el ahorro". […] "Apenas se derivan beneficios sociales de la especulación a corto plazo" ("Proponen impuesto a la banca para apoyo social", Efe. Londres, Reino Unido. 11-02-2010). De allí que cuando vemos a los trabajadores y trabajadoras universitarias reivindicar la "Rebelión Tributaria" ante lo que consideran, por parte del SENIAT, la confiscación de sus salarios, nos preguntamos: ¿Qué está pasando con nuestra Revolución Bolivariana? ¿Por qué ese giro a la derecha, en materia tributaria? ¿Por qué el SENIAT incumple disposiciones de Ley dictaminadas por la Sala Constitucional del TSJ en materia tributaria, colocándose en desacato de sus disposiciones de Ley? ¿Cómo pudo vulnerar la derecha neoliberal esa importante institución de la Revolución, colocándola al servicio de los grandes capitales, que muy poco tributan en beneficio de la sociedad venezolana? Urge entonces, una revisión a profundidad del SENIAT, limpiarlo de esa derecha que la ha infiltrado, vulnerando los principios revolucionarios que marcaron su accionar a lo largo de 16 años de Revolución Bolivariana.
En la misma perspectiva, trazada por nuestro Comandante Chávez, de impulsar una tributación progresiva y revolucionaria, pechando siempre por delante a los grandes capitales, es que proponemos al Presidente Maduro el estudio de un impuesto a las ganancias especulativas del sector empresarial que durante estos últimos tres años, ha venido ejecutando una guerra económica contra el pueblo venezolano. Ganancias, como nunca antes en su historia, ha obtenido el sector comercial nacional e internacional, producto de incentivar la elevación permanente de los precios de todos los productos, bienes y servicios que oferta al pueblo venezolano. Justifican esa actuación, en la prevalencia de una moneda no ofertada a nivel nacional, mediante una página web con sede en Miami.
El llamado "dólar today" o dólar cucuteño, viene a ser el referente que utiliza el sector comercio. Propicia con la utilización de dicho referente monetario, la elevación permanente y constante de los precios de todos los bienes, servicios, alimentos y medicamentos que se expenden a nivel nacional; a su vez, promueve el descontento general de la población en contra del Gobierno Nacional a quien, los medios de comunicación de la burguesía parasitaria le endosan ser el causante de dichos ajustes de precios. El resultado de dicha política criminal, lo tenemos en una inflación que a finales de 2015 cerró en la imponente cifra porcentual del 180,90 por ciento, según datos oficiales aportados por el BCV. Pero, ¿Qué es la inflación? Como bien señala Fernando Pisani, en su interesantísima obra: "La inflación. El caballo del Troya del neoliberalismo", parte de las definiciones que se consiguen en los diccionarios son: "Elevación notable del nivel de precios con efectos desfavorables para la economía de un país" (Real Academia Española), señalando a continuación que: "Si recurrimos al "sentido común", cualquiera de nosotros puede definir la inflación cuando va al supermercado y encuentra que los precios suben mes a mes. Si subieron poco, la inflación es poca, si subieron mucho, es mucha. Y ni hablar si los precios suben semana a semana, o día a día, u hora a hora…" Concluyendo, el propio Pisani, que: "En realidad, todas estas definiciones rozan la tautología, pero además, son engañosas, y en todo caso, ocultadoras", razón que lleva al investigador científico a buscar la luz, la naturaleza propia del fenómeno inflación, llegando a una definición que compartimos íntegramente: "La inflación es la transferencia de ingresos de un sector a otro utilizando el mecanismo de aumento de precios". Nótese, que Pisani no particulariza sobré qué sector en específico sustrae del otro, pues cada caso requiere de su análisis particular.
El Estado, también utiliza la inflación como fuente de sustraer recursos de los particulares para financiarse, tan igual que lo hace el sector privado empresarial. A través de Los impuestos, bajando los requerimientos de la tributación, buscando ampliar la base de quienes tributan ese es un mecanismo; ver el caso actual, como fue concebido el artículo 31 de la Ley del ISLR. De hecho, Milton Friedman tenía una manera poco ortodoxa de definirla: "La inflación es un impuesto sin legislación", refiriéndose en todo caso a la actuación del Estado. Friedman, propugnaba el Estado mínimo en su concepción neoliberal. El camarada Tony Boza, en su obra: "La Inflación", afirma: "Podemos concluir que la razón principal de las altas tasas de inflación en Venezuela son las groseras tasas de ganancias de la burguesía financiera-comercial-importadora. Mientras que en países como los EEUU el promedio de las tasas de ganancias de los capitalistas ronda el 12%, en Venezuela son del 100%, del 500% y hasta del 3000%..." Y ello se evidencia, revisando las tasas de inflación por sectores, es fácil observar los factores económicos que han hecho uso de la inflación para incrementar sus tasas de ganancias, como lo reflejaron las cifras del INPC al cuarto semestre del 2015, allí tenemos los factores que mayor incidencia tuvieron en la inflación: Restaurantes y hoteles (46,4 por ciento), Alimentos y bebidas no alcohólicas (42,2 por ciento), transporte (37 por ciento), bebidas alcohólicas y tabaco (33,1 por ciento), vestido y calzado (31,3 por ciento), servicios en educación (30,7 por ciento), equipamiento del hogar (28,5 por ciento), salud (28,5 por ciento). Si pudiéramos verificar sus ganancias, cosa imposible en la Venezuela Bolivariana, verificaríamos como han incrementado sus tasas de ganancias esas empresas gracias a la INFLACIÓN.
El mecanismo para la implementación del impuesto a las ganancias especulativas, debe partir de la incidencia del factor productivo sobre el INPC, y tomar un referente inflacionario proyectado para el año estimado previo a la entrada en vigencia de dichas tasas de impuestos. Los factores productivos que superen la tasa proyectada de inflación, deberán cancelar un monto impositivo igual al valor porcentual en que se ubicaron por encima del valor inflacionario proyectado. Por ejemplo: si se estimara para el 2017, una tasa inflacionaria de un 15 por ciento, aquellas categorías económicas que superaran dicho objetivo económico, deberán aportar tributos adicionales en el mismo porcentaje en que sustrajeron recursos de la sociedad, para incrementar sus tasas de ganancias. He allí, la naturaleza del impuesto que estamos proponiendo. Con ello, aspiramos que la sociedad como un todo, contribuya en la reducción de la inflación y se haga de ello, una Misión Nacional, en resguardo de los ingresos de los que menos tienen. Queda abierto el debate…
Caracas, 27-02-2015